23-Las mierdas nunca paran...

3.4K 180 1
                                    

SAM

Salí de la casa de Sarah después de saludar a su madre y fui hasta la casa de mi antiguo amigo Thomas, le dije que me consiguiera una mansión , una para mi sólo. Ni que fuera idiota de seguir soportando a ese maldito, me consiguió una que estaba casi en el centro de la ciudad, era una pequeña casa de dos plantas con el interior en color negro y blanco, me gustó y lo compré de inmediato, llamé a una decoradora y le dije como lo quería, moderno blanco y negro, obviamente, lo dejé en sus manos, me anticipó que lo tendría listo dentro de unos días, y yo iría a supervisarlo claro. Luego me encontré yendo a la casa de mi padre, cuando llegué estaba todo en absoluta oscuridad, entré y encendí las luces, nadie ni siquiera un fantasma ni nada, subí a mi habitación y comencé a guardar mis cosas en valijas y para tener todo preparado.

- ¿te vas? -preguntó una voz con suavidad, me volteé y vi a Beatriz con los ojos inchados, la ignoré y seguí empacando todas y cada una de mis cosas, no dejaré nada aqui- tu padre tuvo un accidente -habló de repente y me quedé petrificado, pero no le di importancia mucho tiempo, no me interesaba que le pudiese pasar, por mi que se pudriera en el infierno.

- no me interesa -dije sin ganas y fui a mi placar, saqué una mochila y abrí el último cajón, el cual estaba cerrado con un candado, saqué todo el dinero que tenía allí y comencé a guardarlo en la mochila. Se preguntarán de dónde saqué ese dinero, pues de la pandilla ¿vendiendo droga? No, torturando personas, si lo sabía, era macabro, pero de algo había que vivir.
Escuché a Beatriz comenzar a llorar, la miré y ella se secó las lágrimas- sal de la habitación, no quiero escucharte -le dije de mala manera, ella se tenso, caminó rápido hasta mí y me dio vuelta la cara de una bofetada. Hoo eso no te lo esperabas.

- ya deja de ser rencoroso, tu padre está arrepentido, estuvo llorando toda la noche, fue a buscarte y un camión atropelló su auto -dijo entre solllozos y lágrimas.

- no me importa lo que le pase, si fuera por mí, que se muera -dije y ella intentó volver a abofetearme, pero la tomé de la muñeca y la puse contra la pared , estaba asustada, no le haría daño, no era mi padre, jamás lastimaria a una mujer, jamás.

- ¿vas a golpearme? -preguntó de frente, yo solo la miré con enojo.

- claro que no, no soy mi padre -dije y me aleje de ella- pero ten cuidado a quien golpeas -le advertí y volví a seguir empacando.

- esto es una mierda -dijo y salió de la habitación cerrando de un portazo. Beatriz me agradaba, y no sabía porque tenía la sensación de que debía ser al menos un poco piadoso con ella. Terminé de empacar y arroje las maletas en el piso, con pereza y ganas de golpearme salí de mi habitación y fui hasta la de Beatriz. Si ,se super instalaron. Toqué la puerta pero nada, no iba a tocar otra vez, solté un suspiro y traté de irme pero escuché un cristal romperce, traté de abrir la puerta pero estaba cerrada. ¿Qué haces?. No lo sabía. Le dije que abriera pero nada, patee la puerta un par de veces hasta que se abrió, caminé hasta la cama y miré hacia la puerta del baño,ya que de allí salía la única luz que había, estaba semi abierta, asi que me asomé y vi una pierna recostada en el piso, abrí lentamente la puerta y me quedé en shock por lo que mis ojos vieron, bueno lo dije para darle un poco de suspenso a la situación, vi cosas más horribles.
Beatriz estaba sentada en el piso con los ojos cerrados, un pedazo de espejo con sangre en una de sus manos, su muñeca estaba cortada y perdiendo mucha sangre. Miré el espejo del baño el cual se encontraba roto.
Mierda ¿Por qué carajo se trataría de suicidar?. Me quite la camisa y se la ate en la muñeca haciendo presión para que no siguiera sangrando. Carajo. La alze entre mis brazos y la llevé hasta el garage, luego a mi auto, para despues ir al maldito hospital, allí la atiendieron rápido, me largue en cuanto la metieron en una sala, no quería ser culpable de su muerte ni que me dieran de sospechoso. O tal vez no muera. A juzgar por toda la sangre que perdió , tenía muchas probabilidades de morir ¿Por qqué mierda se intentó matar? ¿a caso era algo personal? Que importaba.
Salí del hospital mirando el piso, cuando di unos pasos y alze mi mirada ,vi a Gabriela quien me miró comprensiva con los ojos colorados e inchados, ella se acercó a mi y me abrazó, me separé de mala gana ,la miré por unos segundo y seguí mi camino, estará peor cuando se entere de que su hija se intentó suicidar.ah y su madre. Dios ¿qué me pasaba con esas mujeres? ¿a caso tengo debilidad hacía las mujeres? No. Las trataba como putas a todas, pero con ellas era diferente, era extraño.
Caminé hacía Martin quien me saludó y yo también ,tomé un vaso con vodka a pesar de que era casi medio día, una chica se me acercó ,no era necesario decir que también estaba desnuda ya que en ese club todas lo estaban. Me abrazó por detrás apoyando sus pechos en mi espalda, me acarició con sus manos mi abdomen y luego tomó mi paquete, la aparte rápidamente y le dije que no era el momento, ella solo me hizo puchero y se fue.

- ¿qué te pasa? -preguntó Martin mientras soltaba una bocanada de humo, tomé uno de los cigarrillos que había en la mesa y lo prendí.

- nada, solo estoy cansado -dije sin ganas exalando el humo, Martin y yo eramos como padre e hijo, el me enseñó muchas cosas.
Terminé de fumar el cigarrillo y lo dejé en el cenizero.

- Hola pa -una chica se acercó a él, que aparentaba mi edad, con una larga melena color chocolate, con un vestido negro al cuerpo, unas botas de tacón altas hasta sus rodillas, con una chaqueta de cuero negro, se veía tan jodidamente sexy, ese vestido resaltaba las curvas de su cintura y su carita era como la de una niña, una muy hermosa. Saludó a Martin con besó en la mejilla y yo los miré con el ceño fruncido ¿A caso le dijo pa?. Si eso le dijo.

- ¿qué sucede cariño? -dijo Martin cariñosamente tomandola de las manos ¿Enserio? ¿habrá más cosas que me oculte?

- necesito dinero, saldré con unas amigas -le dijo ella con una sonrisa y él le dio un rollo de dinero el cual estaba contando.

- ten cariño, diviertete y ten cuidado -le dijo serio y ella asintió contenta, se volteó a ver a Leo quien literalmente estaba teniendo sexo con la chica.

- ¿por favor enserio? -dijo regañandolo, Leo solo rió- ¿vas a dejar que tu linda hija se traume cada vez que venga? -le preguntó mirando a Martin, este soltó una bocanada de aire y mandó a Leo a otra parte, me reí y él me enseñó su dedo corazón. La linda rubia me miró y yo le sonreí con mis labios, ella me lo devolvió.

- hola ¿no? -bromee y ella rió.

- hola, soy Alexandra -se presentó y me extendió la mano, la tomé y ella me sonrió aun más.

- ¿me ocultaste a tu hija? -le pregunté a Martin soltando la mano de Alex. Me sentí traicionado.

- ¿enserio? -le preguntó ella a Martin con enojo- creí que estaba claro sobre tus celos -le regaño.

- no son celos, solo quiero que protegerte -le dijo él pero Alex se fue.

- protegerla de degenerados como yo -terminé sus frase ofendido.

- exacto ,en especial degenerados con rostros y cuerpo como el tuyo -soltó haciéndome reír.

- es linda -comenté y éste me lanzó cuchillos con los ojos, provocando que riera nuevamente.

Mi Amor PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora