- Cabrón. – jadeó Sakura, apretando las piernas. Necesitaba sentirlo suyo.- Y tú cabrona. – siseó Sasuke, acercándose y sentándose a su lado.
Cogió las piernas de Sakura y las puso encima de sus muslos. – Dijiste que no valían besos ni masturbaciones. Pero no te opusiste a los masajes. – apretó uno de los pies haciéndola gemir. – mójate, mójate más. – paseó sus dedos por los de ella. Masajeó cada uno de ellos. Se dirigió a la mitad del pie. – esto representa tu busto. – lo apretó de una manera que Sakura se arqueó de placer. Nunca nadie la había hecho jadear por un simple masaje en los pies. – esto la cintura. – de nuevo otra sobada. - ¿sabes que pasa si toco aquí? – dijo haciendo círculos. - ¿Sabes que representa esto, no?- Mmh… - Sakura siseó. – eres un jodido cabrón. – sonrió.
- Te lo buscas… - Le devolvió la sonrisa. Sasuke apretó ese lado del pie. Sakura gimoteo, mojando aún más las bragas. – muy rico, ¿verdad?
Se levantó.
- Ay, mi vida. Que dura va a ser esta semana.
Sakura se incorporó.
- Ni que lo digas. – dijo enseñándole la lengua. – santísimas manos que tienes.
Pero esto no queda así…- Oh, ni lo dudes. – rió. – hace calor aquí.
Se incorporó y se quitó el jersey.
Sakura jadeó, molesta.
- ¿Hace falta? – dijo, recorriendo toda la musculatura de Sasuke.
- Si, hace falta. – se burló él. – que conste que empezaste tu. Y todo esto puedes terminarlo tú.
Dirigió una mano hacia la mejilla de Sakura y la acarició con el dedo pulgar.
- Sabes lo que tienes que hacer… - sonrió Sasuke. – lo deseas…
- Lo deseo, pero no voy a caer. - Sakura se levantó y se quitó el camisón,
quedándose metida en la pequeña braga. – a ver quién puede más, diablillo. – sonrió, pasando sus manos por debajo de sus senos. – porque yo sé lo que se te está antojando ahora mismo…Lo esquivó y se fue hacia la cocina.
Sasuke la siguió. Sakura estaba agachada en el frutero, buscando alguna cosa.
- ¿A si? ¿Qué, dime?
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Sarada ~ (Sasusaku)
FanficLeyó una vez más el significado del nombre de su hija. A pesar de que ya habían pasado tres años y medio, le seguía fascinando, como el primer día en que la tuvo entre sus brazos. Recordó aquella temporada, con Ino, y todos esos problemas...