Capítulo 20: Traidora

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Después de un rato los hermanos permanecían en silencio dentro del impala. Dean conducía metido en sus pensamientos, sin prestar atención a la melodía que sonaba en su radio. Simplemente, no estaba de humor. Por su parte, Sam no dejaba de ver su celular en busca de alguna señal de la bruja o la cazadora. Tenía la sensación de que algo no iba bien. Sam no sabía si contarle su preocupación a Dean, pues acababan de partir de Colorado, donde los hermanos habían conocido una pareja de cazadores mientras resolvían un caso.

Era cierto que ambos estaban adoloridos después de las luchas con las criaturas y que les preocupaba la desaparición de Cas y Amara, pero como Sam había dicho: tenían que ponerse a trabajar hasta tener algo que los llevara al ángel.

- Una vez más que mires ese celular… -comenzó Dean-. Lo voy a tirar por la ventana.

- Me preocupa Is… -Sam se contuvo de mencionar a la bruja pues sabía muy bien cuanto Dean la detestaba. Dean lo fulminó con la mirada-. Dean, me preocupan –dijo finalmente-. Ambas.

- Te preocupan una cazadora con experiencia y una bruja –lo cierto era que el mismo estaba preocupado-. Me preocuparía más que se mataran una a la otra y no por el caso –rio Dean, Sam hizo una mueca.

- No lo sé, Dean.

- Llama a Sandy, si no contesta…

- Bien –soltó Sam comprendiendo a que se refería su hermano.

• • •

En una esquina de la habitación estaba una joven mujer de cabellera roja. Su pálida piel hacía más notable los golpes y la sangre sobre todo su cuerpo. A su lado, yacía un cadáver. La pelirroja lloraba descontroladamente mientras se retorcía.

- ¿No me vas a pedir que pare? ¿Qué la deje en paz? –quiso saber la diosa.

- ¿Por qué haría eso? Ni siquiera la conozco, no soy una heroína para sacrificarme por ella… -se encogió de hombros Isobel.

- ¿Segura?

Isobel mantuvo siempre su mirada fija en Sedna. No podía mostrar debilidad. Ahora entendía a Rowena. Aunque su estómago estuviese revuelto, su corazón latiera más rápido, y el miedo recorriera sus venas sin cohibirse, ella no podía mostrarse débil por aquella mujer. Los gritos de la chica la estaban poniendo con los nervios de punta.

- A ver… Jonathan, cariño, levántala –el esbelto hombre obedeció-. Ahora, linda… -desvió por un segundo su mirada a Isobel y luego a la muchacha-. ¿Cómo te llamas? –por unos segundos la mujer dejó de retorcerse de dolor, como si este hubiese desaparecido; le tomó unos segundos más responder a Sedna.

- Eyra.

- Bonito nombre, ¿no Isobel? –dijo Sedna sonriéndole a ambas pelirrojas-. Pero creo que eso ya lo sabias, Isobel, querida.

- ¿Podrías dejarte de juegos e ir al grano, querida?

- Bien, como quieras –con un sutil movimiento de su mano, Eyra cayó al suelo retorciéndose nuevamente y Jonathan se alejó solo unos centímetros del cuerpo que convulsionaba-. Eres una traidora miserable –chilló como una niña haciendo berrinche- ¡Me lo robaste todo! Si tú no te hubieses metido… Logan y yo…

- ¡Ay, por favor! ¿Todo esto es por Logan y sus falsas promesas?

Isobel estaba furiosa ahora, ¿realmente esta mujer solo quería venganza por una vieja treta, en la que ella y Logan (que ahora estaba más que muerto, gracias a los Winchester) habían participado?

- Él me prometió mis manos de vuelta… él dijo que me amaba…

- A todas, querida, a todas le decía lo mismo. Solo deseaba tu poder –dijo con simplicidad la pelirroja.

Black Soul | SUPERNATURAL [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora