~ Escrito sobre tu piel ~

No eres nada mío y menos una amistad tenemos

—Si... —La boca de Lucie también busco su piel regando besos mojados en su pecho y hombros mientras sus manos encontraron su hombría, dura esperando que alguien le dé cariño justo como su mano lo hacía, lo sentía caliente a tal grado que lo quiere en ella para calmar ese calor.

Kai se lamió sus labios los cuales inmediatamente quedaron sedientos de ella, buscó su cavidad bucal la cual fue correspondida en menos de un segundo profundizando ágilmente con su lengua. En busca de más y jamás dejar de hacerlo. Ella le siguió su beso aún con más necesidad de la que el demostraba, su mano lo atrajo más a ella aún sin dejar de acariciar sus cabellos ni su pene el cual sentía más duro a cada segundo que pasaba, a cada caricia que su extremidad da.

Kai pretendía ser partícipe de esos movimientos, en el caso de él, tocando esa feminidad que añora por su mano y aún más por sus labios. Pero Lucie sabe lo que está haciendo, en un vaivén de su extremidad derecha, produce gemidos ligeramente sobre el hombro, dejando inconscientemente unas mordidas de la excitación sexual. Ambos se pedían más en esa actividad tan cerca la única donde sus cuerpos se complementan en totalidad. Kai la detuvo en sus movimientos que solo iban a producir venirse más pronto de lo normal. Fue así como la despojó de su ropa y la dejo caer sobre la cama, cuándo ella comenzó a devorar lo con la mirada, Kai comenzó a desnudarse en un baile privado para ella, dejando caer cada prenda al costado de la cama. Acomodó cada pierna de Lucie sobre sus hombros dándole acceso todo a su lengua traviesa la cual atravesó inmediatamente esos labios vaginales humedecidos por la excitación previa, la estimulación que le dio a través de su mano.

—Hgmmm... Ka-ai... —Gimió notoriamente Lucie al sentir la caricia de su lengua, buscó como ya es habitual más acceso, acomodó dando su pelvis hacia el rostro de él, lo que no se espero es que Kai comenzó a jugar con esa parte carnosa y jugosa, su clítoris pedía a gritos ser atendido y así como el muchacho la comenzó a estimular en movimiento de un vaivén bien humedecidos por su boca, entre succiones y lamidas.

—Por Dios... Kai... No... Aguanto... —jadeos y gemidos ahogados se presencia en la habitación inundándose en ese ambiente de placer. Kai aumento la velocidad que su cavidad bucal proporciona sobre Lucie hasta que sintió esa humedad salir con exactitud sobre él y aún más con ímpetu.

— ¡Kai!... Ohh... —gimió cuando el orgasmo salió de ella de una forma desesperada, se había mantenido lo más que pudo pero él sabía cómo excitarla al punto de correrse rápidamente. —Kai... Necesito más... Te quiero dentro de mí... Te... Lo ruego... —Lucie bufó con la respiración entrecortada, lamiéndose en reiteradas oportunidades sus propios labios.

—Tu sabor es único mi Lucie, me gusta cómo te corres para mí, como gimes mi nombre y me fascina como te contornas por más... Eres perfecta mi preciosa... —musitó Kai acomodándose está vez sobre ella para besar uno de sus pezones expuestos y automáticamente estos se volvieron endurecidos, en lo cual Lucie comenzó a gemir buscando su feminidad, acariciándose a ella misma, se nota que necesita más cuando su cuerpo comenzó a dar espasmos por su contacto mínimo de sus manos.
Cuando ya tuvo el sobre planteado sobre sus manos lo desenvolvió con la intención de ponérselo pero Lucie lo detuvo en un movimiento seguro.

— Quiero sentirte completo para mí... Sin nada que nos limite a la consistencia pura del placer —Confesó Lucie con sus mejillas sonrojadas, su voz rasposa por la falta de respiración ante la belleza que tiene frente a él.

Kai asintió sin decir nada dejando lo que fue el preservativo de lado, volviendo a ella con una sonrisa amplia. Sería una de las pocas veces que tendría un contacto más directo y placentero. Sus labios se unieron en un beso candente, que desborda deseos incontrolables para ellos mismo. Sus sexos se rozan en cada movimiento que inconscientemente se dan, del con el fin de estar completamente juntos.