Cinco: Un retorno obligatorio.

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Actualidad... Noviembre 2016.

(Trece años después de la muerte de mamá)

Santiago de Chile, Chile.


~°~

Creo que estaba de más preguntar con quién debía acostarme para conseguir una cita con el CEO del Ak CorporationSi era más que claro que tenía que ser con el secretario de éste que afortunadamente estaba en aquella fiesta de relaciones internacionales en la embajada China.

Mis ojos se sienten pesados pero los abro con lentitud estiro un brazo pero el lugar contiguo está frío, así que me levanto apartando las sábanas y camino en dirección al baño a darme una ducha, mientras busco una toalla del hotel recojo mi ropa del suelo y quito mis bóxer de la lampara, una nota y la tarjeta de presentación invaden mi campo de visión pero decido ducharme antes de leer o hacer cualquier otra cosa. Dejo que las gotas de agua tibia caigan sobre mi cuerpo recorriéndolo de a poco, el jabón quita los excesos de sudor y semen del secretario Jung de entre mis piernas, maldigo por lo bajo al notar una marca en mi abdomen plano y paso las yemas de mis dedos por ese lugar, duele al contacto, vierto un poco del shampoo y lavo mi cabello enjuagándose con el agua casi al instante terminando así con mi ducha, seco mi cuerpo con lentitud frotando con suavidad, debido a que mi piel es muy sensible, recuerdo haber mencionado eso la noche anterior pero YongHwa parece haberse olvidado de ese pequeño detalle.
La habitación comienza a iluminarse por el sol que entra desde aquella ventana,  mis poros se abren y comienzo a sentir escalofríos, así que me pongo mi traje, tomo la tarjeta, mis llaves y mi móvil y salgo de la habitación antes de que las mucamas del hotel entren a asearla.
Los ascensores están llenos de gente y apenas alcanzo a entrar en uno, mis manos se deslizan por mi cabello húmedo tratando de peinarlo, el color caramelo me sienta bien.
Llego hasta el estacionamiento y quito la alarma de mi BMW negro para subir al auto y dirigirme a AK...
Leo la tarjeta del secretario y atrás de ésta la nota.
"Tu cita es a las 9:30...
NO llegues tarde o no habrá otra oportunidad"
-Jung YongHwa-
Miro mi reloj, son justo las ocho treinta, justo a tiempo, ingreso en el GPS la dirección indicándome la ruta más corta, enciendo la radio en mi estación favorita, y canto un poco, nada mal para ser honestos...
Pero el tono de mi móvil interrumpe mi canto, conecto los auriculares al auto y acepto la llamada.

-¿Diga?

-¡SungKyu!
Oigo gritar de emoción a YiJeong.
-SungYoung quiere que regreses a Corea después de firmar el contrato con Álvarez.

-¿Y tienes que llamarme tú? ¿Su secretaria renunció?
Una sonora carcajada sale de mi boca, escuchando los quejidos de mi hermana.

-No tonto, simplemente pedí hacerlo... SungJong también estará aquí... Al fin todos juntos desde la muerte de papá ¿no?

-Hablaré con Young más tarde...

-SungKyu es tiempo que vuelvas a casa... Deja de huir, afronta todo, además te necesitamos... Solo... Piénsalo.

Mi hermana culmina con la llamada dejando que la música se vuelva a reproducir.

"DEJA DE HUIR"

Sus palabras hacen eco en mi cabeza...
¿Cuando empecé a huir?...
¿Desde la muerte de mamá? ¿Cuando le pedí a papá irnos de Namsa?
Quise dejar todos los recuerdos de mamá en ese lugar, incluyendo a Nam, era alguien que mamá había traído a mi vida y al morir ella todo lo que dejó tenía que irse también... WooHyun tenía que desaparecer tres metros bajo tierra, con el beso y una tonta confesión de mi parte...
¿Por qué prometí cosas que no cumpliría jamás?
Quería a WooHyun, a mis doce años quería a WooHyun más que a mi vida, y lo hacia porque mamá lo había traído a la vacía vida del tonto SungKyu.
El semáforo en rojo me hace detener el auto en una de las avenidas principales de Santiago, suspiro tratando de olvidar por enésima ocasión el rostro infantil de WooHyun, una de las razones por las cuales no quiero regresar, no quiero encontrarlo, no quiero explicar porque no cumplí mi promesa de buscarle...golpeo el volante con una de mis palmas y me resigno a tener que volver a Corea, YiJeong es igual de necia que mamá y sé que Young para quitársela de encima aceptará cualquier cosa que le pida incluyendo mi cabeza si no regreso.
Tendría que despedirme de mis amigos aquí, como lo hice en Canadá, Dubai, Londres China, Filadelfia, Alemania, Australia, México y ahora, finalmente en Chile.
Tendré que comprar un pasaje de avión y reservar una fecha pronto o tendré a HyoJin aquí, a la linda secretaria de mi hermano...llevándome a Corea de una oreja.
Aparco cerca de la acera que lleva hacia la entrada,salgo del auto asegurándome de poner seguro antes de acercarme al edificio,  abro las puertas de cristal y llego hasta la recepcionista quien me indica el piso y la oficina... El ascensor me lleva hasta el piso doce donde la sonrisa triunfal del secretario Jung me da la bienvenida.

-Me alegra verte de nuevo Kim.
Sonrío con sorna,  al parecer no soy el único que lo disfruto, su mano me indica la oficina y entra anunciando mi llegada. Frente a mi un hombre de piel morena y ojos grandes y cafés, la manga de su camisa oculta un tatuaje... Caligrafía Japonesa... ¿Omedeto? ¿Buen provecho?... Vaya no cabe duda que los copian de internet.

-Tome asiento joven Kim, ya YongHwa me ha dado una pequeña introducción de su trabajo.
Le tomo la palabra y me siento frente a él, entrelazo mis dedos recargando los codos en la silla y cruzo mi pierna  -la pose perfecta para negociar-

Después de algunos minutos de larga charla él presidente Álvarez firma un contrato con LOEL y finiquito mis negocios en Chile, localizando a HyeRin mi asistente.

Pasado mañana regreso a Corea.

Entre el Destino y la Casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora