Me enfermas (Aomine x lectora) (Completa)

Resignación.

El día anterior... 

Punto de vista de Aomine.

-Aomine-kun... que bueno que te veo, necesito hablar contigo.-

wow, ¿qué pasa con esa mirada tuya, Satsuki?... parece que en verdad estás enojada... 

-Cómo quieras...- dije desinteresado, empezando a caminar en dirección opuesta.

Escuché como se despedía de (T/A), quien hace no mucho rato me había mirado como si quisiera matarme. Apuró un poco el paso y comenzamos a caminar juntos. Cuando ya nos habíamos movido bastante, ella se detuvo y me miró, con la misma seriedad que antes.

-¿Qué pasa?- Pregunté observándola fijamente.

-Aomine-kun, estoy muy decepcionada de ti.- Soltó de pronto. Yo no pude hacer más que reírme sarcásticamente.

-¿Decepcionada?, ¿Por qué razón?- 

-Puedo soportar hasta cierto punto que seas grosero conmigo, que desprecies lo que intento hacer por ti y que me hagas preocuparme en exceso.- Hizo una pausa, como esperando alguna reacción en mi.- Pero no aguantaré que te portes así con (T/A)-

Me quedé unos segundos procesando lo que me estaba diciendo. ¿Qué mierda le pasa?, ¿en serio me hará un escándalo por una tipa que recién conoce?

Fruncí el ceño, me disponía a dejarla hablando sola, como muchas otras veces, pero sus manos me agarraron fuertemente por el brazo. Si quisiera podría apartarte muy fácil, Satsuki... pero aquel contacto no me desagrada.

-Déjame en paz.- 

-¡Aomine-kun, por favor!- su tono sonaba suplicante, me miraba tristemente.- ¡Está bien... tal vez ella no te agrade, pero no quiero que obtengas una mala calificación solo por eso, sin siquiera esforzarte!-

-Así que ya te fue con el chisme, ¿eh?- Reí falsamente.- No me vengas con estas tonterías, ¿quieres?, apenas y puedo soportarte a ti, no pienso aguantar la compañía de esa estúpida.- 

De repente me soltó. Me sorprendí cuando noté que le tiritaba la mandíbula. Parece que la he cagado. Maldita sea, ¿por qué esto es tan difícil?... ¿Por qué cada vez que trato contigo me vuelvo más estúpido?... En el instante preciso en que tus pies se iban a mover para salir corriendo de allí, te sujeté.

Miraste mi mano, que tomaba tu muñeca, y luego me viste a los ojos. Suspiré resignado... solo por esta vez, daría mi brazo a torcer.

-Está bien, Satsuki, tu ganas...- 

Tu radiante sonrisa me hizo sentir extraño.

Tu punto de vista. 

Así que, después de portarse como un idiota contigo, venía como si nada hubiese pasado, y te decía que trabajaran juntos. Ni siquiera se esforzaba por ser amable, era el mismo de siempre, ¿quién rayos se ha creído?

-Parece como si en verdad apreciaras a Momoi-san, en este momento...- dijiste, insegura de si debiste haber mencionado eso.

-...Eso no es asunto tuyo.- replicó desafiante.

  Notaste como todos los estudiantes los miraban expectantes. Al parecer, todos esperaban una nueva riña entre ustedes dos. 

-Lo siento, pero no pienso trabajar con alguien que aparentemente se siente obligado a soportarme.- Dijiste finalmente, mirando hacia la ventana. Aomine empezaba a perder la paciencia.

-¿¡Y eso qué?!- Gritó, mientras sentías su mirada fija en ti.-¡Dijiste que te importaba la maldita calificación!, ¿¡verdad?!- Golpeó tu pupitre con la palma de su mano. Ante este acto, tu y los demás estudiantes pegaron un salto de sorpresa. Sin embargo, el enfado se apoderó de ti casi en seguida. Te paraste y lo empujaste hacia atrás. 

-¡Si vas a pedir algo, hazlo de buena forma, imbécil!... ¿¡Quién te has creído?!- 

El moreno no se lo esperaba. Hubo silencio unos cuantos segundos.

-... No te lo estoy pidiendo, te estoy avisando.- Dijo finalmente-

-¡Pues no acepto!... ¡No pienso ser tu peón para quedar bien ante Momoi-san!- Sabías que te arrepentirías de lo que estabas diciendo más tarde. Pero no te importaba, este tarado ya había hecho demasiado.

-¿¡D-de que hablas, estúpida!?- Tartamudeó Aomine, visiblemente avergonzado. Pronto, una sonrisa burlona apareció en su rostro. 

-*Aquí viene...*- Pensaste. Sabías que lo siguiente que diría sería muy desagradable.

-¿Acaso estás celosa?- Preguntó malicioso.

Sentiste como tu cara se ponía caliente. Escuchabas los murmullos de tus compañeros.

Ugh...

¿Cómo se atrevió a decirlo?

No supiste como responder. Tu mano prácticamente se movió sola. Tomaste el estuche metálico donde guardabas tus lápices y se lo aventaste en el rostro al chico. 

Justo en ese momento, el profesor entró a la clase. Miró hacia todos lados. Vio como los estudiantes le daban la espalda y solo miraban a Aomine... y a ti. 

-¡Eso me dolió, mamarracho!- Se quejó Daiki, con la mano sobre su nariz. Se agachó a recoger el objeto con el que lo habías golpeado, y justo cuando iba a tirártelo, notó la presencia del maestro. 

-¿¡Qué está pasando aquí?!- Preguntó el hombre mayor. Los estudiantes se voltearon. Nadie dijo una palabra.

En un momento, pensaste en decir todo lo que había sucedido. Querías que el estúpido de Aomine fuera regañado. Pero luego pensaste que tu también tendrías problemas si hacías eso, así que cambiaste de idea.

-N-no... no es nada... es solo que dejé caer mi estuche y Aomine-kun lo recogió por mi...- Contestaste nerviosa. Tus mejillas aún estaban sonrojadas, así que no estabas segura de si te creería. 

El peli azul te miraba extrañado. 

-Ah... ya veo...- El profesor estaba dudoso.- Bueno... en ese caso, comenzaré la clase.- dijo finalmente. Suspiraste aliviada y te sentaste. 

Observaste a Aomine con el ceño fruncido. Él te devolvió la mirada, con una expresión parecida a la tuya. Pronto desviaste la vista, apoyaste el rostro en tu mano izquierda y miraste hacia la ventana. 

"¿Acaso estás celosa?" 

Apretaste el puño al recordar aquella frase. 

Ja, en sus sueños. 

Definitivamente no querías trabajar con él, te desagradaba. Pero entonces, recordaste cuando Momoi te contó que había logrado que el chico trabajase contigo. Te sentiste culpable. 

-*... ¿Por qué a mi?...*- Te preguntaste, con mirada de desánimo.

Observaste la pizarra, en la que se encontraba escrita la instrucción de la clase.

"Continuar con el trabajo"

El ruido del salón aumentó. Todos hablaban entre si y movían sus pupitres para estar junto a sus compañeros. 

Nuevamente tus ojos se dirigieron a Aomine. Luego de unos segundos, te levantaste, caminando lentamente, como si nunca quisieras llegar hasta su pupitre.

-Está bien, acepto trabajar contigo.- Dijiste forzosamente.

El levantó la vista y te miró. 

No sé si me habrá quedado tan bien este capítulo, pero es con hamor <3

Bueno, espero que les guste :3