Capítulo 14: Inevitable

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Todo se había salido de control con los Winchester, los MacLeod, Castiel, Lucifer y la Oscuridad. Amara había terminado llevándose a su sobrino y Castiel (que estaban en el mismo recipiente), Crowley había sido el primero en desaparecer y Rowena lo imitó poco después.

Y una vez más Sam y Dean se quedaban con el problema entre manos haciéndose cada vez más y más grande.

Desde que los hermanos habían regresado al búnker, Dean se la pasaba metido entre libros buscando alguna solución, a los recientes acontecimientos, en ellos. Debía traer a Cas de vuelta. Sam igualmente hacia su parte pero Dean parecía no descansar nunca.

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Su piel estaba más pálida de lo normal. Sus ojos verdes lucían preocupados. Estaba cubierta de sudor. Su corazón palpitaba fuertemente contra su pecho. Una extraña sensación crecía en ella. El hombre que estaba sentado en un sofá de color oscuro, llevaba rato observándola. Ella sabía que él no la mataría, al contrario, pero la hacía sufrir.

Él deseaba que ella hubiese aceptado su propuesta desde el principio, así no tendría que obligarla, como hacía en esos momentos. Él se encontraba plácidamente sentado en el sofá, no tenía que hacer mucho solo jugar con su mente. Ella se encontraba parada frente a él, estaba en un trance, su cuerpo estaba en aquella bodega pero su mente no. Lagrimas rodaban por la cara de la pelirroja rosando sus labios, acumulándose en su barbilla para luego perderse en la caída al suelo. Marcus no disfrutaba de aquello pero se repetía que debía hacerla entrar en razón. Bien sabía él que Rowena no amaba a nadie pero nunca enseñó eso a sus hijos, solo les abandonó. Y ahora Isobel sufría por eso.

Fragmentos de su vida, los dolorosos, los que realmente le habían marcado le volvían a hacer daño. Había uno en específico, muy específico. Recordaba aquella pequeña cara y frágil cuerpo pero que dejaba notar que tenía fuertes pulmones. Sus grandes ojos verde esmeralda y los escasos cabellos. Su suave piel y su olor, su esencia. Recordaba cada rasgo como si realmente le tuviera delante, aunque ella estaba segura que era solo una alucinación. Aun así, seguía siendo doloroso. Le había perdido gracias a la magia.

Entonces, Isobel conectó los puntos. Ella sufría por la magia. Cada uno de esos momentos: el aquelarre, las muertes, las cosas malas que hizo tanto por sí misma como por prisionera, y múltiples cosas más estaban llenos de magia que consumió su alma hasta dejarla oscura. Dejándola con un alma negra.

Aun con todo el daño que haber nacido con magia le pudo haber traído, lo que el hombre le pedía era imposible. Ella no podría hacer eso... ¿o sí?

Marcus se puso de pie, contempló los ojos de la pelirroja unos segundos, lentamente subió sus manos y las dejó en las suaves mejillas de la joven bruja. Su pecho se hinchaba al ver cómo había crecido y cuan hermosa era. No merecía lo que estaba por pasarle.

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Ella sonrió al leer el mensaje que había llegado a su celular.

Le había dicho a su primo que solo sería Salar & Quemar, y pronto volvería a casa. Pero el castaño le había advertido; a él no le apetecía quedarse en casa mientras ella se encargaba de un caso. Todo había salido bien con la chica de azabache cabellera. Hacía pocos minutos, antes de recoger sus cosas y entregar la habitación de motel, había hablado con Andrew que al parecer no la necesitaba, pues después de que Sandra insistiese en que debía descansar de la locura vivida casi una semana debía retomar algo de normalidad; jugando a cupido la muchacha le arregló una cita y según le contaba su primo, ella no podría pisar la casa por unos días. Negó ante tal situación. Al menos uno de ellos tenía acción y liberaba estrés de paso...

Black Soul | SUPERNATURAL [En Pausa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora