Capítulo 21

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Maratón 2/4
¤Narra Hugo¤

La fiesta no estaba mal aunque yo no tenía ánimos. A pesar de que llevaba esperando esto todo el día no podía evitar estar algo triste por la decisión que yo mismo había tomado, joder, todavía no me he alejado de Michelle y ya la hecho de menos, esta chica se me ha metido muy adentro en muy poco tiempo.
Estoy dando vueltas por la casa sin saber que hacer, no me apetece beber ni bailar y ni mucho menos llevarme a cualquier zorra a la cama a pesar de que esa era mi objetivo en la fiesta.
No puedo evitar pensar en hacer una locura y seguir mis sentimientos, intentar conquistarla, dejar de ser el mujeriego que siempre he sido, pero en seguida desaparecen esos estúpidos pensamientos de mi cabeza, no quiero enamorarme.
Decido ir a tomar un poco de aire al jardín que hay al final de la casa,es jodidamente grande, comienzo a caminar sin rumbo fijo por el inmenso jardín pero algo hace que me frene en seco, la silueta de una chica que reconocería en cualquier parte.
-¿Michelle?- Pregunto sin poder creerme que esté aquí.
Se levanta con dificultad, lleva un vestido negro que se ciñe perfectamente a su cuerpo, le queda tan bien...
Sus ojos están inyectados en sangre y prácticamente no puede mantenerse de pie, joder, está muy mal, me acerco a ella y comienza a gritar cosas sin sentido, cuando me quiero dar cuenta está histérica y tiene sus mejillas llenas de lágrimas, esto último me confunde aún más, y de repente, sin más, se desploma hacia delante, me da tiempo a agarrarla antes de que caiga al suelo, está inconsciente, la cojo en brazos para llevarla hasta mi coche y la verdad es que me sorprende lo poco que pesa.

Llegamos a mi casa y empiezo a preocuparme, el camino a durado una media hora y Michelle aun no a despertado, la subí a mi apartamento y sin pensarlo dos veces la quité el vestido y la metí en la ducha, si con esto no despierta la llevaré al hospital directamente, me estaba asustando.
Poco a poco abrió los ojos lentamente, se la ve aturdida, indefensa, envuelvo su cuerpo en una toalla y la cojo en brazos como si fuera un bebé para llevarla a mi cama, ella no opone resistencia, todo lo contrario, acurruca se cabeza en mi hombro y se queda profundamente dormida.
La acuesto en mi cama y la pongo unos boxers, unos pantalones grises de chandal y una camiseta blanca, se ve adorable con mi ropa, la queda gigante.
Tiene una cara que apuesto algo a que no borraré de mi mente por mucho tiempo, se la ve relajada, en paz, aunque sé que hay algún motivo detrás de la borrachera de esta noche, ella me contó que la gustaba beber pero no hasta el punto de ir vomitando por las esquinas, esta noche se ha pasado, a estado inconsciente unos 40 minutos, estoy seguro de que hay algún motivo por el cual a bebido tanto y por mucho que no la guste hablar de su vida personal voy a tener que mantener una conversación bastante seria con ella, no puede hacer eso, no puede acabar tan mal, siento la necesidad de protegerla, de no dejar que nada malo la pase.
Me doy una ducha rápida y me pongo unos boxers junto a unos pantalones de chandal dejando mi torso descubierto, me tumbo al lado de la chica con cara de ángel y pienso en algo de lo que me he percatado antes mientras la llevaba en brazos, definitivamente, no puedo alejarme de ella.

No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora