Ocho: No eres tu... ¿soy yo?

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Estoy seguro que los latidos de mi corazón se podían oír hasta China. Mis manos comienzan a sudar y por ser educado no me limpio en mi ropa, creo que SungJong lo ha notado...pues al instante me extiende un pañuelo desechable.

— Debes estar muy tenso WooHyun, después de muchos años volverás a ver a mi hermano. Pero tranquilo estoy seguro que SungKyu estará mejor cuando te vea...tal vez deje de hacer tanta estupidez.

— ¿De qué hablas?— interrumpo.

—No te corresponde— interfiere MyungSoo, le lanza un par de miradas mas mientras niega con su cabeza girando de inmediato hacia el frente.

— Ya lo notarás...

Y es lo último que dice antes de perder su vista en el paisaje urbano automovilístico.
Mi cabeza comienza a trabajar en ideas, no puedo dejar de pensar en ello.
Cuando éramos pequeños de entre los dos yo era el impulsivo cuando él era todo lo contrario... ¿habrá cambiado su pasividad?
Tendría tatuajes por todo el cuerpo...perforaciones tal vez.
Niego en mi interior, será solo un cambio de actitud, sí, a esas estupideces se refiere SungJong. En fin sea como sea quiero verlo. Deseo tanto que me estreche entre sus brazos y tal vez sea mucho pedir pero quiero que me diga que permanezca a su lado.
Mis ensoñaciones se ven intereumpidas por la voz de MyungSoo.

— Hemos llegado.

Hay tres autos estacionados antes, un audi negro, un mini cooper azul y uno plateado. Realmente les ha ido bien. Mucho mejor de lo que esperaba.

SungJong abre la puerta del auto y sale al encuentro de YiJeong quien lo abraza con mucha efusividad, de parte de MyungSoo solo éste la saluda con una leve inclinación.

— ¿Quién es tu amigo?
YiJeong se acerca hacia mi, con los orbes entre cerrados analiza mi rostro justo cuando bajo del auto, sus fríos falanges tocan mi barbilla y chasquea la lengua con intriga —.¿Nam WooHyun?  vuelve a preguntar en repetidas ocasiones...tal vez como si no lo creyera.
Afirmo que soy yo mientras me veo envuelto en sus cálidos brazos.

— Pero mira que guapo te has vuelto...estos años te han sentido bien ¿dónde te habías metido? ¿por qué nunca llamaste? ¿cómo está DongWoo?

Mmm...ya me esperaba esa pregunta. Desde que nuestras familias se unieron por aquellas viejas lecciones YiJeong siempre buscó a DongWoo. Y hoy su pregunta también afirmaba que no lo había olvidado.

— Todos recidimos en Seúl desde hace diez años YiJeong.

Sus ojos se abrieron en demasía...

— ¿A sí? Y...¿por qué nunca buscaste a SungKyu...o bien a alguien de nosotros? ¿Sungkyu no te dio la dirección? Cuando se fue a despedir ya sabía a donde vendríamos.

— Hermana mayor...— dice SungJong arrastrando sus palabras mientras la toma del brazo y se lleva a YiJeong.
Yo, no puedo creer que SungKyu no me hubiese dado ese pequeño dato sí yo recuerdo haber preguntado.

MyungSoo suspira y me lleva consigo hacia la casa...para ese momento Yi ya había anunciado mi llegada...aunque rápidamente mis ojos buscaron al motivo de mi visita...sin tener éxito alguno.

Quiero preguntar por él pero mis modales no me lo permiten.
Y entonces SoungYoung responde mis dudas al parecer era muy predecible.

— Tal vez no veas a SungKyu hoy, llegó durmió un rato y se excusó saldría con su viejo amigo de la universidad...¿cómo se llama?...
Sus dedos se posan en su barbilla...tal vez intentando recordar.

— ¿Salió con MinHo?

— Sí, él. Ay ese nombre se me olvida. Pero pasa WooHyun...que bueno que nos honra con su visita...¡el único, el mejor!

Todos estallan en risas y trato de hacer lo mismo, pero no puedo...al menos se acuerda de mi por mi presentación infantil.
Pero cómo es posible que SungKyu esté con MinHo...tiene que ser la misma salchicha de la elemental...y si es así ¿por qué si tuvo contacto con él y conmigo no?

Soy arrastrado hasta la mesa. Y la servidumbre empieza a repartir los platos de la entrada...
Pero mi apetito se fue en cuanto la salchicha fue mencionada...

— ¿Y cómo está tu familia?— pregunta el Kim mayor, ahora todo un hombre realizado felizmente casado con Lee JunYi y con un par de niños juguetones de diez y ocho años...

— Muy bien gracias por preguntar. Nos encontramos en competencia con la cadena Gome Korea ante la licitación de un hotel en Moscú.
Mi orgullo sale en esas palabras y se siente bien poder decirlo.

— Vaya...— dice entre bocados SungJong —. Tu padre siempre fue reconocido por sus excelentes construcciones...

— Que bien WooHyun, SungKyu apenas consiguió una oferta en Santiago de Chile difícil. No sé como le habrá hecho por que el presidente Álvarez siempre está muy ocupado...pero gracias a eso Ak Corp. Ha sido sustraído por LOEL Kim.
Las palabras de SoungYoung suenan con el mismo tono que las mías y me da respuestas a lo que deseo preguntar...aunque no sé si deba agradecerlo o lamentarlo.
— Todo lo que el día de hoy es LOEL es gracias a él... Las adquisiciones, exposiciones y expansiones...son gracias a su gran esfuerzo...ha viajado mucho en estos años.

— Ay, odio que empiecen a hablar de la oficina en la comida... ¿podemos hablar de otra cosa?
Una molesta YiJeong interfiere en la conversación secundada por YunJi —. Mejor dime WooHyun ya estas casado con hijos...soltero, viudo...¿divorciado?

— Claro...dejen el tema de la oficina para indagar en la vida personal de los invitados.

Soung empieza a reírse de la situación pero guarda silencio al momento en el que las mujeres que están a la mesa lo fulminan...
Me limito a contestar antes de ser yo quien pregunte por SungKyu.

— Sigo soltero.

— Eres bien parecido. Si SungKyu no te aprovechó debiste encontrar a alguien en este tiempo ¿no?

Como decirles que me quedé atrapado en los recuerdos, en las promesas y en los recuerdos...de una promesa infantil.
Que estuve atrapado por trece años con una esperanza y una falsa determinación.

Solo sonrió ante la mirada expectante de todos...
Oigo como SungJong se aclara la garganta y se levanta de la silla, con emoción corre al encuentro con su hermano.
Siento que vomitaré el estofado de kimchi en cuanto oigo su voz...sin embargo no me atrevo a voltear. Pensándolo bien no estoy listo para verlo y aún sigo molesto por la salchicha...tal vez sin derecho alguno.

Y entonces siento sus pasos cerca...y con voz gélida saluda...manteniendo el mismo tono de voz pregunta por mi.

—Nam WooHyun ¿que te trae por acá?

Y entonces confirmo que en esa casa era el único que tenía ansiedad por verlo y preguntarle como está.

Entre el Destino y la Casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora