Vicios no compartidos

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Lucie en cambio se abrigo a su suéter en la fría noche y espero a Kai cerrando la puerta del auto.

—Hace frío hoy. — Suspiró frotándose los brazos con sus manos las que se encontraban cálidas, mientras los dos caminaban a una poca distancia uno del otro. Una vez dentro del local busco una de las mesas con sillones, adoraba los locales cómodos y sencillos.

— ¿Qué tipo de sushi quieres?

Había algo que ella no sabía de él, Kai tragó saliva inconscientemente porque de sushi no tiene idea, cosas de arroz y pescado o pollo... Realmente no sabe nada de lo que comerán.

—Hoy comeremos al estilo Lucie... Escoja preciosa —Dijo sacándose por esa vía su mentira, mientras buscaba unos asientos lejos de la multitud encontrando uno cerca de una pecera.

—Pollo y camarón, con salsa teriyaki y wasabi... Y... Amor, ¿De tomar que quieres?

Tomo los dos menús que el chico había extendido para ellos en su visita anterior y está vez los dejo en sus manos esperando que Kai decidiera un fresco para los dos, internamente pedía un jugo de naranja

— Un refresco y una cerveza rubia. — Indicó el muchacho de ojos azules no tomando en cuenta el menú conociendo lo que él quería tomar y siendo que Lucie escogió el menú sería él quien lo haría con lo bebestible. Una vez acordado lo anterior volvió su mirada a observar el lugar detenidamente.

— ¿Te gusta?— Murmuró Lucie apoyándose sobre la mesa analizando la mirada de Kai sobre el pequeño restaurante, tenía la mirada curiosa y relajada, algo que no ocurría a menudo, siempre estaba metido en sus libros o en su trabajo, su mano se arrastró por la madera buscando la suya para entrelazarla junto con la de él.

— ¿Que me gusta?— Preguntó tomando atención al agarre de ambas manos, acariciando inconscientemente y por instinto de pareja los nudillos. — Lo que si Lucie... Quiero que sepas algo, no te haya contado, por tus problemas...— Respetó la distancia de ambos cuando Kai acabo rodeándola en sus brazos para así abordar todo que ella pueda reaccionar.

— ¿De qué me hablas? — Frunció el ceño confundida por lo que él le estaba diciendo, preguntando, ni siquiera sabía de qué le hablaba. Sintió su abrazo rodeándola completamente. Podría decir que protegiéndola. Percibiendo un beso en su mejilla para luego hacerlo en la melena, un acto que ama de Kai.

— Debo ser sincero contigo, no por mí, sino por nosotros... He estado en contacto con Mischa, quedamos de vernos, pero... Ella no llego. — Dijo sabiendo que a su novia no le parece nada de bien, así como el haría en caso que estuviera hablando con alguien que no fuera de su gusto. No refiriéndose a Sam, si no a otros que no sabe y además no tiene que saber pero le genera desconfianza, tontamente celos.

Con solo escuchar el nombre de Mischa, Lucie, su ceño se profundizo y sus brazos se cruzaron, estaba celosa de eso y no lo iba a esconder ni a negar, le dirigió la mirada de la novia celosa.

— ¿Para qué tienen que verse?

El sushi llegó y sin dudarlo comenzó a comer con ganas, pero aún con sus ojos clavados en los de Kai analizándolo.

— Dejar las cosas en paz, hablar las cosas como personas adultas... Debo ser justo con ella.

Debía serlo así el muchacho de ojos azules debía darle la oportunidad a hablar a la rubia para que terminara de contar su verdad y sobre todo escucharla. Sabe con quién perfectamente late su corazón no tiene porque ella tener miedo.

Pero a Lucie no le gustaba la idea, aunque no podía hacer nada, se encogió de hombros dándole a entender que estaba bien para ella, debía recordarse que con quien dormía era con ella, dejo que el refresco llenará de frio su sistema y suspiro apoyándose en Kai mientras comía, no le gustaba eso. Verdaderamente que no pero qué más daba, tampoco quería que Kai se sintiera aprisionado a ella

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