38-y si no existiera?...

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SAM

Había terminado de trabajar y me reuní en mi casa con los chicos. Me hicieron hablar sobre los idiotas que se aparecieron aqui, solo les dije que eran compañeros de las peleas clandestinas, que vinieron a ofreserme algunas peleas pero las rechaze. En realidad quisiera volver a pelear, puedo desquitar mi ira en alguien.

- NO HAGAS TRAMPA IDIOTA -le gritó Mati a Henry mientras juegaban en la Imbox, mientras Larry estaba con un saco de boxeo y Matt junto a mi bebiendo mientras veíamos el juego.

- esos idiotas no sabían ni siquiera pelear para ser de las clandestinas -dijo Larry golpeando el saco.

- porque ellos planean esas peleas no combaten -dije sin ganas.

- oigan ¿iremos a la fiesta de la playa no? -preguntó Matt y yo lo miré.

- ¿fiesta en la playa? -pregunté.

- vamos Sam, eres el mayor fiestero de New York, deberías saber sobre esa fiesta -dijo Henry sin despegar su mirada del televisor.

- oh será que tu noviesita no te dejara ir -habló Mati burlón. Idiota.

- por supuesto que iré -dije no seguro.

Después de la noche de chicos ellos se marcharon y yo me metí a la cama realmente cansado.

Al otro día no fui a la preparatoria, lo que hice fue ir a trabajar nuevamente, tenía unos diseños que terminar ,no me preocupaba por la escuela tendría clases privadas y solo iría para los examenes.
Estaba en mi oficina terminando un diseño cuando el teléfono de mi escritorio comenzó a sonar, gruñi cansado pero aprendí.

- ¿Si? -contesté sin ganas.

- una chica llamada Rachel quiere verlo -dijo y frunci el ceño ¿qué mierda hace Rachel aqui? Las clases aún no habian terminado.

- dile que la veré otro día estoy muy ocupado -intenté evitarla .

- dice que debe hablar urgente sobre una joven llamada Sarah -y entonces asumí que era importante al escuchar su nombre. Rapidamente le dije que la dejara subir, unos minutos después entró Rachel a mi oficina algo exaltada con su cara empapada y su maquillaje corrido.

- ¿qué sucede con Sarah? -pregunté preocupado poniéndome de pie.

- la estúpida de Ashley le dijo sobre lo de año nuevo -contó seria.

- maldición -dije pateando la silla lejos ¿justo ahora MALDICIÓN? Tenía que ser una una broma- creí que ya lo sabía -le proteste molesto.

- creí que era lo mejor, además solo fue una noche -dijo soltando un sollozo.

- maldita Ashley, esa tipa es una... -no terminé la frase y suspire queriendo controlarme- seguro el maldito de Augusto está con ella en estos momentos -susurré enfadado.

- ¿tú la amas? -su pregunta me desequilibro.

- me importa mucho, es lo único que diré -respondí dándole la espalda y viendo por la ventana, sintiendo que ya la había perdido.

- entonces vamos y expliquemos lo que pasó, hagamos que entre en razón -propuso. Pero con todo lo que pasó, con todo el daño que le he causado, ya no quería seguir, era obvio que el mundo nos tiraba abajo y evitaba que estuviéramos juntos, ya no lo soporte.

- de que servirá, ya la perdi, solo le e hecho mucho daño y no quiero seguir así, es una tortura -dije apretando la mandíbula- es tu culpa, debiste decírselo -la miré y ella bajó la mirada.

- solo dale tiempo, se calmara y todo volverá a ser como antes -dijo con esperanzas. Pero por dentro no lo creí.

Rachel se fue sin decir nada más dejándome con mi soledad. Sentí el pecho contraido y un nudo en la garganta ya la perdí , perdí por completo su amor. Cualquiera diría que solo fue un mal capítulo,una lección de la vida pero para mi fue muchísimo más que eso, ella era mi estabilidad.

Mi Amor PeligrosoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora