Sarada ~ (Sasusaku)

Capítulo 33.♡

Sakura apuntó a una de las fileras de las canicas y disparó. Ni una.

- Te quedan cuatro… - la chinchó Sasuke, divertido.

- Cállate. – le dijo Sakura, mirándolo mal. – esta sí.

Volvió a disparar. Esta vez, la canica se balanceó. Pero no le dio de pleno. Así que nada. Sasuke dejó a Sarada en el suelo, justo al lado de su madre.

Ella observaba desde su altura.

Sasuke rodeó a Sakura por detrás y la colocó en buena posición.

Juntó su mano con la suya. Y apoyó su cara, junto a la de Sakura. Apretó el
gatillo, con el dedo de Sakura debajo del suyo.

La canica amarilla cayó, empotrándose contra la pared de la presión. Sasuke abrió el cargamento y metió los dos últimos balines. Pam. PAM.

Otras dos canicas cayeron. El taquillero aplaudió.

- Elijan premio. – dijo sonriente.

- ¡Ese! – lo llamó Sarada. – ¡Ese! – señaló uno que parecía ser la gatita de Hello
Kitty.

- Toma, pequeña. – le dijo el hombre, dándoselo.

Sasuke volvió a cargar a Sarada en sus brazos.

- Gracias. – dijo, dejando el rifle encima del mostrador.

- A ustedes.

Sakura se lo había pasado bien. Sentir el cuerpo de Sasuke, a todo él, empegados al suyo, la hacía sentir bien. Se sentía segura. Protegida.

Había podido esnifar su propia esencia a hombre, una deliciosa, que hacía que se debilitara. Había sentido como sus músculos la rodeaban, juntando sus brazos, con los más finos y blancos de ella.

Y la cara de él, junto a la suya.

Con esa perfecta boca en forma de corazón. Esos ojos, pequeños, de un color intenso, emotivos, que tanto le habían expresado cuando le hacía el amor.

- ¿Y tú? – le preguntó Sasuke.

- ¿Yo qué?

- Ahora eres tú la que parece estar flotando. Tienes una expresión en la cara de ‘tonta feliz’. – él rió. - ¿En qué pensabas tu, ahora, mi vida?

Sakura sonrió y le dio un besito. Pequeño, corto, perfecto.

- En ti.