Capítulo 3

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Las chicas subieron con lentitud las escaleras, Micaela se mordió el labio tratando de no mirar directamente hacia el trasero de Barbara mientras ésta subía las escaleras. Micaela estaba teniendo tantos pensamientos que la estaban aturdiendo en ese momento, Barbara paró y sostuvo su mano en el pomo de la puerta mirando a la chica, ella, la de ojos profundos, era recelosa con su privacidad, Micaela sería la primera chica, claro, después de sus dos mejores amigas, que dejaría entrar a pesar de solo haber "convivido" un par de minutos, pero Barbara no podía evitar sentir que con ella todo era diferente. Abrió la puerta de su cuarto y dejo pasar a Micaela en primer lugar, la chica admiraba la habitación, era la primera vez que estaba en ella y lo primero que noto fue el olor del perfume de Barbara impregnando en cada rincón del lugar seguida del gran mural que cubría su pared, ella se acercó y pasó sus manos sobre él, observándolo con atención.

-¿Tú lo pintaste?- Ella preguntó sorprendida, la chica asintió con la cabeza quitándose su chaqueta y tomando su guitarra -Es increíble- dijo con admiración, el mural consistía en una chica, que Micaela hayó muy parecida a Lana del Rey, la cual tenía alas de mariposa formadas por notas musicales y tocaba una guitarra, Barbara era realmente talentosa, parecía como esos dibujos que podías encontrar en tumblr, Micaela fijó mas su atención y pudo ver que la guitarra estaba construida por una serie de minúsculas letras, las cuales estaban demasiado juntas probablemente para dar el efecto del sombreado de la guitarra que le era difícil descifrar lo que realmente decía.

-Solo son partes de mis canciones favoritas- Escuchó su voz retumbar en la habitación.

-Esto es increíble Barbara, no tenía idea que podías dibujar de esta manera- Sus ojos se encontraron y Barbara sonrió al ver la cara de admiración de la chica.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi Micaela Suarez- ella arqueó una ceja y se acercó a Barbara sentándose a su lado, sus ojos fijos en los de ella con una sonrisa traviesa en los labios

-Me gustaría conocerlas- Ella le dijo curvando una sonrisa suspicaz, Barbara soltó una risita antes de comenzar a tocar su guitarra.

-No tendrás el privilegio- Ella dijo en tono de broma guiñándole un ojo, el corazón de Micaela se volcó en su pecho, ella estaba a punto de replicar pero la chica frente a ella volvió hablar -¿Necesitas algún espacio para poner tus cosas?- Micaela negó con la cabeza.

-Yo puedo ir sacado las cosas en cuanto las vaya necesitando- Barbara asintió con la cabeza -Pintas y tocas la guitarra ¿Eres una especie de artista?- Micaela le otorgó una sonrisa juguetona, Bar se encogió de hombros

-Tal vez si, tal vez no

-¿Eres siempre así de impredecible?- Barbara dejó su guitarra y se acercó a Micaela, sus labios rozaban su oído y su piel se estremeció ante el contacto.

-Haces muchas preguntas Micaela Suárez- Y sin decir más ella se paró de la cama -No toques nada y nada de andar de fisgona- Ella sonrió burlona antes de salir de su propia habitación dejando a Micaela con la boca abierta y el corazón vuelto loco.

***

Después de haberse instalado y de haber aclarado un par de reglas más en la hora de la cena, la primera y la más importante que los señores Martínez dieron fue que la pareja tenía estrictamente prohibido tomar con ventaja la situación, Micaela enrojeció totalmente al darse cuenta de lo que insinuaban, ella rápidamente negó con la cabeza y dijo que no tenían nada de qué preocuparse respecto a eso, Barbara notó que Matías frunció el ceño y terminó su comida totalmente molesto, la chica de ojos marrones sólo por el hecho de molestarlo aún más agradeció a sus padres diciéndoles que no quería escuchar a su hermano en pleno acto y que no quería que Matías entrara a su cuarto por la madrugada tratando de despertar a su novia, Barbara rió a carcajadas cuando Micaela se atragantó con la comida, su cara era incluso más roja que un tomate. Ahora ambas estaban preparándose para dormir por primera vez en la misma cama, Barbara trataba de verse completamente indiferente aunque por dentro los nervios estaban comiéndola, ella ya estaba en su lugar, su cuerpo pegado a la fría pared tratando de mantener la distancia más alejada posible de la chica, Bar estaba boca arriba leyendo un libro mientras disimuladamente veía como Mica se lavaba la cara, sus ojos volvieron al libro cuando la vio venir, se quedó parada por unos segundos al lado de la cama, y Barbara arqueó una ceja y sin despegar su mirada de las líneas de su libro habló.

La novia de mi hermano (barbica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora