~ Escrito sobre tu piel ~

¿Pasa algo? ~¿Debo tener alguna razón para mirar a quien amo?

El tic nervioso de Lucie hizo que su labio nuevamente se hallase mordido, negó encogiéndose de hombros y saliendo del ascensor la fila de autos de diferentes colores parecía más importante que comer algo, deseo que Sam estuviera ahí, dándole un consejo como siempre hacia, se obligó a sonreír y meter la mano en el jean de Kai, era difícil para el y ella tenía qué comprenderlo.

—Entonces... ¿McDonald's?

El muchacho de ojos miel asintió adentrándose al asiento del copiloto. Le molesta ese silencio que se otorgó autoritariamente ante las preguntas sin respuesta de ambos. Una vez dentro se puso el cinturón de seguridad, bajó ligeramente el vidrio esperando que la brisa le ayudará a despejar quien sabe perfectamente que son sus complicaciones.

Fue turno de la castaña suspirar  un poco sorprendida por su brutalidad, podía darse una idea de porque estaba molesto pero no le diría nada, subió a su asiento, colocó su cinturón encendiendo el auto y saliendo del edificio, su mano busco la radio que con un botón comenzó a sonar  una canción, todo para llenar el silencio incómodo que había en el auto, producto de los mismos problemas que deben enfrentar ellos mismos.
El trayecto estaba siendo tedioso a base de ese silencio hasta que éste mismo  fue interrumpido por una llamada de su móvil, Kai al ver  de quien se trata, negó ante la posibilidad de responder pero solamente por que deben y tiene que hacer algo en común contestó.

—Matias... Habla — Respondió escuchando sin importarle demasiado mientras su mirada está pendiente de todos los movimientos provenientes del lugar que transcurren en el carro.

—Hey... No seas así tío, sabes que te he dejado dormir en mi hogar y ni pío he dicho.

—Se justo y habla lo que debas hablar, o el próximo sonido será el término de llamada.

—No me diga que no te toco hoy... ya sabes dónde vivo —Está vez Matías se rio por el parlante del móvil haciendo que el personaje que escucha su molestias se alejara por instinto a un sonido agudo y fuerte.

Desde el otro asiento Lucie trato de no ponerle mente a lo que el decía pero la curiosidad era más grande, bajo un poco el volumen simulando concentrarse en el tráfico, aunque fuese estúpido pero su comportamiento inquisitivo natural con la intención de descubrir algo que no sabe.

—Jódete Matías —Dijo sin nada más que decir o hablar con el individuo de la otra línea.

—Ya... Ya... Verás... Tenemos algo pendiente tu y yo, recuerdas?

Asintio inconscientemente a lo que Matías decía, mientras se acomoda sobre el asiento del copiloto.

—Si... Entonces paso a tu loft ? Bien... No Matías... Cerveza nada más.

—Pero que aburrido, Kai, solo unas dos... Ostia... Vale... Será que... ¿Estas con tu novia?

—Si estoy con ella— Posteriormente a esa respuesta, Matías se basó en preguntas del estudio sobre a que hora vendría a su departamento para terminar su trabajo. Aunque el tono de voz cambio cuando respondió a lo ultimo.

—Hasta luego — Así finalizó la llamada esta vez viendo directamente a los ojos de Lucie, los cuales aunque ella no pueda verlo directamente, Kai se mantiene en la vista de su novia.

El auto paró su marcha  estacionandose en el pequeño parqueo del McDonald's, no fue difícil encontrar una plaza ya que estaba casi vacío, sonrió un poco hacia Kai que tenía la vista en su rostro, siendo inmediatamente que las  mejillas de Lucie se tiñeron de rojo y un poco confundida por la profundidad de su mirada.

—¿Pasa algo?

—¿Debo tener alguna razón para mirar a quien amo? O ¿ver aquellos ojos que me hacen dudar de lo real? O ¿inclusive anhelar el siempre con ellos? — Kai se desabrochó el cinturón en el momento que su boca se movió por si sola, quedando solo a unos centímetros de el, del rostro enrojecido, sintiendo como el calor de la cavidad bucal de Lucie  exhala inconscientemente hacia el portador de ojos verdes.
Su acompaña negó repetidas veces con su boca entre abierta, su cercanía la había puesto nerviosa y a pesar que el se aprovechaba de eso ella también lo haría, desabrochó su cinturón y dió rienda suelta a sus labios atacando los de Kai que sorpresivamente le respondió.