—Me llamo Dahlia Marie Stevens. Conocí a mi primer y único novio en la universidad de Forest Blood (e.e), no demasiado cerca de Atlanta. Cuando todo esto empezó, nos fuimos antes de acabar recluidos allí. Ambos estudiábamos por letras, pero yo hacía puras y Ethan hacia mixtas. Recuerdo el día que le conocí... Le echo de menos.
—Estoy segura de que era un tío genial —susurró la chica rubia, mirando a Dahlia.
—Él hubiera sabido como mantener al grupo a salvo, era un genio. Recuerdo la primera vez que me besó como si fuera ayer... Los dos teníamos clase de literatura juntos, y era la primera semana de universidad. Yo estaba mas perdida que un pulpo en un garaje, pero él era encantador, siempre dispuesto a ayudar a cualquiera. Nos sentábamos en la misma mesa, con mi mejor amigo Sam, que estudiaba letras puras conmigo. Desde el día en el que Ethan me libró de ser castigada por copiar en un examen, arrancándome el papel con las respuestas de la mano, y cargando la culpa, decidimos que estudiaríamos juntos. Así no volvería a pasar.
>>No se cuanto tiempo tardé en entender que estaba enamorada de él, pero desde luego fue mucho; tanto, que cuando le dije que me gustaba, toda la biblioteca se levantó a aplaudir, hasta la bibliotecaria. Ese mismo día, un jueves, vino a mi casa a que le ayudara con un proyecto de artes, que era su optativa. Salimos al bosque a buscar hojas y flores, y acabamos perdidos, solos, en pleno noviembre, muertos de frío. Recuerdo que me miró y me dijo: no es tan horrible, podría estar ahora mismo viendo como Sam despioja a su gata, pero estoy aquí, en un bosque precioso con una chica preciosa. No pude evitarlo, claro, y lo besé. Fue el mejor día de mi vida...
El viento frío había empezado a soplar en cuanto el sol se había escondido. En su lugar, una radiante luna brillaba en el cielo, completamente redonda, nítida. A su al rededor, miles de estrellas brillaban, adornando el cielo nocturno.
—Suena a romance de película... Seguro que hacíais una pareja preciosa.
—Sí... —suspiró Dahlia, entristecida—. Pero bueno, vamos a lo importante... Actualmente vivo con ellos tres y el resto del grupo, no tardarán en llegar. También vivía con mi hermana pequeña, Danielle. Mis padres murieron, mi madre en un accidente de coche hace cinco años y mi padre mordido cuando empezó esto.
—Lo siento mucho —susurró la chica rubia, y le dedicó una pequeña sonrisa. Dahlia se la devolvió—. ¿Y tu hermana? Yo también tenía una. Se llamaba Maggie, m-murió h-hace poco...
—Danielle desapareció hace casi dos meses —suspiró la morena, y le sobó la espalda a la chica que había comenzado a lagrimear—. ¿Es Hershel tu padre?
Beth asintió.
—Es un buen hombre, al menos lo parece. Debería haber sido mas amable con él, es solo que no me esperaba que fuera... Ya sabes...
—¿V-veterinario? —soltó una suave risita, secándose las lagrimas con el dorso de la mano—. Apuesto a que creías que era doctor. ¿Estás ahora con Rick?
Dahlia negó rápidamente con la cabeza, y las dos se quedaron en silencio, sentadas en el banco del porche. La brisa suave era reconfortante, y hacía que Dahlia se relajara con cada vaivén de su pelo al compás del aire.
—Voy a... —habló, rompiendo el silencio—. Voy a dar una vuelta, necesito tomar un poco el aire.
Beth asintió, levantándose y entrando en casa, y Dahlia se puso de pie, quitándose el polvo de los pantalones con las manos, y comenzó a andar hacia la valla de madera.
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To write love in Dahlia's arms [PAUSED]
DiversosDahlia perdió a su hermana pequeña. No sabe donde esta, ni si esta viva, pero eso no evitará que la busque a pesar de que el mundo se haya ido a la mierda. En su búsqueda, conocerá a un grupo un tanto especial, con gente que acabara formando parte d...