— Hola señorita Kuchiki, ¿qué le trae por aquí? — preguntó Hanatarou cuando la vió frente a la puerta de la habitación donde se encontraba Ichigo inconsciente.
Ella exaltada lo volteó a ver. Poco a poco se empezó a sonrojar. Pasados unos minutos, ella seguía sin contestar, fue ahí donde Hanatarou entendió que había venido a ver al Capitán Comandante.
Él le sonrió tiernamente y le dijo — Actualmente no se le permite el paso a su habitación, pero por ser su esposa haremos una excepción. — se acercó a la puerta y la abrió con sigilo.
Rukia dió una pequeña reverencia en señal de agradecimiento y entró en silencio.
.
.
.
En sus manos tenía un recipiente con comida, libros que había agarrado a escondidas de su oficina, una pequeña cobija tejida con gancho, y una libreta con un lápiz de conejito.
— ¿Esposa...? — se preguntó a si misma. ¿Qué era eso?
Cerró la puerta.
Miró hacia el frente y ahí estaba él. Acostado en la cama, tapado con varios cobertores blancos y en su frente tenía una pañoleta.
Se acercó con silencio hacia el capitán, pues no quería turbar su sueño de alguna manera.
Dejó todo lo que traía en la mesita de noche que estaba del lado derecho y se dirigió a Ichigo. Tocó levemente la compresa que tenía. Fría, así es como estaba. Ya era momento de cambiarla. La retiró de su frente, remojo la pañoleta, la exprimio y la volvió a colocar en su frente.
Cuando estaba con él siempre se sentía rara.
Tomó un banco y se sentó cerca de él.
— Como quisiera que estuvieras bien, puesto que tengo tantas preguntas que hacerte. — dijo con un suspiro al finalizar la frase.
De repente, se escuchó la puerta de la habitación abrirse.

ESTÁS LEYENDO
[+18] [AU ICHIRUKI] «Segunda Oportunidad» Bleach
AléatoireEn una misión en cubierto en el mundo, Rukia pierde la memoria. Ante las situaciones adversas, Ichigo trata de tomar decisiones maduras tratando de omitir sus sentimientos hacia ella sin embargo será complicado con la aparición de Teiboku, un nuevo...