Sakura rió, moviendo la cabeza de un lado a otro. La coleta y los aros que adornaban sus orejas siguieron sus movimientos, pero el flequillo quedó intacto.
Sasuke la miró, sonriendo, feliz, llevándose un trozo de muffin de chocolate a la boca.
- ¿Qué te pasa? – dijo él.
-Es que me parece mentira. Haber tenido una cena tan, tan formal, con tus padres y tu hermano, y que después, por la noche… - dijo ella, mirándolo pícara. – quien te viera y quien te ve, Sasuke, cualquiera diría que ayer me azotaste el culo como una niña mala…
- Es lo que eres. – dijo él, pellizcándole la nariz, porque sabía, que eso la hacía rabiar.
- ¡Eh! – se quejó ella, apartándose y tomando un sorbo de su frappuccino. – Oye, ahora que lo pienso, tú has venido a verme muchas veces a la clínica, pero
yo nunca he visitado tu agencia… - sonrió, burleta. – de agentes secretos. – se rió.- No te rías, solo es una agencia más de agentes.
- Como si fuera lo más normal del mundo ¿sabes? – dio ahora, un trago largo y se lo terminó. Miró graciosa el nombre que había escogido. En el vaso de su café ponía "Sasuke" y en el de Sasuke, ponía el suyo. – hoy, ahora, te acompaño.
- ¿Eh? ¡No! – se quejó él.
- ¿Por qué? ¿Acaso tienes algo que esconder?
- No… pero…
- Entonces, quiero acompañarte a la faena, que se den cuenta de que la futura mujer Uchiha, le presta atención.
- Si ya lo sé, cariño. Pero es que… hay muchos hombres… grandes y pf… - hizo un bufido. – demasiada testosterona para que una niña como tu se pasee por allí.
- Me da igual a mí eso, además voy contigo.
- Pero eso a ellos les da igual. Y por eso… paso de arrancarle los ojos a algún compañero. No sabes lo descarados que son.
- ¿Acaso tú te comes a alguna de sus mujeres cuando los van a visitar?
- No, porque nunca ninguna de sus mujeres o parejas se han paseado por allí. Ellas… no saben que sus novios o… maridos trabajan de agentes, como yo. Tú lo sabes, porque tú fuiste mi misión.
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Sarada ~ (Sasusaku)
FanfictionLeyó una vez más el significado del nombre de su hija. A pesar de que ya habían pasado tres años y medio, le seguía fascinando, como el primer día en que la tuvo entre sus brazos. Recordó aquella temporada, con Ino, y todos esos problemas...