Capítulo 15: Kamikaze

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El fuerte ruido del constante taconeo, que se acercaba, sobre aquella loza tomó desprevenido a Marcus.

No esperaba visitas.

El hombre estaba frente a una mesa llena de libros e ingredientes para hechizos. Aferrado a su mano derecha, como si pudiese perderse en cualquier momento, se encontraba un vaso de cristal relleno de líquido ambarino, por demás está decir que era licor. Los claros y por demás expresivos ojos del hombre se enfocaron en la entrada de la habitación donde se encontraba.

A pesar que el sol irradiaba su luz fuera de aquel lugar, la habitación tenía aspecto lúgubre. Cientos de libros antiguos eran apilados en las estanterías que decoraban las paredes de aquel sitio. Las ventanas poca luz dejaban colarse, aportando así a aquel aspecto tétrico. A través de los pocos rayos solares que lograban entrar se distinguían las motas de polvo que circulaban rítmicamente en el ambiente.

La puerta se abrió de golpe, haciendo que el ruido resonara en la habitación.

Marcus entrecerró sus ojos al distinguir la mujer que entraba como una fiera. Sin mediar palabra alguna la pelirroja estiró su mano en dirección al hombre y entre dientes pronuncio palabras que tuvieron efecto en él. Chocando de golpe contra la pared, Marcus dejó escapar un grito de dolor y sorpresa.

- Isobel, ¿Qué…?

Ella no le dio tiempo de seguir hablando, con una mirada que se podría decir que echaba fuego, observó el lugar. Las estanterías y mesas, todo lo que había en aquella habitación, se encendió.

Los verdes y hermosos ojos que una vez distinguieron a Isobel, ahora se tornaban rojos.

• • •

Dean subió las escaleras que le llevaban hasta la puerta del búnker. Ya sabía quién estaba tras ella y eso le hacía doler el estómago. Respiró hondo antes de abrir la puerta.

Con una resplandeciente sonrisa Sandra saludó al mayor de los Winchester. Este se hizo a un lado para dejarla pasar. Ella le notó algo contrariado pero sabía que él y su hermano pasaban por mucho así que mantuvo la sonrisa y levantó los brazos a la altura de su pecho para dejar ver que había traído provisiones para los hermanos. Dean podría jurar que además del olor a pollo asado había un aroma a pie.  Entonces ante el pensamiento de que la chica quería animarlos un poco, el rubio sonrió.

La pareja de cazadores habían pasado la última hora hablando y argumentando. Uno frente al otro. Dean le había dicho lo que sentía respecto a la chica Day uniéndose a la causa contra la oscuridad pero ella se negaba a aprobar su petición. El rubio trataba de hacerla entender, pero ella era terca. Ahora el mantenía un aspecto como cuando la recibió: contrariado; ella se mantenía seria.

- Dean, gente que conozco, conocía… -se corrigió a sí misma. – murió a causa de… -no sabía cómo llamarle a aquella fuerza. – Amara. Lo menos que puedo hacer es unirme a ustedes en esta lucha. Eso no les traerá de regreso, claro. Lo sé. Pero al menos sé que salvaré vidas inocentes y…

- Sandy, podrías morir. –interrumpió Dean.

- ¡¿Y qué?! Habré muerto por algo. Luchando.

- No puedo permitir que tú…

- Dean, no me tienes que ver en la lista mental que llevas con los nombres todos los que han muerto “por su culpa” –dijo ella usando como frase algo que Dean había dicho antes. – Porque no es así.

- Sandy, escucha…

- También han muerto personas… personas que no pude salvar… -bajó su mirada, enfocándose en el vaso que tenía entre manos. – y que están constantemente en mis pensamientos.

Black Soul | SUPERNATURAL [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora