CAPÍTULO 7

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SARAH

Hizo una media sonrisa y se acercó a mí , hasta tenerlo a centimetros, cara a cara, su cálida y reconfortante respiración en segundos se fue acelerando, mi mirada estaba fija en sus labios y él sonrió, por un momento pensé que me besaria pero se acercó a mi oído, me tomó de la cintura y eliminó toda distancia entre nuestros cuerpos, mi respiración también comenzó a acelerarse al igual que el latido de mi corazón, era una experiencia fascinante. Cerré los ojos por unos segundos cuando sentí su respiración detrás de mi oreja, me perdí en su escencia y lo tomé fuertemente de sus brazos.

- No podrás resistirte a mi mucho tiempo -habló con sensualidad, su ronca voz y sus palabras golpearon mis tímpanos .

Tal vez tenía razón ,no sé si podré seguir resistiendome mucho tiempo, él era atractivo ,esa apariencia de chico malo me volvía loca y sus hermosos y carnosos labios me exigían besarlo, su mirada provocaba las putas cosquillas en todo mi cuerpo, adore sus ojos azules casi celestes , profundos ,provocadores y muy hermosos, además era listo y me divertía con él.
Nunca pensé que un chico de su clase me haría sentir de aquella manera. Sam era diferente a todos los demás chicos como él, rebeldes, era enrealidad todo lo contrario y eso lo hacía especial.

Me dio un pequeño beso detrás de mi oreja, coloqué mis manos en su pecho y entonces sentí sus latidos acelerados, no era la única que estaba así ,cuando despegó sus labios de mi piel me miró directo a los ojos y las cosquillas se multiplicaron por mil, sus pupilas estaban dilatadas y brillantes, estaba segura de que las mías igual. Aparte mi mirada y ésta se fijó en sus labios , él se inclinó y me plantó un beso. Sus labios estaban calientes y su boca sabía a menta con un poco de cigarrillo, sentí una seguridad inmensa ,nuestras respiración estaban tan aceleradas que tomamos aire a cada vez que despega sus labios de los míos, era un beso lento y apasionado, algo que en verdad me gustó. No podía creer lo que estaba haciendo pero él me gustaba mucho y no sabía si podría detenerme, todavía no me había percatado de que aún estabamos en la puerta de la biblioteca, cuando despegue mis labios de los suyos, sentí una calidez en mis mejillas.

- ¿Qué? ¿ahora crees que me tienes a tus pies? -le pregunté con ironía y él sonrió enormemente, cuando de repente su celular comenzó a sonar, soltó mi cintura y yo aparte mis manos de su pecho, tomó su teléfono y se volteó dándome la espalda, yo observé a mi alrededor para comprobar si alguien nos habia visto, nadie, suspire aliviada por eso. Sam habló a lo bajo, luego le gritó a su celular y con enojo cortó la llamada, me miró y me dedicó una pequeña sonrisa y yo igual.

- Mi padre -dijo seriamente guardando su teléfono en el bolsillo trasero de sus jeans negros.

- Claro -dije nerviosa, el ambiente se volvió serio y me incomodó después de lo que acabábamos de hacer.

- Debo estar en casa antes de las ocho -dijo y yo asienti- te llevaré a tu casa -

- No, quiero caminar niño condón -le dije y ambos reimos- además tengo que pasar á comprar algunas cosas -mentí para que se viera más convincente.

- Está bien como quieras niña gruñona -dijo, le sonreí y con esa misma sonrisa comencé a caminar- Sarah!! -me llamó a mis espaldas, volteé dejando de sonreí y él se acercó a mí- ¿un beso de despedida? -me preguntó con una sonrisa.

- No seas creido solo fue un beso -dije con egoísmo , pero no fue solo un beso, fue el beso de mi vida, el chico que me gustaba basándome apasionadamente con una puesta de sol de fondo, fue expectacular.

- Ven aqui -dijo tomando mi cintura y me besó nuevamente- mierda amo ese sabor a freza de tus labios -dijo y yo sonreí entre los suyos, después del beso cada uno fue en una dirección contraria al otro, nos volteamos un par de veces hasta que Sam desapareció en su auto, caminé hasta mi casa, al llegar me paré frente a ella y me toqué los labios, acabé dándome cuenta de que estuve sonriendo todo el trayecto hasta aquí, de seguro las personas que me cruzaron por las calles pensaron que estaba loca, pero en realidad si, por ese chico. Recordé aquel acto y me mordi el labio inferior, cuando de repente escuché la puerta de mi casa abrirse, era mi madre, mi sonrisa desapareció cuando vi que su rostro refleja preocupación, se acercó a mí rapidamente.

- ¿Dónde estabas y por qué apagaste tu celular? -preguntó enojada y yo gruñi.

- Perdón, tenía el celular apagado porque estaba haciendo un trabajo de literatura y no quería que nadie me molestase, perdí la noción del tiempo -conté desganada, no debería estar así ,estaba allí sana y salva, soy independiente pero ella no lo quería admitir y me trataba como una niña , deteste eso. Entré a mi casa y subí directamente a mi habitación, no quería escuchar uno de sus discursos de madre sobreproctectora, me tiré a la cama y sonreí nuevamente al pensar en los labios de Sam junto a los mios. Encendí mi celular y vi las llamadas perdidas de mamá y sus mensajes, arroje el móvil a un lado de mi y entré a la ducha, me quedé casi una hora bajo el agua cálida, cuando salí mi teléfono comenzó a sonar, el nombre de Rachel apareció en la pantalla, gruñi y la atiendi.

- Hola Sarah -dijo muy alegre.

- Hola Rachel -la saludé sin ganas.

- Oye ¿quieres hacerme un pequeño favor? -preguntó y escuché bozinazos de fondo pero los ignoré.

- ¿Qué clase de favor? -le devolví la pregunta algo teniendo la respuesta.

- ¿Quieres venir a una pequeña reunión del centro estudiantil? -habló rápido y alborotada.

- No -contesté de inmediato.

- Vamos, por favor, es que me incómoda ser la única mujer del grupo -susurró y yo sonreí, tal vez debería ir y distraerme un poco, ya que había estado muy ocupada con la escuela y necesitaba un pequeño descanso, eso no significaba que me quedaría sola en mi habitación. Nunca fui a una estúpida fiesta, pero todo tenía su primera vez.

- Está bien iré -accedi y ella gritó tan fuerte de la emoción que casi me dejó sorda.

- Bien iré de inmediato por ti, solo por favor no te pongas esas estúpidas faldas -dijo y yo gruñi.

- Iré, pero tú no me dirás que debo llevar puesto, por sierto ¿dónde es? -le pregunté entrando a mi placar para buscar algo que sea apropiado para la ocasión, mierda no tenía nada como para una fiesta.

- En la casa de Britt, unos de los presidentes del centro estudiantil, bueno su padre es quien patrocina el baile, así que hay que ser amables con él e hizo ésta fiesta como previa -dijo emocionada.

- Ah okey ¿hay mucha gente? -dije escuchando a mi madre llamarme a los gritos- debo irme, te llamo cuando estoy lista -colgué sin esperar su respuesta, bajé y vi a mi madre preparar la mesa- mamá, Rachel y yo iremos a una fiesta -hablé sin titubeos y ella me miró sorprendida.

- ¿Me estás pidiendo permiso o me estás avisando? -me preguntó sin ganas.

- Cualquiera de las dos es válida -le dije recta y ella me sonrió.

- Muy bien, pero si llegas ebria a casa estarás castigada -dije y se hechó a reír , porque sabe que el alcohol me da asco, bueno en realidad nunca lo probé.

- Te prometo no apagar mi teléfono de nuevo -dije para tranquilozarla y ella me miró seria. Cenamos rápido hasta que Rachel llegó y nos metimos a mi habitación a revolver mi placar en busca de algo para ponerme.

Mi Amor PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora