Ichigo observó a Rukia con estupefacción. Era la primera vez que ella le pedía algo así, además, ya habían pasado varios años desde la última vez que visitó la tumba de su madre.
Ichigo, quien nada más tenía el pantalón de la pijama puesto, se acercó a Rukia en silencio. Agarró las delgadas muñecas de su esposa y caminó hacia atrás para poder sentarse en la orilla de la cama y poder estar a la altura de ella. Los dos se veían a los ojos, la azabache en busca de una respuesta e Ichigo la miraba con amor.
— Sí eso es lo que deseas, está bien. — contestó el peli naranja dándole un beso en el dorso de su mano.
Rukia sonrió alegremente y se acercó a los labios de él.
Las manos de Ichigo bajaron hasta los muslos descubiertos de su esposa, primero los rozaba con lentitud, después sus movimientos se volvieron más ansiosos y ascendió a los glúteos de la chica, acercando más el cuerpo de la chica a él.
— Estás... — pronunció Rukia entre besos — aplastando mi vientre...
Ichigo al escuchar la queja por aparte de su esposa, alejó rápidamente su cuerpo del de ella para darle más espacio y no lastimarla.
— Perdón, no me fijé. — se disculpó sinceramente. Rukia le regaló una sonrisa a su esposo y se metió lentamente en las sábanas de la cama. — Dulces sueños. — deseó Ichigo dándole un beso en la frente. Después él se acostó a su lado.
Esa noche fue algo intranquila para la pareja pues Rukia no pudo dormir.
— Se está moviendo demasiado. — decía mientras caminaba con cansancio en la sala de la casa, con sus dos manos sobre su espalda. — Ya no aguanto. — los ojos de Rukia empezaron a arder y por sus mejillas rodaron lágrimas. Exhaló pesadamente, sobando su espalda. Ichigo se acercó a ella por detrás, poniendo sus manos en la parte baja de la barriga abultada. Recargó su barbilla en el hombro izquierdo de su esposa y le susurró al oído.
— Solo un poco más, solo un poco. — le pidió con cansancio.
— Quiero llorar... más. — exteriorizó Rukia con la voz temblorosa. Ichigo agarró la muñeca de la azabache y la guío al sillón más grande de la sala. Los dos se sentaron, él la cubrió con una cobija blanca y dejó que el rostro de su esposa descansara en el pecho de él.
— Llora.
Dos horas después, Rukia cayó en los brazos de Morfeo. Ichigo con cuidado la recostó en el sillón, levantó la vista a la ventana de la sala y pudo ver qué unos rayos de sol de filtraban por esta.
6:45 AM
Leyó en el reloj digital que estaba a lado de la pantalla.
Decidió tomar un baño, preparando el desayuno, una gran cantidad de café y leer varios archivos en los que Uryu le había pedido ayuda. Las ojeras de aquel hombre eran muy pronunciadas.
— ¿Qué tal su noche? — preguntó la cabeza de la familia mientras entraba en la cocina, encontrando a su hijo bebiendo café y leyendo unos papeles. Ichigo levantó ligeramente su rostro que estaba escondido en los informes, dejando que su padre viera las manchas oscuras debajo de sus ojos — Oh, creo que no han tenido buena noche.
— Hace una hora que Rukia logró dormir pero está descansando en la sala. Por favor, no la vayan a despertar. — le pidió mientras guardaba los papeles en unas carpetas. — Quedé en apoyar a Uryu en el hospital, así que regresaré en la tarde. Rukia ya lo sabe. Cualquier cosa me llaman por teléfono. — informaba mientras vertía su café en un termo grande, tomaba las carpetas y las llaves del auto que le había prestado su padre.
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[+18] [AU ICHIRUKI] «Segunda Oportunidad» Bleach
AcakEn una misión en cubierto en el mundo, Rukia pierde la memoria. Ante las situaciones adversas, Ichigo trata de tomar decisiones maduras tratando de omitir sus sentimientos hacia ella sin embargo será complicado con la aparición de Teiboku, un nuevo...