CAPÍTULO 16

4.1K 215 3
                                    

                      SARAH

Su pequeño beso se volvió intenso y húmedo, haciendo que el calor de mi cuerpo aumente, bajó sus manos acariciando mi cintura, mis caderas hasta llegar a mi trasero, rápidamente las detuve y despegue mis labios de los suyos, me miró a los ojos y sus pupilas estaban dilatadas, de seguro las míos también .

— ¿A dónde iban? —pregunté con picardía apretando sus p, él solo sonrió con malisia.

— Irán donde tú las provoques —dijo y me dio un leve beso— ¿que tal si salimos? —propuso rotundamente y le sonreí.

— ¿A dónde pretendes llevarme? —

— No lo sé , que tal si vamos a comer a una cafetería —dijo y yo asenti, las cafeterías son mi debilidad.

— Entonces déjame darme un baño —me quedé parada por unos segundos cuando él entró al baño y por suerte cerró la puerta. Rápidamente comencé a inspeccionar su habitación, abrí una puerta negra, era un armario, la cerré y fui hasta la gran ventana de cristal que dejaba entrar la única luz, estaba cubierta por unas cortinas blancas, las corrí y vi el enorme patio trasero con el cesped bien cortado, árboles de diferemtes tamaños y esculturas de mármol, volví a correr las cortinas y fui hasta su cama, miré la puerta del baño y continuaba cerrada ¿cuánto tarda en darce un baño? dios ni yo tardo tanto, no pensaba quedarme parada como una idiota esperando, miré nuevamente la cama y sonreí , me dejé caer sobre ella y un aroma se desprendió de las sabanas cuando mi cuerpo inpacta contra ellas, el mismo aroma de la chaqueta de Sam inundaron mis fosas nasales, ese aroma me hacía sentir muy relajada, se estaba volviendo unos de mis aromas favoritos pues me derretia cada vez que lo sentía, me quedé mirando el techo, el cual me percaté que tenía un graffiti de un atrapa sueños en negro y gris ¿por qué tenía esto pintado en el techo y justo ensima de la cama? el ruido de la puerta del baño abrirse me sacó de mis pensamientos y vi a Sam completamente mojado y en tan solo una toalla en sus caderas, rápidamente me estremeció y una rara electricidad recorrió mi cuerpo cuando me sonrió pícaro.

— ¿Extrañaste verme así? —me preguntó egocéntrico, me sonroje y aparte mi mirada de nuevo al techo y al graffiti . Él rió hacía mi reacción y escuché que abrió su placar— te vez tierna cuando te sonrojas —dijo y provoca que me ruborize aún más, manteni mi mirada en el techo, mientras mi cuerpo comenzaba a temblar de una manera extraña, mi corazón se aceleró cuando lo vi en boxers, aparte mi mirada de nuevo al techo.

— ¿Po-or qué tienes este dibujo en el techo? —le pregunté algo ¿nerviosa? será porque el chico que me gusta está semidesnudo y yo en su cama la cual huele a él.

— Por nada —se oyó serio y comenzó a vestirse.

— ¿Por qué te tardaste tanto?—pregunté tratando de calmar mis malditas hormonas, me levanté de la cómoda cama para mirarlo. Él solo se siguió vistiendo.

— Por nada —volví a decir y yo me puse de brazos cruzados.

— Eso ya lo dijiste —solté molesta y él volteó mirándome justo a los ojos, malditas cosquillas ahora no.

— Es que... —alargó apartando la mirada hacia un costado— nada, vamos tengo hambre —dijo al final y se encaminó hacía la puerta saliendo de la habitación, que chico más misterioso, salgo de la habitación siguiendolo hasta la puerta principal.

— SAM! —lo llamó una voz grave antes que salieramos de la casa.

— Porque a mi —susurró Sam para él pero yo logré escucharlo, nos volteamos y vimos a un hombre de unos cuarenta y tanto de edad, con un traje gris, el pelo bien peinado y de color café, regordete y ojos cafés, puede que sea su padre, no se parece nada a su hijo. Caminó hacia nosotros sonriendome, yo traté de sonreirle lo más amistosa que pude, Sam lo miró con odio.

Mi Amor PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora