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—¡¡¡OH DIOS SANTO HAY UN FETO CRECIÉNDOTE DENTRO, TIENES UN NIÑO EN LA VAGINA DAHLIAAAAAAA!!!

La morena la miró con cara de palo, aun que aliviada por su reacción. Siempre podía ser mas discreta, pero al menos parecía contenta.

—¡¡NO ME LO CREO, NO ME LO CREO, NO ME LO CREO!!

—Ya, lo pillo, pero deja de gritar —le dijo, y guardó el test en el bolsillo de su jersey.

—No pareces emocionada... ¡Vas a ser mamá, va a haber una pequeña tú o un pequeño Sh... OH NO, NO, NO, NO, MAS NO!

Dahlia soltó una carcajada, y se apoyó en su amiga, poniendo la frente en su hombro.

—¿Puedes tomártelo en serio, por favor?

Arizona suspiró sonriendo, y abrazó a su amiga.

—Sabes que oculto el miedo con humor, Dahls...

Se quedaron calladas unos segundos, aún fuera de la casa, y Dahlia se tambaleó.

—¿Como voy a... Como voy a decírselo? ¿Y a los demás? Daryl va a matarme...

—Daryl es idiota si cree que tiene derecho a opinar —murmuró Arizona—. Y si te soy sincera, Shane me preocupa mas que Daryl.

—¿Crees que Rick se enfadará? ¿Y Carl? ¿Y Sam? ¿Se enfadará conmigo por haber superado lo de E-Ethan?

Arizona alzó una ceja, y tiró de su amiga a dentro, sentándola en la camilla. Sam ya se había ido.

—Creo que no me estás escuchando, el que me preocupa de verdad es Shane. Al fin y al cabo, es suyo.

Dahlia se quedó callada, mirando a su amiga con el ceño fruncido, y seguidamente con lagrimas en los ojos.

—Nononono, no quería decir que él no...

—¡No! Ahora ya lo has dicho. Ahora. Ya. Lo has. Dicho —murmuró y se tapó la cara con la almohada.

El corazón de iba a mil por hora, y miles de preguntas y preocupaciones llenaban su cabeza, causándole mas mareos de los que ya tenía.

Se puso una mano en el vientre, y levantando un poco la almohada, se miró la barriga.

—¿En serio no podías esperar... No se... Para siempre?

Arizona suspiró, poniendo su mano sobre la de su amiga.

—No digas eso, ¿vale? No lo digas.

—Tú no lo entiendes... ¿Y si no lo quiere? ¿O a mi? No puedo criar a un bebé en un mundo así yo sola.

—No saquemos conclusiones, Dahlia... No sabes si...

—Estoy cansada —dijo, interrumpiendola—. Buenas noches.

—Dahlia...

—He dicho que buenas noches —le dijo de nuevo, y se dio la vuelta en la camilla dandole la espalda.

La pelirroja decidió no llevarle la contraria. Dahlia necesitaba tiempo para asimilarlo todo: lo que le había pasado, lo del bebé, pensar en como darles la noticia a los demás... Era mucho en una sola noche, ademas una como esa.

Salió cerrando la puerta con cuidado, y vio como, sentados en banquetas, Sam hablaba con Rick y Shane. Rick tenía a su hijo en brazos, que miraba preocupado la puerta de la habitación. Al ver salir a Arizona, comenzó a dar pequeños tirones de la chaqueta de Shane, y este miró a Arizona.

To write love in Dahlia's arms [PAUSED]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora