Catorce: Kim Idiota// Son Interesante.

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Ha pasado mas de medio camino y ninguno de los dos ha dicho una sola palabra, DongWoon esta vez ha tomado el volante desde que salí huyendo del portón de los Kim, había dicho que iba a parar sin embargo, ahí quedé, como estúpido, intentando besar al idiota y siendo rechazado una vez más.
Me metí al auto y DongWoon me pidió las llaves solo con un gesto, y aún no me ha dicho nada, y se lo agradezco porque no sabría que excusa dar, pero estoy seguro que piensa o sabe más de lo que yo puedo decir, mis manos se han vuelto temblorosas y mis lágrimas siguen cayendo en silencio.
¡Qué estupidez la mía! Su actitud, sus palabras...pero han sido sus ojos quienes me han dado la señal, ¿o seré yo quien ve alucinaciones? Es tanta mi desesperación.
— ¿Estás mejor?
Por fin se decide a hablar, pero soy yo quien no responde, se gira nuevamente hacia el volante y esbosa una sonrisa angelical, lo suficiente para hacerme sonrojar por segundos, suelto lo último de aire que me provoca pensar en Kim y sonrío con el.

— Perdona. Has visto como me han rechazado y ahora me siento pátetico...

— No, no te disculpes, no creo que seas pátetico, es solo que estas enamorado WooHyun, eso para alguien humano es normal, pero puedo preguntar porque insistes cuando es claro que no le interesas...

—Hasta tu lo notaste, de hecho todos lo hacen menos yo. Tal vez es que no quiero aceptarlo.

Aparca el auto casi entrando a la ciudad, ya ha oscurecido y las luces de la ciudad comienzan a parecer en los grandes edificios, dignos de una bella postal, claro si mis pensamientos no estuvieran hechos mierda.

— Debes tranquilizarte y mentalizar, sé que será duro pero no es imposible darle la vuelta a tu página y yo te puedo ayudar con eso.

Su mirada se torna lasciva pero sin llegar a ofenderme, extrañamente me siento cómodo con él, solo puiedo reír ante su propuesta —. Bueno ¿tienes hambre? ¿quieres pollo y cerveza? o mejor un trago.

Acepto la última opción pero sin nada nada más importante que decir, ni siquiera sabría que, enciende el auto nuevamente hasta llegar a un puesto de comida callejero, algo nuevo que anotar porque en mi vida he estado ahí.
Saluda a la señora que atiende que parece conocer desde años atrás, aquella señora sale de entre sus parillas, y corre al encuentro de Son Dong Woon.

— Madre, he esperado tanto verte...

¿Madre? ¿Ella es su madre? Pero sí...

— Lo sé, mi pequeño príncipe, desde que tus padres te han enviado lejos y tuviste edad suficiente para quedarte solo acepté irme de tu casa pensando en que no volverías...
La mujer con entusiasmo besa su rostro por cualquier lado posible mientras el estruja su menudo cuerpo de avanzada edad.

— Ah, pero que estúpido soy... —dice pausando su muestra de afecto. Mira mi rostro incrédulo y tras una ligera risita, con mucho respeto me pone enfrente a la mujer —. Ella es mi nana, Jeon Hae Rim, aunque para mi es como mi madre.

— Un gusto.
Una leve inclinación es lo que recibe de mi parte, después de eso, ellos continúan con una amena plática, la mujer se mira contenta, al parecer han sido años lejos de él...si tan solo Sungkyu me hubiese visto con esa misma ilusión, con la misma energía que lo hace aquella mujer.
Y es que he sido yo el único que ha aguardando trece años, y no, no estuvieron en la basura, me he recibido y en cuanto DongWoo lo indique mis acciones se harán igualitarias poniéndome en la sala de accionistas, junto a la silla que una vez ocupó mi padre, donde ahora mi hermano lleva el control...estudié, me esforcé, seguí con mi camino, no es como si solo me dedicara a él toda mi mísera vida, solo tuve un error, llamado esperanza. Así que pese a mi superación personal Sungkyu dejó una herida grande, un hueco, un gran vacío.

— ...Hyun, WooHyun! —grita por enésima ocasión DongWoon.
Sacudo la cabeza y me disculpo, el solo sonríe y me indica la salida...es hora de regresar a casa, bueno a mi departamento, si regreso a la casa de mi hermano, no quiero preguntas y no quiero responder. Y la botella entera de soju me haría hablar de más.

Aún en el trayecto a mi departamento él sigue hablando de su nana, lamento no poder saber que es lo que dice, no tengo interés en eso...
Lo siento DongWoon, lo siento, sé que estás emocionado pero no puedo compartir tu alegría. Aunque te envidio, sí, bastante, porqué al menos ella si te espero con entusiasmo.

— WooHyun, me gustas.

— ¿Ah?

— Me gustas.

— DongWoon...yo no...puedo.

— Hey, tranquilo, te he dicho que me gustas no que te cases conmigo ahora.
Su risa rompe la tensión sacándome una ligera sonrisa. Me muestra sus dientes antes de volver la vista al frente, gira a la derecha.

— Llegamos, Gagnam Doce, edificio catorce y solo no me dijiste que departamento.

— Diez.

— Entonces... ¿me invitarás a pasar? Juro que no te haré nada...que no quieras.
Niego con la cabeza, aunque me agrada su compañía, necesito tiempo para pensar, tratar de mentalizarme —. Está bien, pero no descansaré hasta que me invites a pasar.

— De acuerdo, muchas gracias, pese a lo de Kyu ha sido un buen día. ¿nos vemos mañana? —digo asomando mi cabeza desde la ventana al salir del carro, aunque es obvio que lo seguiré viendo, no deja de ser el mejor amigo de mi hermano mayor.

El motor del auto se enciende, y el silva por un momento antes de detener el giro del volante.

— ¡Hey! ¡WooHyun!

Logra captar mi atención girando sobre mis talones.

— No soy un hombre que se rinde fácilmente. WooHyun créeme cuando te digo que haré que solo pienses en mi...
Gira en su totalidad y en un grito casi inaudible para mi logro escuchar.
— No vuelvas a llorar por otro en frente de mi ¿entendiste?

Gracioso e interesante...
¿llegó para cambiarme?




























Entre el Destino y la Casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora