Dias donde estás y no lo estás

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Esta parte incluye solo la perspectiva de Lucie

Espero que os guste



El día había sido atronador, estuvo toda la tarde de mal humor, Shepley la había molestado todo el día, ¿no te dieron anoche?... Estas peor que un perro sin su hueso, pudiste haberte levantado con el pie derecho, todos sus comentarios habían hecho que Lucie se sintiera peor de lo que ya se sentía.

— Shepley... ¿Podrías por favor cerrar tú boca?

— Entraré a una conferencia sobre BUSCANDO respuestas... No lo haré... ¿Te veré después?

Lucie se encogió de hombros sin importarle la respuesta ya tenía claro que Shepley no recibiría un no por respuesta, suspiró cuándo lo último que quedaba era ella en el edificio, no se había dado cuenta de que ya todos se habían ido, estaba ensimismada en lo que había pasado la noche anterior, odiándose al instante por pensar en eso, en algo fallido, en algo que jamás debió suceder, pero la perseguía, si cerraba sus ojos podía ver los de él mirándola fijamente mientras su cuerpo se movía en un vaivén dentro de ella, dejó salir un grito de impotencia por pensar en él y en lo que había provocado a su cuerpo, no se sentía nada bien eso desconocido para ella y lo mejor era parar, olvidar, sacar su tormento de la mente, fue así como salió del edificio dirigiéndose a su departamento, un mensaje de Shepley llegó a su bandeja y le contestó con un simple "si" no se había tomado el tiempo de leerlo, sabía que pondría, una vez en su departamento dejó todas sus cosas en el salón y sin perder tiempo tomo una copa junto a una botella y dedicó a ese íntimo momento de ella y el vino, después de varias copas el timbre sonó y con una sonrisa salió a ver quién era, la esperanza que fuera él que no quería nombrar se fue a la basura viendo a Shepley delante de ella con varias botellas de tequila, Whiskey, entre otras cosas, negó con una sonrisa tomando una de las botellas y besando su mejilla en forma de agradecimiento.

—Te adoro... Cierra la puerta.

Su mejor amiga asintió cerrando la puerta y quitándose sus zapatos de tacón, bastante incómodos a como se veían, salió detrás de Lucie y buscó un vaso para ella junto a varias bocas para poder comer algo.

—Ya... Cuéntame.

—¿Que te cuente qué cosa?

— Ya sabes de lo que hablo Lucie...

Lucie hizo una mueca, sabía que su amiga no se le escapaba ni una, ni cuándo estaba alcoholizada, se preparó para hablar después de soltar un largo suspiro y beber un poco más de su amarga bebida.

—Me acosté con un chico.... No hagas esa cara, me trató como si fuera quién le contrató para acostarse conmigo.

— Qué hijo de puta... ¿Era guapo por lo menos? O ¿gordo como Matías?

De sólo recordar al chico con quién perdió la virginidad le dio asco, su estómago se revolvió y negó reiteradas veces un poco asustada.

— Era lo más sexy que podrás ver en mucho tiempo, y jodidamente macho en todo sus aspectos... Pero ya pasó... Quiero olvidar eso y seguir con esto.

Blandeo con una sonrisa la copa y Shepley sonrió dándole la razón, una de las mejores ventajas de tener una amiga es que cuándo quieres que se callen... Se callan, así es Shepley, sólo vive para apoyarla aún antes de su viaje, la noche no pasó a más, cambiaron ese tema dejándolo zanjado y en el olvido cambiándolo por un poco de diversión, un baile y las botellas completamente vacías, al término de 4 horas las dos chicas se encontraban dormidas en el sofá mientras una película de romance llenaba el silencio del departamento.

Un cosquilleo en su cintura la hizo despertar, los ojos de Kai la acosaban está vez a ella, sus manos volvían a estar encima y las de ella recorriendo su piel y lo duro de sus músculos, un grito de impotencia la despertó de golpe encontrándose en el sofá con Shepley roncando en la gruesa alfombra y una cobija encima, había sido un sueño, un estúpido sueño que muy en el fondo ella no quería que acabase, la mañana transcurrió con normalidad, ellas se bañaron y desayunaron algo maquillándose una a la otra tratando de tapar sus ojeras y la resaca que habían adquirido, Lucie era más propensa debido a sus gustos, ella sólo tomaba vino, mientras Shepley todo lo que pasará por su boca era digerible, el trabajo había sido monótono, tanto que ella misma salió temprano ese día, le gustaba lo que hacía y no comprendía cual era el motivo, pero no se sentía de la mejor manera, mientras iba manejando de vuelta a casa escucho su teléfono sonar y sin pensarlo mucho contestó.

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