Capítulo 42: Teniente.

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— Kuchiki-san — le llamó Hinamori mientras entraba a la oficina de la capitana con la vista fijada en los papeles que iba acomodando en el camino sin embargo interrumpió todas las acciones que estaba haciendo en el momento que escuchó unos sollozos provenientes de la captinada del escuadrón trece. Levantó la mirada y Rukia estaba del otro lado del escritorio limpiándose las lágrimas con el dorso de su muñeca, Hinamoria se acerco a ella con preocupación dejando los papeles sobre la mesa que estaba en medio de la pequeña sala.

— ¿Que paso Kuchiki-san? ¿Todo bien? ¿Me quieres decir que te ha pasado? ¿Quieres que le llame al capitan Kurosaki? — esta última pregunta hizo que la chica de ojos violetas le volteara a ver con espanto.

— ¡No! — suplico en un grito mientras agarraba a Hinamori de sus brazos.

Tenía los ojos rojos e hinchados ¿Tan malo era lo que había pasado para que le pidiera de una manera tan nerviosa que no quería que Ichigo la viera de esa manera? 

Hinamori trato de safarse del agarre de la mujer frente a ella — Espérame unos minutos, ahora regreso. — fue lo único que dijo pues despues de eso abandonó la habitación. Pasados unos cinco minutos regresó ella junto a Matsumoto, Unohana, Soi-Fong, Yoruichi, Nanao e Isane. Todas se acercaron a Rukia preocupadas.

— Oh, querida cuéntanos lo que ha pasado. Sabes que nosotras estamos para ti. Siempre. — La consoló Matsumoto sobando suavemente la espalda de Rukia. Cuando ella se sintio preparada, inhalo profundamente.

— Es que... — empezo a narrar Rukia, siendo consciente de que en algún momento su voz la abandonaría abriendole paso al llanto, por enésima vez. — Como ustedes saben, ya he podido recordar a Ichigo.

— ¡Oh! Sí — respondieron todas las mujeres presentes casi al unísono.

— Ayer nos tomamos el dia libre para recuperar el tiempo perdido. — seguía diciendo Rukia entre sollozos.

— ¿No quiso tener sexo contigo? — preguntó Matsumoto interrumpiendo el relato de la capitana del treceavo escuadron.

— ¿Te engaño con otra? — cuestionó ahora Nanao con indignacion.

— No quiere tener al bebe. — siguió Isane. En ese momento las mujeres inhalaron con desprecio y asombro ante tal declaracion.

— Imposible. Durante el tiempo qn que Rukia estaba indispuesta, Ichigo se mostró preocupado por ella, a pesar de que Rukia no lo recordara. — defendió Unohana llamando la atención de las chicas provovando que estas la voltearan a ver.

— ¿Entonces? — pregunto Hinamori, ahora dirigiendo su mirada a Rukia. Todas hicieron lo mismo, observaron y esucharon lo que ella iba a decirles con detenimiento.

— Durante el tiempo que no estuvimos juntos, Ichigo... — y de nuevo empezó a llorar, cuando se calmó, continuó — Ichigo había empezado a hacer el cuarto para nuestro bebe. — terminó ella para seguir llorando.

Todas las mujeres ahí presentes se llevaron una mano al pecho mientras en su rostro se dibujaba una sonrisa muy tierna.

— Ojalá hubieran más hombres como Kurosaki. — sentenció Matsumoto mientras se limpiaba la pequeña lágrima que se le había escapado.

Cuando Rukia se tranquilizó un poco, se levantó del lugar donde estaba, se dirigió a su escritorio y abrió uno de los cajones de este, de ahí sacó un paquete de pañuelos ya abiertos y un folder de color beige. Cerró el cajón, con una mano sostuvo su vientre abultado y con la otra se limpiaba, con el pañuelo, los cachetes y sus ojos de la lágrimas llenas de alegría que había derramado momentos atrás.

— Momo, creo que por esto habías venido. — dijo Rukia con voz ronca cuando le extendía el folder a la pequeña mujer que estaba en su oficina. Todas voltearon a ver a la señorita Hinamori cuando ella abrió el folder para leer los papeles que está contenía. — Esa es la persona que ocupará el lugar de teniente en el treceavo escuadrón. — continuó la capitana cuando terminó de limpiarse la nariz.

Sí las chicas habían visto con curiosidad el folder que se le había dado a la chica con cabello recogido, ahora querían ver el contenido de éste impacientemente.

Momo abrió ampliamente los ojos al ver el nombre que estaba escrito en aquel papel, que contenía la firma de la capitana afirmando a la persona que ocuparía ese lugar. La teniente levantó la vista lentamente sin ocultar su asombro.

— Kuchiki-san ¿Esta usted segura de esto? — cuestionó Hinamori. Rukia sonrió ligeramente sin separar sus manos de su vientre, asintiendo con la cabeza. — Entonces me marcho. — y abandonó el lugar con el folder en sus manos.

— ¿A quien escogiste como teniente, Kuchiki-san? — preguntó Matsumoto con una sonrisa llena de pillería.

— A Shiba Kaien. — respondió sin titubiar. Las chicas la miraron asombrada.

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Bueno jóvenes, hasta aquí el capítulo. Espero y les esté gustando. Ya estamos casi a nada de que se acabe.

Aprovecho para avisarles que estoy editando la historia de "En sus ojos, mis recuerdos están". Donde estaré actualizando cada jueves esa historia. Sí ya la leyeron, vuelvanla a leer porque si voy a cambiar varias cosas.

Sin más que decir, besos.

[+18] [AU ICHIRUKI] «Segunda Oportunidad» BleachDonde viven las historias. Descúbrelo ahora