Capítulo 3

554 20 0
                                    

Viernes

Ya es viernes, la semana a transcurrido con normalidad, un par de trabajos sin entregar y alguna bronca con mi madre, nada nuevo.
Suena el timbre que indica que soy libre. Hoy hay fiesta y por lo que he oído, esta noche promete.

Justo cuando me dispongo a encender el cigarro e irme a mi casa una alarma empieza a sonar en mi movil.
-Mierda- digo en voz alta haciendo que un grupo de chicos me miren con cara rara.
Menos mal que me puse un recordatorio, ya no me acordaba del puto castigo y de no haber ido la directora me hubiera expulsado.
Y aquí estoy, un viernes por la tarde dirigiéndome hacia el aula de castigados mientras tendría que estar pensando que voy a ponerme esta noche.
Lo que más me jode es no estar sola, cuando entro en el aula , me siento al final del todo observando el panorama:
Vigilando está el profesor de ciencias, un viejo, calvo y con gafas que no tendrá nada mejor que hacer que estar vigilando una sala llena de adolescentes hormonados.
En primera fila hay seis niñatas de segundo curso parloteando sin parar, me entran ganas de pegarlas, lo juro.
También hay unos cuantos marginados distribuidos por el aula que seguramente estarán aquí porque se les haya olvidado un trabajo o algo así, la verdad es que ninguno tiene cara de haber roto nunca un plato, de hecho, me resulta gracioso la cara de una friki que parece estar super angustiada por haberse quedado castigada.
Por último, también sentado en última fila, a dos pupitres de donde estoy yo, hay un chico sentado, con aire distraido. Va a mi clase de ciencias, Hugo creo que se llama, os mentiría si digiera que no es jodida mente sexy. Por lo que he oído tiene 18 años, es decir que a repetido dos cursos y eso sumado a sus piercings, sus tatuajes y ese aire de chico malo que lleva hace que más de la mitad de chicas de este instituto pierdan las bragas por él.

Queda media hora de castigo y me muero por fumarme un cigarro, me aburro que flipas y encima... Antes de poder seguir con mi lista mental de quejas una bola de papel cae en mi pupitre, la desdoblo y veo que es una nota:

¿Qué haces esta noche, "chica mala"?

Sin levantar la cabeza ya sé perfectamente quien a sido, el único que hay aquí con cojones a mirarme, giro la cabeza en dirección a Hugo y el me guiña el ojo, a lo que yo respondo poniendo cara de asco.
Son las siete, el de ciencias nos dice que podemos irnos y yo salgo disparada, casi estoy saboreando el cigarrillo cuando me doy cuenta de que mi mechero no funciona.
-Joder- grito en voz alta.
-Vaya, alguien esta de mal humor- Dice Hugo mirándome con cara divertida y ofreciéndome un mechero.
Cojo el mechero, enciendo el cigarro y salgo a toda hostia de alli, dejando a Hugo con la palabra en la boca.
-Un placer, ya nos veremos- grita en tono sarcástico. A lo que yo respondo mostrándole mi dedo corazón mientras sigo andando en dirección a mi casa.
Será gilipollas...

No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora