Capítulo 29

181 8 2
                                    

¤Narra Michelle¤

La noche estaba siendo perfecta, hacía ya un rato que había perdido la noción del tiempo, a lo único que podía prestar atención es a la enorme tensión sensual que había entre Hugo y yo mientras bailábamos al ritmo de la música. En un impulso poco común en mí invité a Hugo a venir a mi casa y pasar de la fiesta, todos los dr la inmensa sala, incluidos nosotros dos íbamos compñetamente borrachos y la verdad es que cada vez era más difícil comtener las ganas de arrastrarle al baño y acabar con esto de una vez por todas.

Por suerte, habíamos traido dos coches, escribí a Vanesa para que supiera que tendría que volver con los chicos (si no estaba ya en la habitación de cualquier tío que haya llamado su atención.) El trayecto hasta mi casa se me hizo interminable, tenía la necesidad de arrancarle esa camiseta.

Nada más abrir la puerta de mi casa perdimos los papeles, olvidamos todo lo que nos llenaba de preocupación en nuestro día a día. Sus fuertes brazos me aprisionaron contra la puerta principal y comenzó a besarme sin ningún tipo de cuidado, descargando todo el deseo q nos perseguía desde hace tanto tiempo, liberaba esa tensión mordiendo mis labios, dejando húmedos besos por mi cuello, la verdad es que hacía demasiado tiempo desde la última vez que me besaban tan apasionadamente, sin ser capaz de controlar mi ansia me deshice de su camiseta con un movimiento agil a lo que el respondió con el mismo gesto, en el momento en el que mi camisera cayó al suelo noté como la respiración de Hugo aumentó considerablemente y acto seguido comenzó a devorar la piel que dejaba al descubierto mi sujetador de encaje negro que tantas noches me había acompañado.

Sin tener claro si aguantaría mucho tiempo más decidí conducirle hasta mi habitación, por suerte, hace un par de meses deidí poner una cama de matrimonio en mi dormitorio, en estos momentos daba gracias de haberlo hecho.
Sin saber muy bien como, acabé sentada a horcajadas encima de su cadera y lo único que nos separaba de la desnudes era mi tanga de encaje y sus boxers negros que también se ajustaban a su tonificado cuerpo.

Pronto, la escasa ropa que nos cubría desapareció y las caricias quedaron escasas en comparación a lo que vino a continuación por suerte, comencé a tomar anticonceptivos hará unos dos años por lo que pude disfrutar al máximo de él, nos entregamos el uno al otro, poniendo fin a esa incómoda temsión que aparació en el momento en el que cruzamos palabra por primera vez.
Tras una noche llena de gemidos, sudor y placer caímos dormidos, no de la típica forma que se puede ver en cualquier película donde los protagonistas caen dormidos acurrucados después de hacerlo por primera vez, fue de una forma mucho más fría, dando la espalda al otro. Antes de terminar de conciliar el sueño solo fui capaz de pensar en una cosa, en la extraña sensación de que todo iba a cambiar, la verdad es que nunca ha habido algo más después de un polvo (o de tres en este caso) tenía el presentimiento de que todo sería distinto.
*
*
*
*
*
Holaa a tod@s,
quería pediros perdón por la inactividad estos últimos meses quería deciros que voy a retomar esta historia y que hay un nuevo proyecto en mente que muy pronto llevaré a cabo.
Un beso a todos💕

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Apr 28, 2017 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

No quiero enamorarmeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora