Capitulo1- Pablo

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Marea- Que se joda el viento

21-marzo-2013

-¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz! ¡Te deseo yo solo! ¡Cumpleaños feliz! ¡Biieeen! - gritó Alisson en mi oido.

-Me cago en la puta, Alisson, ¿qué coño haces?- dije mientras me tapaba la cabeza con la almohada.

-Despiertate, son casi las 11, y es tu cumpleaños, ains levántate ya - dijo pataleando el suelo como una niña malcriada.

Cogí mi móvil y miré la hora. 9:45

-Qué cabrona eres... Son las 10 menos cuarto. Quiero dormir. -Dije poniendo ojos de corderito.

-No. Levántate.

-Fea -Le dije miemtras me levantaba de la cama y mentía. Alisson era bastante guapa. Tenía el pelo castaño claro, con mechones color miel, tenia flequillo, el cual en verano era bastante gracioso verlo revuelto al secarse con el sol. Sus ojos siempre tenían un brillo especial, y eran de un marrón tan oscuros que parecían negros.

Ella se limitó a sacarme la lengua. Bajamos por las escaleras, y llegamos a la cocina. En la encimera había una fuente con galletas maría untadas con nocilla, bañadas en leche y con lacasitos por encima. Ella se apoyó de brazos cruzados en la encimera mientras yo cogí dos cucharas y una se la tendí a ella.

La imité apoyando mi brazo derecho en la encimera mientras cogía de la tarta que Alisson me había preparado.

-Oh que idea más original -Dije con cierta ironía. -De camino a mi casa han abierto una pastelería nueva, no la has visto ¿No?

-Qué desagradecido eres. -Dijo arrojándome el paño de la cocina a la cara. -Olvídate de que el próximo año te haga nada, ¿eh? - me dijo señalándome con el dedo índice de su mano derecha, mientras que con los otros dedos sujetaba la cuchara.

-Menuda amenaza, señorita Brillot - Brillot ese era su apellido, para ser sinceros le quedaba de perlas.

Ella rió.

-¿Te acuerdas de la noche en la que nos conocimos? - Me preguntó mientras cogía otro trozo de tarta

-Claro que si, enana, como olvidarme de esa noche.

Nuestra historia no era una historia normal, tenía con Ali la confianza que nunca había tenido con nadie. Y es que ella lo tenía todo. Era guapa, era lista, era comprensiva, era... era ella. Y daba gracias porque el destino la hubiera puesto en mi camino un catorce de octubre.

Ambos comentamos algunos detalles de aquella noche hasta que nuestra conversación se vio interrumpida por mi móvil. Era un mensaje de Romeo, nos avisaba de que en diez minutos saldría de casa y que nos esperaría en media hora en la puerta del restaurante. 

Después de cambiarnos de ropa, Ali y yo subimos al coche.

-¿Vendrá Javi?- Preguntó Ali mientras buscaba algo en la guantera.

-No lo sé. Le escribí un mensaje la dirección y la hora de la comida, pero no me contestó.

-Pablo, tu hermano nunca ha sido de mostrar sus sentimientos, lo sabes mejor que yo, pero no hace falta sacarse un master para saber que te echa de menos. Todo se solucionará pronto, ya lo verás.- Después de decir esto, Ali cogió mi mano derecha que descansaba sobre su muslo y depositó en ella un suave beso.

Cuando por fin encontró el disco que estaba buscando, lo introdujo en el reproductor de música del coche y puso la canción número once, la última del disco "28.000 puñaladas", de Marea.

Nos vemos en la luna (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora