No quiero enamorarme

Capítulo 20

Maratón parte 1/4
¤Narra Michelle¤

La noche iba de cine, iba por mi cuarto cubata y tan solo llevaba aquí dos horas.
Admito que el cocktail que me tomé el otro día con Hugo estaba muy bueno, pero no se puede comparar con el ron con coca cola, llevo bebiendo esto desde que tengo 14 años.

-Joder- Me maldigo mentalmente cuando me doy cuenta de que estoy volviendo a pensar en el imbécil, inconscientemente aparece todo el rato en mi cabeza, pero tengo que evitarlo, esta noche es para pasármelo bien y olvidarme de todos mis problemas.

Apuro lo que queda de líquido en mi vaso y arrastro a Jess hasta la pista de baile, es hora de comenzar la caza.
Empezamos a bailar al ritmo de una canción bastante lenta, nuestras caderas empiezan a moverse a la par de una forma jodidamente sensual.
A la media hora de estar bailando, un moreno sin camiseta, con unos ojos azules como el cielo y un cuerpazo de escándalo se me acerca con una sonrisa de medio lado.
-Hola encanto, soy Mateo- Dijo con voz coqueta muy cerca de mi oído.
-Y a mí me da igual como te llames- y sin más preámbulos, me lancé a devorarle la boca. Normalmente no suelo ser tan lanzada, pero esta noche, me da igual todo, y más ahora, que empieza a notarse el evfecto de todo el alcohol que he tomado.
Estábamos a punto de subir a una de las habitaciones cuando una chica pegó un grito a nuestro lado, era su jodida novia, el muy gilipollas la había engañado cuando ella también estaba en la fiesta. Por eso odio las relaciones y el compromiso, te atan a una persona y no puedes hacer lo que quieras sin dañar al otro, es una mierda.

Perfecto, ahora estaba sola en la fiesta ya que había perdido a Jess cuando empecé a hablar con el gilipollas de Mateo.
Me dirijo a la barra improvisada que hay en el sótano de esta inmensa casa, total, no tengo nada mejor que hacer que beber.

Ya había perdido la cuenta, no sabía cuanto había bebido, solo tenía una cosa clara, me había pasado, apenas podía mantenerme en pie.
-Definitivamente, necesito un poco de aire- Me digo a mi misma y con mucha dificultad, comienzo a caminar en dirección al jardín que se encuentra en la otra punta de la casa, todo me da vueltas y la multitud de gente no ayuda. Por fin consigo llegar al jardín y me siento en un banco vacío mientras enciendo un cigarro, el viento choca fuertemente con mi cara y no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina.

-¿Michelle?- Pregunta una voz muy familiar a mi espalda. Me giro y me encuentro con uno de los culpables por el cual estoy aquí, borracha como una cuba, el puto Hugo estaba frente a mí.
-¿Estás de coña?- Suelto con desprecio.
-¿Qué? Michelle, estas muy borracha, ¿te encuentras bien?- Dijo acercándose a mí, poniéndome la mano en el hombro.
-No me toques joder, quiero estar sola-
-Michelle no te voy a dejar sola, estás muy mal. No te entiendo, ¿qué coño te pasa?-
Empiezo a gritar cosas sin sentido y sin darme cuenta, empiezo a llorar desconsoladamente, de repente empiezo a sentirme muy mareada, cada vez más, mis piernas empiezan a debilitarse y.... La oscuridad se apodera de mi cuerpo.
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Holaa a tod@s, perdonar por no haber publicado nada estos días, he estado con exámenes y me ha sido imposible. Para compensaros traigo un pequeño maratón.
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Un besoo💖