Me enfermas (Aomine x lectora) (Completa)

Deja vu.

Llegaste a tu casa un poco tarde, así que no te sorprendió ver a tus padres parados en la puerta, esperando tu regreso. 

Te regañaron, clamando que no podías jugar así con tu propia seguridad. 

"Imagina lo que pensará la gente al ver a una estudiante caminando sola a estas horas de la noche"

"Pudieron robarte, hacerte daño"

-*¿Hacerme daño?...*- Por tu mente, pasaron rápidas imágenes del rostro de Aomine, y la sensación de sentir sus labios en los tuyos volvió a ti. Sacudiste la cabeza, asustada. 

Tus padres se miraron preocupados ante tu reacción. 

Tenías la cara muy pálida, y ciertamente el haberte caído y ensuciado tu ropa de esa forma los hacía pensar lo peor. 

Pero, por más ridículo que sonara, todos esos sentimientos desagradables habían sido causados solo por ese muchacho. 

Él te había dañado en una forma un poco más dolorosa.

-¿(T/N)?- Te llamó tu padre, preocupado, poniendo una mano en tu hombro. 

Al instante, sentiste que tus ojos se ponían llorosos otra vez. Te liberaste violentamente de la mano del hombre, y saliste corriendo escaleras arriba. 

No querías que te vieran llorar, pues pensarían algo que no era. Tampoco querías decir la verdad, porque, realmente, iba a sonar imbécil. 

"¡Mami, papi, un muchacho de la escuela al que odio me besó!"

Era mejor que te quedaras callada. 

Cerraste de un portazo y te lanzaste a la cama. A llorar. 

En serio pensaste que te veías patética, pero bueno... ese había sido tu primer beso. 

Estrujaste las sábanas con tus manos, pegando pequeñas patadas contra el colchón. 

¿Cómo ibas a pensar que tu primer beso sería con alguien a quien odias tanto?

"No, tu pierdes"

"No, tu pierdes"

-¡Ahh!- Dejaste escapar un pequeño grito al verte incapaz de olvidar esas molestas palabras. Pusiste una almohada sobre tu cabeza, tratando de callar tus pensamientos.

¿Por qué razón lo había hecho?, ¿de verdad su único propósito era hacerte daño?, ¿El muchacho estaba tan desocupado para hacer eso?

Sabías que no lo había hecho porque sintiera alguna cosa por ti. Eso era algo imposible de pensar, a pesar de que, aunque fuera por un instante, esa idea se te había pasado por la cabeza un par de veces mientras caminabas a casa, pero tratabas de eliminarla rápidamente. Eso solo te haría ver más ridícula. 

Además, él había dicho esas palabras. 

Aomine definitivamente lo había hecho para molestarte, y estabas desconcertada por esto. No lo creías capaz de hacer algo así, tan solo lo considerabas un imbécil arrogante.

Este nuevo incidente había hecho que tu desprecio por él aumentara. 

¿O acaso?... 

Abriste los ojos como platos, y tus mejillas se sonrojaron. Lanzaste la almohada lejos, y te pusiste de espaldas en la cama, con los brazos abiertos. 

Parecías haberte dado cuenta de algo. 

Tu respiración se agitó. 

Y es que no habías dejado de pensar en aquel momento en que Daiki te besó.