capítulo 18

208 12 0
                                    

¤Narra Hugo¤

Me despierta la suave voz de mi hermana, al abrir los ojos me encuentro su larga melena rubia recogida en dos coletas.
Con unos adorables ojitos me dice        -Venga Hugo, levanta, vamonos ya-
Si por mi fuera me quedaría todo el día durmiendo, esta noche no he parado de despertarmeya que cada vez que cerraba los ojos se me aparecía el rostro de Michelle y no habia forma de quitarmela de mi mente, pero no puedo decir que no ha esa carita de angelito, así que me levanto de la cama y le digo a mi hermana que en media hora estaré listo.

Me doy una ducha rápida y me pongo un chandal, el ñarque infantil donde vamos está al lado de una pista de patinaje y un parque para hacer deporte así que aprovecharé para trabajar un poco mis músculos.
Mientras estoy en la cocina desayunando una manzana recibo un mensaje de Raúl:
Tío esta noche hay fiesta, luego te paso dirección y hora.

Perfecto, por fin podré quitarme a esta chica de la cabeza.

Llegamos al parque y Mery dale corriendo como una loca al ver que una amiga suya del colegio está allí yo me voy directo al parque de adultos para hacer ejercicio y comienzo trabajando mis brazos, hace demasiado calor ya que son las 12 de la mañana así que me quito mi camiseta y me dispongo a seguir trabajando cuando llega Mery corriendo.
-Hugo, Hugo, ¿hemos traido las tiritas?- me pregunta con voz agitada a causa de la carrera.
-¿Te has hecho daño?- pregunto moentras intento encontrar alguna herida en sus piernas y brazos.
-No pero una chica se ha caido patinando y la he prometido curarla, ven, rápido-
Cojo mi mochila y me dispongo a seguir a la pequeña enfermera que tengo como hermana mientras saco la caja de tiritas.

Mery sale corriendo hacia un banco donde hay sentada una chica de espaldas a mí, no sé porque, esa melena me resulta jodidamente familiar.

Cuando llego al banco, mi mirada se cruza con la suya sin poder evitarlo, no puede ser, parece que esta chica me persigue. Suelta un fuerte suspiro mientras dirije su vista hacia mi torso desnudo e intento evitar soltar una carcajado, definitivamente, esta chica me está volviendo jodidamente loco.

No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora