Nueve: Un soju de manzana para un corazón roto.

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No tengo el valor de contestar la pregunta.
¿qué le voy a decir? ¿qué repuestas son las adecuadas?
— Solo vine a saludar a la familia...
Pude articular casi en un susurro conteniendo las lágrimas. No quería verme patético ante su familia y ante su estupida arrogancia, SungJong tiene razón creo que SungKyu no es el de antes.

En señal de disculpa inclino la cabeza y salgo en cuanto miro el móvil excusando mi partida por un asunto importante.  Por supuesto no hay un asunto importante y YiJeong lo sabe pero no dice nada y solo se despide de mi, ¿habré dejado un ambiente tenso en la familia Kim?... Espero que no...

Mi móvil suena, ahora es real, miro la pantalla nuevamente y como si la hubiese invocado MiJoo es la que llama.

— ¿Diga?

— ¿Hyunnie? ¿Qué pasa?

— Duele...— articulo con dificultad, mi garganta tiene un nudo y creo que está a punto de estallar—. Soy un tonto, un estúpido...él ni siquiera...
No puedo terminar la oración mis lágrimas me han traicionado y mis piernas han perdido fuerza. No puedo más y creo que me va a explotar la cabeza.

— ¿WooHyun?... ¿Dónde estás?... Espera yo averiguo...
Guarda silencio por unos momentos y después me indica que no debo moverme de allí.

Pero ¿cómo pretende que lo haga? Mis piernas, mi dolor no me deja moverme, mis piernas no responden y mi cabeza da mil vueltas, la llamada termina y yo me quedo recargado en la pared del vecino de los Kim.
Me escondo detrás de la columna del portón de la cochera...su sombra aparece por el reflejo del farol...mira para ambos lados de la calle y se encoje de hombros azotando la puerta principal.

Sólo sé que soy un tonto.

Pasan algunos minutos, no sé cuántos exactamente... Y MiJoo baja del taxi, le pide que aguarde unos minutos y con lo poco queda de mi consciencia logro sentarme atrás. MiJoo cierra la puerta y habla con el conductor solo siento que avanza el auto y me dejo caer en sus piernas...mientras el agua salada moja mis mejillas y sus jeans negros, sus largos dedos se deslizan por entre mis cabellos y acarician mi cabeza, tal vez no sabe que pasa pero su sexto sentido lo presiente.
El taxista dobla en la esquina y me incorporo despacio ahora con más razón mi cabeza explotará.
Intento sacar mi billetera pero para ese momento incluso el taxi ya se alejó del lugar.
Abre su pequeña y acomodada casa en renta a las orillas de Byognam, el interruptor se enciende alumbrando el camino a su pequeña y vieja sala...
Avienta sus llaves a la mesa de centro y con un solo golpe cierra su puerta... No hace falta que me lo indique por mi cuenta me dejo caer en el mullido sillón poniendo ambas manos en mis sienes, siento que se acomoda a mi lado y me recarga nuevamente en sus piernas...
Estamos solos y ella lo sabe...y sí, me vuelvo más escandaloso a la hora de llorar. Quiero gritar y siento la confianza suficiente para hacerlo, pero no dejaría de verme patético.

— ¿Lo has visto?
Más que una pregunta suena a una afirmación—. ¿Qué te ha dicho? ¿Le dio gusto verte?

Mi risa dolosa responde su pregunta.

— Idiota. 

— El idiota he sido yo, el idiota que creyó en ese niño, en su primer amor y en una falsa promesa. Solo, me cree un fantasma fiel con la esperanza que el amor es para siempre... ¡patrañas!

— No es culpa de nadie...

— No sabes lo que dices— interfiero en su casi discurso, se que planea darme ánimos y hablarme de lo valioso que soy. Pero nada de lo que diga en ese momento me hará pensar lo contrario...no lo hará.

— Espera un momento...
Con delicadeza me quita de sus muslos y me coloca en el sillón. Se mueve rápidamente y sus delgados brazos abren torpemente su nevera...casi deja medio cuerpo dentro de ella y con el solo ruido de las botellas sé que planea...

— No beberé... No voy a hacerlo.

— Vamos WooHyun, te servirá...

— Soy un tonto...

— Lo sé, pero se verá mejor que seas un borracho tonto. Así nadie sospechará que te han roto el corazón—. Solo olvida a SungKyu por un momento y pierdete...mañana que tengas resaca verás que te dolerá más la cabeza que el corazón, un dolor más fuerte lo sustituirá.

— Tonta...

— Bobo...

Levanto la comisura de mis labios levemente.

¿Qué haría sin Lee MiJoo?

Abro las seis botellas, planeo acabarlas todas y perderme por un momento en el alcohol con sabor a manzana...siento que quema mi garganta y llega a mi estómago...

Hoy perderé el recuerdo de Kim totalmente. Lo ahogaré. Ya no seré el que espere algo que jamás llegará y vaya manera de averiguarlo.
Adiós SungKyu... Adios para siempre.








































~°°~

¿Estás seguro que lo dejarás ir?...

Es una pregunta que no quiero responder...solo porque es mi hermana no maldigo a YiJeong.

No, Sí. No sé.

Es Nam WooHyun y llevo trece años tratando de olvidarlo y sustituirlo... Y por un momento  pensé lograrlo,  pero hoy al verlo ahí sentado con los nervios a flor de piel y su hermoso rostro de cachorro perdido...me volvió a latir el corazón a mil.

No quiero que te des cuenta demasiado tarde...

Ya es tarde, creo que lo de hoy hará que me odie y ese es el mejor camino.
Yo Kim SungKyu no soy digno de él.
Ya no.

Perdóname Hyunnie... Perdóname por no saber pedir perdón, por no envolverte entre mis brazos pero soy un cobarde y jamás aceptaré ante ti que fui yo quien se equivocó...
Perdóname por ser un cobarde y por dejarte ir...

Sabiendo que de entre tu y yo, soy yo quien más está perdiendo.

Entre el Destino y la Casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora