Diez: ¿Dónde está Nam WooHyun?

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Incheon, Corea del Sur
(Sesenta meses lejos de casa).
A tres horas de reconocer a WooHyun.

~°~



Se siente bien respirar el aire de casa, seis años fuera de ella es triste, me alegra poder volver...
Ver a mi mejor amigo después de tanto también es un alivio.
Le he dicho que me espere en el aeropuerto, y como es él sé que estará allí.
Por la altura es fácil verlo y su risa se oye hasta HongKong.

— ¡Hey DongWoon! ¡Por aquí!
Lo oigo gritar desde el otro lado de la vitrina de recuerdos.

— DongWoo amigo, ¿me has extrañado?
Lo envuelvo entre un fraterno abrazo, mientras asiente como niño pequeño. Gracias a él yo deje de sentirme solo, fue, es y será mi mejor amigo...

— Son DongWoon... Pero mira como has cambiado.

— Tu también has hecho algo con tu físico ¿no?

— Sigo igual de guapo como siempre...

No puedo evitar reírme, Nam DongWoo siempre sabe como hacerme feliz. Si no fuese porque es heterosexual y mi mejor amigo ya hubiese intentado algo con él. Pero siempre ha sido un hombre liado por las chicas, las faldas, piernas largas y senos han sido lo suyo... ¿lo mío? ja, ha sido todo lo contrario.

— ¿Ya tienes dónde quedarte Woon?

Hubiese querido decir que si y evitarle la molestia, ya sabía hacia donde iba... Pero mis padres me odian por "abandonar mi patria" y no traigo ni un solo won en el bolsillo...

— Lo sabía...

Su cabeza se mueve de un lado a otro mientras palmea suavemente mi hombro toma una de mis maletas y salimos por las puertas eléctricas hacia su automóvil, su conductor aguarda enfrente de la puerta del copiloto y en cuanto nos ve salir abre la puerta de la cajuela... De inmediato toma mi equipaje y con agilidad y cuidado lo guarda cerrando la puerta, abriendo la cuarta puerta dejando que DongWoo pase por ella y tras de él ingreso yo.

— ¿Y que ha sido de tu vida? — aborda en cuanto el automóvil ingresa al carril de alta velocidad —. ¿Europa te trató bien?

— Mejor de lo que esperaba... ¿Y tú presidente Nam? ¿que tal tu empresa? ¿tu familia?

— Deja de hacer tantas preguntas... Y mejor respondes tus dudas en la cena. He dejado todo listo en la oficina así que iremos a mi casa y te instalaras para que descanses un momento.

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La ducha me ha sentado bien, el agua caliente ha relajado mis músculos y por ese motivo decido quedarme así...solo la toalla envuelve lo necesario y me recuesto con brusquedad en la mullida cama color blanco, las almohadas de algodón esconden mi rostro, y pienso en lo divertido que hubiese sido que YeoSeob viera mi felicidad, lamenté el haber dejado su corazón en mil pedazos. Pero ya era demasiado tarde, ya era costumbre y parecía que purgaría cadena perpetua con él, y no es que fuese una mala persona, era genial... Pero él solo se estaba engañando a sí mismo, él no era gay y solo estaba confundido, la amistad y el amor no es lo mismo.
Y tal vez hubiese seguido con mi monólogo interno sobre YeoSeob y esas cosas...pero el ruido de alguien cayéndose interrumpe mis ensoñaciones.
Me levanto con brusquedad afianzando muy bien la felpa a mi cadera y oigo a alguien quejarse antes de abrir la puerta... Y aunque es un poco graciosa la escena guardo mis carcajadas para después y ayudo al castaño a incorporarse... Mi rostro se aleja lo más posible en cuanto el olor a soju destila por sus poros...

— ¿Al menos lo disfrutaste? — digo al chico entre mis brazos, que sin temor a equivocarme sé que está en la inconsciencia total.

— No tienes...idea...
O no, creo que si me escucha.

— Las chicas te han tratado mal...

— Los chicos son peores...
Su mano quiere golpear mi hombro desnudo pero falla en el intento, está consciente pero no deja de estar borracho.

— Hey calma, ¿acaso has olvidado que eres uno?

Como no tengo idea en que habitación reside lo meto a la mía, total es la casa y sé que es un Nam así que lo más seguro es que sea el menor aquel chico callado de veinte años que vi en dos ocasiones al visitar a DongWoo en Namsan.

— Espero tu...si cumplas con lo dicho...¿has roto promesas?

Lo dejo en la cama mientras tiernamente abraza una almohada acomodandose en la cama, decido ponerme en un pantalón una toalla no me cubre, hace frío y además hay un dueño de la casa en mi cama, que sobrio o no no deja de ser el dueño.

Libero un poco del aire de mis pulmones antes de contestar su pregunta.
— He roto más de las que puedas imaginar...

El castaño chasquea la lengua y con lo poco que le queda de fuerza me mira cual objetivo a disparar...

— Idiota...eres igual que él.

— Espero que no— respondo mientras lo observo.
Ha caído completamente en un sueño profundo y su mejilla se ve linda aplastada contra la colcha, su cabello está alborotado y sus labios ligeramente separados... Duerme cual bebé.

¿Qué habrá pasado con el chico?
De repente su vida comienza a interesarme...

¿A quién me parezco?
¿Quién habrá hecho caer así al Nam menor?
Eso significará ¿qué está solo?

Me encojo de hombros, no resolveré nada observandolo y menos en las condiciones en las que está... No sé no como demonios llegó a su casa.

DongWoo entra como siempre sin preguntar como es su costumbre, y lo primero que hace es dar una mirada de desaprobación al menor.

— Casi no viene a vernos y cuando lo hace ni siquiera llega en sus sentidos. Cuanto lo siento Woonie no tienes que ver esto...solo es WooHyun y sus cosas de niños...

Me río de mi amigo acercándome a su lado.

— Vamos Dino, tu hermano hace años que dejó de ser un niño...míralo ahí está la prueba.

SungKyu idiota...

Libera en un suspiro...
DongWoo niega con la cabeza y con sumo cuidado lo levanta de la cama cargandolo cual bolsa de box.

— Me gustaría gritarle que ya se olvide del estúpido de Kim...pero parece no entenderlo. Es mejor que lo lleve a mi cuarto.
Avanza unos cuantos pasos y sale de la habitación antes de girar hacia la derecha gira sobre sus talones con dificultad y me mira con alegría—. Ah, la cena estará servida en veinte minutos.
Me mira desde la coronilla de la cabeza hasta la punta de los pies —. Ponte algo de ropa, eres mi amigo pero no quiero que mis hermanas te vean así especialmente JiAe, está por casarse y no la harás dudar por no resistirse a tus encantos.

Suelta una sonora carcajada que es incapaz de despertar al etílico WooHyun.

Mientras observo al único chico del que ahora deseo no se resista "a mis encantos"
De todos modos DongWoo es casi como mi hermano ¿no? Qué más da sí noa volvemos mas cercanos...

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Entre el Destino y la Casualidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora