¡Te odio!

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- Se nota con tu sonrisa mi Lucie.

Trato Kai de llevar la fiesta en paz, sobre todo cuando el vértigo comenzó a tomar posesión del mismo. Trago saliva y negó en reiteradas veces esperando que sus ojos no se desviaran y vieran la altura que ya se hallan.

- L-Lucie... Debo... Decir... Que es mala... ide-ea

Inconscientemente tembló la voz de Kai, comenzó a sudar en frío y lo peor de todo es que no había vuelta atrás, no sabía la razón del miedo, siendo que perfectamente ha limpiado los vidrios de los edificios más altos de la ciudad.

Casi estaban de cabeza, tenía una gran sonrisa en el rostro, podía ver la ciudad, el edificio de su padre, la universidad a la que fue y el pequeño vagón balanceaba sus cuerpos cambiando la imagen del cielo y la ciudad, volteo la vista a Kai quien se veía asustado, tomó su mano con una sonrisa y la apretó.

-Está todo bien, está todo bien, estoy contigo sólo déjate ir, disfruta y no pienses.

Atrajo su mano a su boca y dejo un beso en ella para tranquilizarlo mientras soltaba un grito por la vuelta de la rueda.

Tenía sus ojos cerrados Kai, teniendo casi espasmos de lo más profundo de su interior. Hasta que un calor se localizó en su mano derecha, e inmediatamente supo de quién se trata.

- Prefiero disfrutar otras cosas contigo.

Respondió sintiendo la seguridad que solo hace segundos no estaba, ella siempre desde el primer momento le entrego ese sentimiento libre y exento de riesgo alguno, cierto e indubitable. No tiene la mayor idea de cuánto es lo que falta para el término de ese juego de atracción, pero si tiene algo claro que lo estaba pasando de maravilla mientras se sienta seguro porque al final era eso lo que faltaba. Sentirse completo.

Cuando el juego hubo parado ellos se encontraban de cabeza, una sonrisa se encontraba en su rostro y su cabello completamente despeinado, el chico soltó sus cinturones y Kai le ayudó a levantarse

-No creí que le tenías miedo a las alturas.

Susurro Lucie cuando hubieron salido y recorrían el parque, quería subir a otros, pero primero que su novio se estabilizara.

- Menos yo, pero... Al menos ya sabemos cuál es mi kryptonita.

Talvez un comentario bastante ñoño pero fue lo suficiente para que la tensión se esfumara del completamente. Comenzó a respirar más calmadamente mientras ambos recorrían el parque escuchando con exageración los gritos de las demás personas. Otras comiendo palomitas de maíz o algodones de azúcar. Para ser la primera cita iban bastante bien.

- Ahora que viene señorita experta.

El rostro de Kai había recobrado el color y Lucie se había relajado completamente con su broma, le veía despreocupado y joven, le dieron ganas de besarle.

-Un beso es lo que sigue. - Se plantó frente a él estirando sus labios por un beso, su estómago pedía comida pero primero quería marearse un poco más.

A pesar de que fuese un beso casto, la ricura de la humedad de Lucie siempre agradeció, había besado varias bocas pero sobre todo y destacando, unas pocas, se siente maravillado con el grosor de Lucie.

- ¿Ahora tu cuerpo?

Sabe perfectamente que Lucie no es de esas mujeres que lo hacen en público o puede que aún no lo ha descubierto. Dejo el tema sexual de lado y siguió a la par con ella, habían cesado los gritos, pero cambiados por canciones románticas.

-Ya quisieras...

Se alejó de Kai sólo para tomar su mano y seguir viendo varias de las atracciones, había un puesto de fotos al lado de un lugar de batidos, sonrió a Kai y le señaló la pequeña cámara que brillaba dentro de la cortina, quería tomarse una foto con él, quería un cuadro de su rostro.

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