[+18] [AU ICHIRUKI] «Segunda Oportunidad» Bleach

Capítulo 44: Vergüenza.

La familia Kurosaki se quedó en la sociedad de almas por un mes para estar con Rukia pues ella necesitaba ayuda en un regalo para su bebé.

— Entonces, atrapas la hebra con el ganchillo, le das una vuelta y la metes en la hebra anterior. — le explicaba Yuzu con paciencia.

Rukia había decidido hacerle un pequeño suéter a su hijo, el problema es que no sabían cuál era el sexo del bebé pues en los ultrasonidos no se podía apreciar, Ryūken, Unohana, Isshin y Uryu, por más que examinaban los vídeos no podían ver nada. Había algo extraño en su embarazo.

— Muy bien, te está quedando muy bien Rukia. — felicitó Yuzu viendo como el tejido de la capitana tomaba más forma.

— Hola. — saludó Ichigo desde la entrada de su habitación, sorprendiendo a su esposa y hermana. Rukia tratando de que Ichigo no viera lo que hacía, se levantó rápidamente de la cama, tiró todo el estambre y lo escondió debajo de la cama. Tal acción tan brusca no paso desapercibido ante la vista del peli naranja.

— Ho... Hol... — trató de saludar pero los nervios que inundaban su cuerpo la estaba traicionando.

— ¿Qué me están escondiendo? — interrogó Ichigo mientras daba unos pasos hacia su esposa y su hermana. Yuzu apreciaba la escena sin saber que hacer pues su secreto estaba a punto de ser descubierto.

— Yuzu y yo estábamos hablando cosas de chicas. — se excusó Rukia con nerviosismo. Después de esto la volteó a ver y le hizo una seña a Yuzu con los ojos para que saliera de la habitación. Momentos después, solo estaba la pareja en la habitación.

La distancia que había entre las dos chicas y el capitán era aproximadamente de un metro. Ichigo analizó con la mirada a Rukia, de abajo hacia arriba y regreso la mirada al piso otra vez, debajo de la cama se podía apreciar la hebra de un estambre de color violeta. Sonrió victorioso. Caminó y se agachó cuando estaba cerca de aquel estambre. Extrajo todo lo que había debajo de la cama.

— ¡Aja! Te he descubier... — no terminó de decir cuando vio que el estambre violeta formaba un suéter donde cabría a penas un bebé recién nacido. Aquella sonrisa de victoria se fue transformando a una sonrisa de ternura y amor. Dirigió su mirada al cuerpo de su esposa. Ella lo veía nerviosa y con vergüenza al verse descubierta. Ichigo la abrazó con cuidado para no lastimarla y le depositó un beso en la frente de la chica. — Eres perfecta. — se separó unos centímetros de ella, agarró la barbilla de Rukia con su mano izquierda y le dio un pequeño beso en sus labios. Las mejillas de Rukia se vieron sonrosadas por la acción de su esposo.

— Tercera hija, es hora de que vayas con el doctor. Hoy tienes cita. — anunció Isshin casi con un grito, interrumpiendo el momento romántico entre la pareja. Ellos se separaron avergonzados y Rukia asintió con un «Sí» casi inaudible, luego le pidio a los presentes que abandonaran la habitación para poder cambiarse.

La familia Kurosaki cruzó el portal de la familia Shiba pues esa tarde tendría consulta en el hospital de la familia Ishida.

Rukia había llevado un vestido naranja con pequeños puntos blancos, con tirantes delgados, el escote en forma de "V" mostrando sus ya crecidos pechos a causa del embarazo, el vestido le llegaba hasta la mitad de sus muslos, con unos holanes en la orilla del vestido. Ichigo solo llevaba unos jeans de color azul claro y una camiseta de color blanco. La familia Kurosaki entró el consultorio para poder apreciar el ultrasonido de Rukia.

Ella ya se contrabando en la camilla y con el vientre descubierto, Uryu buscaba en uno de los cajones, que se encontraba en la gavetas de a lado, el gel que le pondría a Rukia, Ichigo estaba a lado de ella sosteniendo su mano con fuerza por la emoción de ver a su hijo de nuevo. Isshin, Yuzu y Karin estaban atrás de la pareja esperando, impacientemente, que ya iniciara el chequeo. La habitación estaba en un relativo silencio pues se escuchaban los cláxones de los autos de afuera, los pasos de las personas que estaban afuera del consultorio.

— Cariño, me dijeron que estabas aquí. Quería decirte que... — el rostro de la mujer que se encontraba en la puerta del consultorio de tiñó de rojo por ver que había interrumpido a su novio — Yo... Creo que será mejor que yo me vaya. — Todos observaban anonadados a Orihime. — Kuchiki-san. — dijo sorprendida al ver a la chica que estaba en la camilla, dio unos pasos hacia adelante y cerrando la puerta detrás de ella. Se acercó más a Rukia hasta llegar a su lado.

— Hola. — saludó Rukia con una sonrisa tratando de reincorporarse — Hace tiempo que no te veía.

Uryu se acercó a Rukia, Orihime se apartó dejando que su novio hiciera su trabajo. El doctor se sentó entre la camilla y el monitor. Depositó el gel en el vientre de la capitana, luego posó el aparato sobre ella y lo fue moviendo.

Analizaba la imagen con detenimiento.

— Ya cumplirás ocho meses ¿No es así? — le preguntó Uryu a Rukia.

— Sí.

De repente dejo de mover el aparato para observar la imagen, después abrió sus ojos con asombro.

— Eso es... — dijo Isshin parándose de su asiento.

— Sí, al parecer lo es. — confirmó Uryu.

— ¿Qué pasa? — preguntó Rukia con nerviosismo. Yuzu, Karin y Orihime se preguntaban lo mismo.

— No es un bebé — dijo Ichigo sin apartar su vista del monitor ni su mano de su esposa — son dos, Rukia. Son gemelos. — declaró Ichigo dibujando una gran sonrisa en su rostro y lágrimas asomándose por la orilla de sus ojos.

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Bueno jóvenes, hasta aquí el capítulo de hoy. Espero y les haya gustado como a mí.

Besos.

Voten y comenten.