La tenue luz de la lámpara de mesa era el único resplandor en aquel lugar. Los constantes jadeos hacían eco en la habitación. Sus respiraciones chocaban mientras sus cuerpos, que se movían a un compás bastante sincronizado, comenzaban a sentir una sensación de placer extrema. El cuerpo de la pelirroja se estremeció de pronto, haciendo que su espalda se curvara, mientras el liberaba su euforia. Unos segundos después su empapada frente chocaba con la de ella de manera suave, y sus sudadas melenas se mezclaban. Ambos con una sonrisa de satisfacción que adornaba su cara.
Sam se sentó de golpe en la cama. Era la tercera noche en una semana que soñaba con Isobel. Cada vez sus sueños se sentían más y más reales. Una parte del castaño se preguntaba cómo estaba la chica, pero otra al mismo tiempo le gritaba que ella lo había traicionado. Le había mentido.
Como gesto de frustración se llevó las manos a la cara, desplazándolas lentamente hasta llevarlas a su cabello. Se volvió a tirar en la cama y allí se mantuvo unos largos minutos, debatiendo que debía hacer. Sin llegar a alguna conclusión, tomó su celular y vio la hora, era temprano, posiblemente aun no amanecía y sin nada mejor que hacer hasta encontrar un caso, Sam se levantó de su cama, se duchó y se preparó para salir a correr un rato.
En la otra cama de aquella habitación de motel, estaba Dean que hacia un rato que había despertado pues había escuchado murmullos por parte de su hermano menor mientras dormía. Dean sabía exactamente que había murmurado Sam y una parte de él estaba molesta. Era como volver a repetir el asunto de Ruby. El rubio opaco sabía que Isobel no le convenía a su hermano, así que haría lo posible por alejarlos. La pelirroja solo lo llevaría de vuelta al lado oscuro y Dean Winchester no lo permitiría.
Escuchó a su hermano salir de la habitación y observo su sobra alejarse a pie, resignado se puso de pie e imitó a su hermano, se metió a bañar; una vez que salió de la ducha, se puso a investigar el caso en el que trabajaban.
El caso consistía en la muerte de tres pescadores, todos familiares. Dos de ellos eran primos hermanos, el otro era primo lejano y aunque no mantenían comunicación entre sí, fueron encontrados ahogados a pocos días de los fallecimientos de los demás. Todos en las mismas circunstancias. Ahogados pero con señales de lucha.
En el pueblo costero se comenzaban a rumorear que se trataba de una maldición, otros rumores eran sobre criaturas marinas que asechaban a la familia, en espacial a los pescadores que se metían con ellos.
Nadie sabía exactamente a que se enfrentaban.
Por eso, Dean tomó la computadora esa mañana y comenzó a buscar sobre muertes similares, para su sorpresa, esa eran las únicas muertes de ese tipo en ese pueblo. Frustrado se reclinó en la silla donde se encontraba y suspiró exasperado. Estaban en una calle sin salida.
Habían llegado ahí la noche anterior. Hacia una semana desde el incidente de Isobel. Dean no sabía si estaba molesto con Isobel por engañarlos o si estaba molesto consigo mismo por no ver las señales a tiempo. Eso lo hacía sentir inútil. Le preocupaba Sammy.
Dean cerró sus verdes ojos y trató de despejar su mente. Apartó todo pensamiento relacionado al caso o a Sam o Castiel, Amara, Rowena, Crowley, el cielo o el infierno. No había nada pasando por su mente. Casi podía sentirse relajado hasta que un pensamiento, más bien una memoria lo chocó. Podía ver con claridad, mientras agonizaba de un fuerte dolor y sentía que la vida se le escapaba, su rostro lleno de preocupación. Los verdes ojos que adornaban aquella pálida cara con sutiles pecas, casi podían percibirse desesperados y tristes. Ella sufría. Sufría por él.
Dean sacudió su cabeza, abrió sus ojos, se inclinó hacia al frente y apoyó sus codos en la mesa para luego descansar su cabeza en sus manos. Se sentía estúpido pensando en ella. Ella era un monstro como todos los de su especie. Era por eso que en ese momento decidió que la próxima vez que se la topara de frente, la mataría.
ESTÁS LEYENDO
Black Soul | SUPERNATURAL [En Pausa]
FanficSólo Crowley, Lucy y Castiel saben lo que ha pasado dentro y fuera de la jaula. Rowena era la única con poder de manipular dicha estructura, la única con el poder de devolver al arcángel a la jaula y sacar a Castiel y Miguel. Ahora la bruja ha muert...