SARAH
— aún así tengo miedo —hizo una pausa— a que te des cuenta que eres mucho para mi y busques a otro, uno que sepa amarte porque la verdad yo no se hacer eso —dijo con sinceridad y yo lo abracé aun más fuerte.
— Sam te quiero mucho y si no sabes amar yo te enseñaré, solo tienes que dejarte llevar —le susurré aún abrazando su fuerte espalda.
— no lo sé, no estoy seguro de esto, es decir, soy un idiota y tengo muchos errores —soltó y me puse frente a él viéndolo a sus profundos ojos azules.
— eres inseguro de ti mismo, debes quererte ,como yo te quiero, eres mucho más que un idiota —dije y tomé su rostro entre mis manos, el colocó las suyas sobre las mías y las acaricio.
— jamás me voy a querer, soy un completo desastre, tú mereces alguien mejor que yo —sus susurros me ponían la piel de gallina.
— maldita sea Sam ¿que no lo entiendes? yo te quiero a ti y no puedo evitarlo, te has vuelto importante para mi —hablé lento con lagrimas en lo ojos apoyando mi frente contra la suya.
— debiste pensar dos veces antes de haberme elegido —dijo con una pequeña sonrisita.
— lo hice y en ambas te elegí —susurré y luego lo besé tan apasionadamente que el calor subió más de lo esperadlo ,comencé a perder control de mi cuerpo, dejé que sus manos tocaran lo que quisieran, sentí que estaba lista y ya no quería esperar más, le quite su camiseta y yo la mía, me guío al sofá y me sentí sobre su regazo, una posición que me gustaba, pero lo más emocionante es que a él también. Besó mi cuello y hombros, luego con una mirada dudosa dejó caer un elástico de mi brasier, le sonreí en modo de aprobación y Sam en un segundo me lo quitó, besó lentamente mis pesones y me hizo sentir el deseo, quería más de él, más placer y pasión, quería ser suya.
— ¿no crees que debamos parar? —preguntó con su respiración agitada, tomando mis caderas y apretandome a su erección. Lo miré justo a los ojos y entonces todo el mundo desapareció ,solo éramos él y yo.
Noté que estaba desesperado, incluso lo sentí, sabía que él lo quería tanto como yo, pero al parecer no estaba seguro.— ya lo decidí Sam, quiero ser tuya para que seas parte de mi para siempre —dije mirándolo justo a los ojos pensando en cómo lo quise tanto, en tan poco tiempo— te amo —le susurré.
— yo...te... —sonreí ante su tartamudeo ¿tan difícil era para él decir esas palabras?.
— está bien —puse mi dedo índice en sus labios— yo lo siento, siento ese amor que sientes por mi —susurré y me sonrió con satisfacción.
— te amo —dijo bajito entre mis labios, lo miré a los ojos y estábamos tan cerca que aprecie ese destello en sus ojos. Lo besé y me puse de pie, en ese momento olvidé todo y me dispuse a cumplir mi pasión y deseo, me quite la ropa restantes quedando totalmente desnuda frente a él. Sus ojos acariciron todo mi cuerpo, se levantó y sin aviso me subió a sus caderas, me llevó a una habitación y me depositó en la cama con delicadeza— eres preciosa Sarah y no sabes cuanto deseo tenerte —besó mi hombro.
— yo igual Sam, quiero que entiendas que eres el amor más fuerte que tengo y así quiero que sea siempre —lo besé y con eso lo convencí. Cada caricia, cada beso, cada gemido o jadeo, demostraba la pasión y el deseo que teníamos el uno con el otro. Su cuerpo caliente, sus labios húmedo y aquella mirada salvaje y dominante me enloquecieron.
Sentir ese amor incondicional, ese que te hace volar por las nubes y con el que no te importe nada más ustedes. Ese amor rebelde y prohibido que creiste jamás existir. Ese amor que solo tú entiendes y estás dispuesta a hacer lo que sea con tal de que el amor siga vivo entre ambos. Ese amor hoy lo tengo y espero no perderlo.
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Desperté de mi profundo sueño y abrí mis ojos lentamente visualizando una habitación azul con los muebles cubiertos con mantos blancos. Busque su cuerpo pero no lo encontré, me levanté de la cómoda cama envolviendo mi cuerpo desnudo con las sábanas y caminé hacia la ventana y me quedé unos segundos apreciando el hermoso amanecer, las nubes grises no se habían ido del todo pero dejaban ver el enorme sol salir sobre el mar.
— ya despertaste —escuché la voz que más quería oír.
Me volteé y vi a un Sam sin camiseta , le sonreí y él lo intentó , nos miramos por unos segundos y entonces los recuerdos de anoche me invadieron y era inevitable no besarlo así que me acerqué y lo hice, pero sé sintió apagado— debería vestirte, debemos volver —dijo serio lo que me pareció confuso ,me hizo una media sonrisa y salió de la habitación. Eso no fue lo que esperé después de la mejor noche de mi vida, creí que me diría cosas hermosas sobre lo que hicimos ,me abrazaria y me diría que me amaba, pero no fue así y me decepcionó ¿será que solo fue parte del "juego" suyo? . Traté de decirme que no pero ya le ha la dado lo que necesitaba para ganar ese juego y solo me trató como una más. No, no me haría eso, confío en él.Salí de la habitación después de arreglar la cama y de vestirme, bajé las escaleras y fui a la cocina en su búsqueda, Sam estaba afuera viendo el mar mientras fumando un cigarrillo ,en cuanto me vio, entró y se acercó, tomó su abrigo con ira Y salió de la casa, traté de seguirlo confundida.
— ¿qué pasa? —pregunté mientras cerraba la casa.
— nada ,vamonos —dijo tomando mi mano fuertemente y me llevó al auto, Sam aceleró a fondo y giró peligrosamente las curvas de la carretera, traté de decirle que fuera más despacio pero no me hacía caso y rompí en llantos. Él bajó la velocidad lentamente— ¿cuál es tu puto problema? —le grité asustada— deten el auto —le exigi molesta y sabiendo que no lo haría ,abrí la puerta y fingir que iba a salir, al instante Sam detuvo el auto, bajé sin problemas y comencé a caminar por la fría carretera.
— ¿Sarah qué haces? —lo escuché bajar del auto. Creí que vendría por mi, que tendríamos nuestras típicas discusiones y aclarariamos todo. Pero no hizo. Lo escuché subir y acelerar, vi su auto alejarse velozmente dejándome sola en la carretera. Fui un juego, solo fui un juego, realmente hizo lo que prometió no hacerlo. Creí en sus falsas palabras y como ingenua y estúpida le di lo principal para que ganase. Una noche ¿por qué amar dolía tanto? Darles completamente todo de ti y que te decepciones de él ¿cómo es posible después de todo lo que vivimos? ¿por qué al amor le caigo mal? Soy tan estúpidamente ingenua y dolía admitirlo.
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Mi Amor Peligroso
RomanceSiempre creí que el amor era algo sin importancia, que la vida no dependía de ello y que solo es imaginario, una mentira que te dicen y que solo dura un determinado tiempo, para mi lo importante es tu fuerza de voluntad, en salir adelante , poder en...