Entre el Destino y la Casualidad.

Dieciséis: Una visita que empeora la posición de SungKyu.

Los vuelos están demasiado concurridos, regresar a Chile después de obtener la firma del CEO era el plan original, no podía desaprovechar esa oportunidad, sería un tonto si no lo buscara, el presidente Álvarez me ha enviado con la segunda parte del contrato, es una buena persona que incluso me ha dado una semana para visitar a mi familia, pero a ellos los puedo ver en un solo día, y estarán tan ocupados como siempre, ni notarán que estuve aquí. Pero él, él, es inolvidable.

A lado mío un chico que subió en el vuelo de Los Ángeles, es una buena persona, y desde ese momento he tratado de entablar una buena conversación.
El chico ni siquiera me mira cuando le dirijo la palabra, tal vez solo está buscando una excusa para evitarme pero hace mucho tiempo que no he visitado Corea realmente lo necesito, necesito volver a verlo, una cita fue tan fácil, un acostón también, la vida de SungKyu era compleja como la mía y cuando logramos hacer contacto visual en aquella fiesta supe que era el indicado, obviamente él dijo que no quería nada conmigo al menos algo formal, algo serio, tal vez sus palabras eran ciertas pero lo que yo sentí esa noche...
no, no era una mentira y lo puedo jurar ante un juez, ante Dios, ante la Biblia, ante la Constitución de quien sea.
—¿viaje de negocios?

—En parte.
Al fin logro sacarle una palabra...pero el libro que leía hace unos minutos ahora cubre su cara.
—Vengo a ver a mi hermana, y a encontrarme con el pasado. ¿y tu?

—Vine por negocios, familia y amor...

Su boca se mueve en una ligera sonrisa ladina, sé quita el libro y voltea a verme.
—Estoy seguro que has quedado prendado de la chica al grado de regresar por ella.

—Del chico.

—¿eh?

—Es un chico. Soy...

—Oh vaya, qué bien, yo también, así que no tienes nada de que avergonzarte. Soy Choi MinHo.

—Soy Jung YongHwa, un gusto.

Al menos se ha despedido de mi al tomar el taxi.
Mientras tanto yo seguí mi camino registrandome en el hotel de mis padres, bueno de i hermana en realidad, eso heredó al morir su esposo y como toda vida jodida arreglada ella vive infeliz.
Los guardias que aún me recuerdan me saludan con entusiasmo, uno de ellos ahora convertido en el secretario de mi hermana, me llevó al aeropuerto y es con la única persona que tuve contacto, y quien me dio la posibilidad de encontrar a SungKyu.
—Joven Jung...es bueno verle de nuevo por aquí, su hermana le espera.
Su mano me indica el camino hacia el elevador y tras de mi se cierran las puertas, solo para llegar al piso veintiuno. La habitación sombría de mi hermana era tan parecida a ella la luz escasa apenas si me dejaba ver su rostro, a pesar de tener una vida llena de lujos estaba vacía por dentro, firmaba unos papeles cuando entre y ahora ha arrojado la carpeta de piel en algún lugar del escritorio, me aclaro la garganta y me despide sin notar quien soy.
— ¿Así recibes a tu hermano menor?

— ¿Así decides regresar después de abandonar a tu hermana mayor? — la escucho ocultar una risa burlona, al menos su rostro dejó de contraerse.

—Lo admito, perdí.

Rodeo a mi hermana en un abrazo cálido y beso su mejilla. El secretario Kang nos deja solos después de discretamente entregarme un papel.
En una plática amena mi hermana me ha puesto al tanto de sus negocios y de la familia que sigue siendo una mierda social de buena apariencia, ocultando la infelicidad de su hija mayor y su noble trabajo del menor, qué para todos está estudiando en el extranjero y no tiene el puesto de secretario de un CEO latino. Y sobre todo oculta que su hijo es homosexual.

—¿Irás a buscarlo?
Un sorbo tibio resbala por mi garganta antes de contestar la pregunta, y era obvia la respuesta, a eso vine.
—Por supuesto.

—Espero todo salga bien hermanito.

Créeme HyeJin, todo saldrá bien. Un beso en su cabeza es mi símbolo de despedida antes de rechazar su oferta de llevarme subiendo al taxi enterando el papel en su mano.
SungKyu después de tanto tiempo nos reuniremos otra vez.

.

.

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Las palabras de DongWoo aún resuenan en mi cabeza, y eso ha provocado que el alcohol haya bajado de mi sistema, eso y la ducha helada que he tomado. Mi cabeza cuelga de la cadera del sillón, YiJeong me ha dejado un te muy caliente y galletas antes de irse a dormir, SungYoung ha salido de viaje con su familia así que con el sueño pesado de Jeong...estoy solo yo. Mi hermana me ha pedido que vaya a dormir temprano.
El televisor habla solo anunciando una tormenta en los próximos dos días, y otras cosas más a las  que no presto atención, mis ojos comienzan a sentirse pesados, estoy exhausto y no se porqué...desgaste mental, desgaste físico.

Nam WooHyun...Nam WooHyun...Nam WooHyun

Y su rostro aparece en mis sueños, sus manos delicadas, su risa y ese labio inferior abultado, los juegos con SungJong, la fiesta, Jejú, mamá, las clases, el primer día que lo vi, su presentación...la familia, el funeral, las decisiones de papá...

Una lágrima me traiciona y sale resbalando por mi mejilla, son tantos los recuerdos que me estremece, quiero salir corriendo tras él, gritarle e implorar su perdón. Pero soy tan cobarde y mi pasado me pesa, sin embargo no desistiré, Nam WooHyun es él único que he amado y ningún desliz se compara con él. Soy un idiota, él me ha esperado y yo...

El timbre me hace abrir los ojos, no quiero ver a nadie...la servidumbre también se ha retirado, pasan de las once de la noche, todos duermen temprano por orden de YiJeong...arrastro los pies y giro la perilla despacio.

—SungKyu...Kim SungKyu.

—¿MinHo? ¿Q-qué haces aquí?

—No me has llamado y mi hermana no me da información, así que tuve que cruzar medio mundo para verte.

—¿Por qué harías eso? Tu y yo no tenemos nada, jamás, creí habértelo aclarado aquella última vez. Sabes que "eso" era necesario.

Se abre paso y termina jalando mi brazo consigo ni siquiera estoy seguro si la puerta cerró bien, pero no importa porque me ha tomado por sorpresa, ahora estoy entre la pared y su cuerpo, se acerca de una manera peligrosa y yo solo quiero gritar, pero me contengo y a cambió de eso forcejeo con él para que me suelte...

—Dijiste que me amabas...

—Jamás...jamás dije eso.
Mi fuerza no me abandona y los papeles se invierten, aunque no dura mucho el triunfo y vuelvo a quedar preso entre él y el mármol...
¿porqué nunca fui bueno en esto?

—¡Suéltalo! —dice una tercera voz, inconfundible, imposible de creer que esté ahí, justo en este momento. La mala suerte me persigue, ambos se hacen de palabras. Uno grita que ha venido por mi y el otro que está dispuesto a llevarme lejos de él.

— ¡Jung! ¡Choi!
Mi voz puede oírse tal vez en toda la casa.

—Dile a este individuo que soy yo, soy al que amas...
Choi MinHo, no guarda la compostura y vuelve a elevar la voz.

—¡Mientes! ¿Sabes cuantas veces me dijo que me amaba mientras hacíamos el amor?

—YongHwa, yo...
Le detengo el puño antes de que suelte el primer golpe.

— ¿Es cierto eso SungKyu?
Una apagada voz llena de mas decepción hizo eco en mi cabeza dejándome helado ante él, porque justamente en esa idea que nunca pasó por mi cabeza no estaba invitado él, no tenía que saberlo así...con la mirada llena de dolor puedo ver como baja de la escalera hacia mi —¿Es cierto eso...tu...con ellos?

—Es cierto — interrumpe YungHwa —.Él me ama y he venido por él.

WooHyun termina de salir de mi casa, quiero correr tras de él y salgo algunos segundos después... ¿qué hacía en casa, cómo es que no sabía que estaba aquí?

—¡WooHyun! ¡WOOHYUN!

—¡No te quiero volver a ver en mi vida...te odio!

Es su respuesta antes de qué el cielo nocturno sea invadido por un trueno y relámpago que alumbra toda la ciudad...