Chapter 13

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— ¿Aun no encuentras trabajo?—
— Aun no Emma, esto de buscar es lo mas tedioso del mundo—
— ¿Porque no vas al restaurante de enfrente?–
— Si fui, dijeron que por culpa de mi departamento muchos clientes se han alejado, no entiendo porque– Geri ríe
— ¿De verdad? A mi si me contrataron—
— ¿Que? ¿Tu trabajando Emma?¿Y eso cuando sucedió?—
— Vamos Geri no esperaras que yo viva aquí gratis—
— ¿Porque no? Emma sabes que para mi no es molestia–
— Solo quiero ayudarte un poco si, aportar aunque sea algo—
— Gracias amiga—
— ¡Geri!, ¡Emma! ¡la comida ya esta lista!— Victoria grita desde la cocina
— Será mejor que vayamos— Dice Emma
— Si, Victoria odia esperar—
Victoria les sirvió a las chicas una porción enorme de lasaña, ambas se voltearon a ver
— Victoria, no sabia que haces comida italiana– Dice Emma
— Si, fui a un curso de cocina como por medio ańo, mis padres no me dejaron continuar luego porque decían que las princesas no cocinan– Ella sonrió
— Te quedo deliciosa Posh— Geri solo había probado un pedacito
— ¿De verdad? Gracias—
La comida siguió con normalidad, Emma y Victoria terminaron su porción, incluso Emma repitió plato, Geri apenas y había comido un par de trozos
— Geri, ¿no piensas comer?— pregunta Emma viéndola incrédula
— ¡Claro que si!, esta tan delicioso, pero no tengo mucha hambre chicas, discúlpame Victoria—
— Geri pero no desayunaste—
— Claro que si, cuando salí pase por la estación y me compre un emparedado–
— Enséñame el ticket—  Dice Victoria
— ¿Disculpa?—
— Geri no, no me voy a parar de aquí hasta que te comas tu maldita porción y luego estaré contigo todo el día para que no la vomites– Hubo un silencio incomodo en la mesa, Geri se puso demasiado seria, Victoria se cambio a la silla que estaba alado de ella y tomo los cubiertos de Geri, comenzó a cortar en pedazos pequeńos y le acerco el tenedor a la boca, Geri primero se negó
— Por favor Geri come, hazlo por mi — Geri acepto que Victoria le diera de comer, Emma solo estaba mirando, Geri se acabo su porción y simplemente se paro de la mesa, Victoria la siguió hasta el cuarto
— Geri sabes que te amo y lo que haces es muy peligroso—
— No es la gran cosa—
— Geri, por favor habla conmigo, si sigues haciendo esto puedes terminar en el hospital, ¿no te quieres?—
— Por su puesto que si me quiero, lo hago por eso, solo mírame Victoria, parezco una maldita vaca—
— Por supuesto que no, ¿Quien te dijo eso?—
— Nadie—
— Geri vamos, soy yo, se todo lo malo y lo bueno de ti, también tu sabes todo de mi, nosotras no nos ocultamos cosas, puedes contarme lo que sea–
— No es nada, es solo algo que hago algunas veces, no estoy orgullosa ¿bien?—
— ¿Y porque lo haces?—
— Ya te dije, odio estar gorda —
— Geri pero tu no estas para nada gorda—
— Lo lamento, trato de no hacerlo pero no puedo dejar de pensar en... no puedo dejar de pensar en— Geri solo se queda callada y baja la mirada
— ¿No puedes dejar de pensar en que?—
— en mi madre—
— ¿Tu madre?—
— Ella y yo nos vimos hace como tres meses, fue cuando empezó todo esto, yo estaba trabajando aun de mesera, ella solo estaba ahí sentada, fui a atenderla, pensé que se alegraría de verme— Geri se sentó en la cama y se tapo la cara con una mano, Victoria se sentó a un lado y comenzó a acariciar su cabello
— ¿Que paso?—
— Nada—
— ¿Nada?—
— Si, no fue nada, solo me volteo a ver, me miro de la cabeza a los pies y luego dejo el restaurante—
— Geri...—
— Tan pronto la vi sentí un maldito nudo en el estomago, había trabajado doble jornada ese día, y lo único que hice al llegar a casa fue vomitar—
— ¿Porqué?—
— Cuando mi madre aun vivía conmigo, antes de que nos dejara a mi papá y a mi ella siempre me decía que era una maldita obesa, esto era lo que hacia para que me quisiera, desde nińa trato de mantener mi peso, trato de no comer y cuando como vomito, después de que se fue todo empeoro, estuve internada mi padre me hizo parar, después de que el murió simplemente ustedes me ayudaron a tener propósitos, luego todo iba normal hasta ese maldito día —
— Cariño, vamos, tu vales mas que eso, no tienes porque hacerlo—
— Pensé que mi madre se alegraría al verme, me trague todo mi orgullo y me acerque, ella me miro con desagrado y luego pensé, ¿Porque no me quiere?¿Que hice?, luego me vi en un espejo y...—
— Geri ya basta, tu mamá es la que se lo pierde, yo soy tu familia ahora y te digo que pares, ¿Esta bien?—
— No puedo hacerlo, ya lo intente, Victoria no quiero morir de esto, últimamente estoy débil, me despidieron del burdel ese por haberme desmayado, esta semana fui dos veces al hospital, no se como parar—
— Yo te voy a ayudar Geri, ven aquí— Victoria la abrazo, Geri se sentía demasiado vulnerable
Emma entro a la habitación, como diez minutos después
— ¿Están bien?—
— Así es baby, ya todo esta en orden—
— Me alegro chicas, saben que las amo y no me gusta que les pasen cosas malas—
Emma se sienta alado de Geri y la abraza
— Saben algo, tiene mucho que no nos vamos de antro — dice Geri
— ¿De que hablas, ayer fui a uno recuerdas?— Agrega Victoria
— Si pero hablo de ir juntas, de ir a cantar y a ligar, como antes—
— Por tu trabajo no podías nunca— Dice Emma
— ¿Que les parece si vamos hoy?—
— Geri es lunes, no hay ningún lugar abierto—
— Alguna fiesta debe de haber—
— Pues vamos— Dice Victoria
— Correcto vamos— Dice Emma
— Llamare a las chicas—
Geri va hacia el teléfono, y Victoria y Emma se quedan en la cama, Victoria abre una revista y Emma enciende el estéreo

Friendship never endsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora