Entre el Destino y la Casualidad.

Uno: Pequeños Mejores Amigos

"Fuimos, Somos, Seremos. 

Te Quise, Te Quiero, Te Querré.

Me gustabas, Me gustas, Me gustarás.

Te extrañé, Te Extraño, Te extrañaré.

Ayer, Hoy y Siempre.

Contigo todos los verbos en todos los tiempos."

Dicen que el destino siempre te hace malas jugadas y te aleja de las personas que más amas, tu familia, tus amigos de la infancia, de tu primer vecino, de tu primer amor....

Por que tal vez tu no te muevas pero las personas que están a tu alrededor sí, te aleja de las mujeres y hombres que más amas, y de los que más odias..

Pero la jugada más cruel y de la que casi nadie sobrevive...es cuando te alejan del amor de tu vida...

En un pequeño pueblo con forma de media luna situado entre dos montañas y un río que lo envuelve, llamado Namsa-Yedamchon  había dos familias ricas que vivían cerca de la montaña más grande en sus Hanoks tradicionales de Corea, eran grandes y poderosas y se decían tenían grandes empresas y propiedades en Seúl, la capital, sin embargo la historia del pueblo en el que creció la segunda generación era más pintoresco para que la tercera creciera en un ambiente sano alejado de las perversidades del mundo y de la ciudad y era mejor para ellos conocer la cultura de su propio país si la escuchaba de los ancianos que vivían ahí.

Las madres de estas familias eran las que se encargaban de la educación de sus hijos, las artes, la cultura y la música eran impartidas por éstas...en una de esas clases conocí al chico que compartía similitudes con mi familia, cuando mi madre enfermó la madre de Los Kim se ofreció a dar la lección de literatura e historia en mi casa con la firme condición de que sus hijos la tomaran con nosotros...Los Nam...la cual no le fue negada, compartimos el mismo nivel y el mismo interés por la educación correcta en los hijos de la familia, así que no se le prohibiría que enseñara solo los principios correctos...

La reunión era en mi casa a las seis quince de la tarde, mis hermanos mayores salieron de sus habitaciones y se acomodaron en la gran sala, yo...soy el más pequeño así que mis ganas de asistir a esa reunión eran nulas...sobre todo a las clases de literatura e historia, si me era difícil leer y escribir el coreano "moderno" cuanto mas se me dificultaría aprender a leer el chino y todos esos libros aburridos, además solo tenía seis años...solo quería correr, jugar, bajar y subir del árbol de cerezo que había en el jardín...no saber por que motivo era Goryeo y luego Joseon, o por que la Emperatriz Ki, fue la más cruel emperatriz que pudo haber existido en la historia, yo solo quería ser un niño, eso era a esa edad...Me rehusaba a bajar, me había encerrado en mi habitación, no me gustaba eso y encima mi madre no impartiría la lección ¿por que debería asistir?...me acosté nuevamente mientras sostenía un pequeño automóvil de madera en mis manos, mi labio inferior protagonizaba mi puchero y estaba dispuesto a dormir para no ser molestado cuando mi puerta se abrió muy lentamente...

—¿Nam?...Namuu—  mi hermana mayor me hablaba con voz nasal desde el marco de la puerta..        -¡oh! así que estas dormido- apreté mis ojos y empece a roncar muy fuerte como si realmente así fuera, escucha una risita y sentí como casi todo su peso se marcó en la cama... —¿qué le voy a hacer? mi pequeño hermanito esta dormido...me comeré sus galletas entonces—¡Noo!— grité lanzándome sobre la charola que YoungMi traía con galletas de canela, sus favoritas... me senté a su lado y tomé una de ellas para meterla completamente a mi boca...