¤Narra Hugo¤
Llego a mi casa y tras dar un beso a mi hermana, me encierro en mi habitación. Me doy una ducha rápida y me meto en la cama, tengo que aclarar mis ideas.
He estado tan jodidamente cerca de besarla, dos veces, y no lo he conseguido, siempre ha habido algo que me lo ha impedido.
No puede ser, simplemente no puede ser, no puedo sentir nada por Michelle, yo no siento nada por ninguna chica y eso no puede cambiar.
Cojo mi móvil y escribo a Raúl, mi mejor amigo desde que tengo 8 años.
Tío, mañana salimos, no se donde pero salimos, lo necesito.
Raulillo: perfecto tío. Mañana hablamos.
Seguro que si me tiro a cualquier pava y me cojo un buen pedo se me olvidan estos putos sentimientos que amenazan con joderme la vida.
Por mucho que lo intente, no consigo dormir. Cada vez que cierro los ojos se me aparece la cara de esta chica qie tanto me gusta. Acabo de darme cuenta de que aun no se el motivo de porque se convirtió en la chiva solitaria que es hoy en día, creo que la próxima vez que coincida con ella intentaré descubrir algo más sobre ella y su intrigante pasado.
La verdad es que si me alejara de ella, todo sería más fácil y ahora podría estar durmiendo en lugar de estar pensando en esta chica y en estos estúpidos sentimientos pero hay algo que no me lo permite, una parte de mí se niega a dejar a esta chica sola, atrapada en su solitaria vida, pero, aunque no me guste admitirlo, cuando estoy con ella soy una persona completamente distinta.
Definitivamente necesito dormir, son las 4 de la mañana y promerí a mi hermana que la llevaría mañana al parque. Poco a poco mis ojos se van cerrando mientras pienso en ese rostro que parece estar grabado en mi cerebro.
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No quiero enamorarme
Teen FictionSoy Michelle y tengo 17 años. Mi vida se podría resumir en fiestas, sexo y alcohol. Mi madre no sabe que hacer conmigo y la verdad es que no me importa. No tengo amigas, no las necesito. Todas las tías de mi instituto tiemblan cuando las miro y la...