La novia de mi hermano (barbica)

Capitulo 32

-¿Puedes volver a explicarme eso?- Barbara preguntó tímidamente, ésta era la quinta vez que Sara le explicaba el mismo problema matemático y para ser sinceros, Barbara se sorprendió de la paciencia de la chica, Sara volvió a soltar una leve risita mirando a Barbara, su expresión completamente frustrada y sus mejillas totalmente sonrojadas, este era su tercer día de tutoría, y fue justo ayer cuando Barbara se disculpó con Sara acerca de todo y al parecer desde ahí ambas chicas se sintieron más cómodas una con la otra, Barbara necesitaba hacerlo, después de aquella plática con Micaela en la playa, en la chica de ojos marrones algo cambió, fue como si un peso de encima se quitara de ella, haberle hablado de su pasado, de sus miedos, de todo el sufrimiento que había pasado y saber que a pesar de haber confiado aquellos demonios que ella llevaba dentro ahí seguía Micaela, mirándola de la mismo forma que antes, llena de amor y comprensión, saber que ella le había mostrado aquel lado que incluso ella odia de sí misma y aún así Micaela seguía ahí, tomando su mano y besando sus labios, susurrándole que siempre estaría a su lado no importara que, eso realmente la hicieron sentir por primera vez un ser humano verdaderamente amado.

-Primero que nada tienes que respirar, ya estas frustrada y probablemente bloqueada de esa manera no importa cuántas veces de explique, jamás lograras entenderlo- Barbara resopló golpeando su cabeza una y otra vez sobre la mesa, Sara rió en respuesta posando una mano sobre el hombro de la chica haciendo que esta alzara la mirada para verla, Sara mantenía una sonrisa dulce en sus labios rosas -Creo que por hoy es más que suficiente- Barbara iba a replicar pero Sara volvió a negar con la cabeza -Lo digo en serio, te conozco lo suficientemente bien para notar que estás a punto de volverte loca, esto no es tan difícil pero cuando estás desesperada todo parece demasiado sofocante e imposible- La chica dice mientras escribía unas notas en la libreta de Barbara, los ojos marrones siguiendo cada una de las acciones de la chica

-Tengo un examen el lunes sobre esto y claramente no entiendo una mierda, es viernes, nuestro último día de tutoría de la semana ¿Cómo se supone que lo pasaré así?- Los ojos mieles de Sara se clavaron en Barbara mirándola fijamente

-Barbara, es solo un problema que no puedes resolver, todo lo demás lo has entendido a la perfección, no te preocupes estoy segura que lo harás bien, aparte tienes una buena tutora, por favor ten un poco de fe- Sara dice juguetonamente haciendo a la chica de ojos marrones sonreír por primera vez en el trascurso de la tutoría

-Es solo que es demasiado pronto para tener un examen, solo hemos estudiado por tres días, no me mal interpretes tu eres una excelente tutora pero yo no soy...-

-Oh dios Barbara te juro que a veces eres la persona con menos seguridad del mundo y eso que tú siempre reflejas todo lo contrario- Barbara rió al ver a Sara abrir y cerrar la boca como un pequeño pez fuera del mar -Si, probablemente sea un poco precipitado pero teniendo en cuenta que en realidad debes casi todas las materias es mucho mejor empezar ahora en dado caso si llegas a reprobar algún examen ... que no pasará- Sara aclaró rápidamente con una sonrisa alentadora en sus labios -Podrás volver a repetirlo- Barbara gruñó en respuesta pasando sus manos por su cara y frotándola con frustración

-¿Podríamos estudiar el fin de semana también?- Barbara preguntó inquisitivamente mirando con ojos de cachorro a Sara, Dios ¿Cómo se suponía que podría negarse ante eso? Barbara vió la lucha interna de la chica y se apresuró a volver a hablar -Yo sé que quizás tengas cosas mucho más interesantes y menos aburridas que hacer o mejores personas con quien compartir ese tiempo pero realmente, realmente necesito tu ayuda- Los ojos de Sara estaban fijos en aquellos marrón chocolate, esa Barbara frente a ella vulnerable y completamente sumisa y amable la hacían dudar de absolutamente todo, la hacían arrepentirse de las decisiones que ella ya había tomado.

-Realmente me gustaría ayudarte Barbara pero mi familia y yo tendremos un viaje por carretera, es el cumpleaños de mi abuelo y bueno iremos a celebrar el día con él- Barbara asintió con compresión esbozando una leve sonrisa, a pesar de que ella trataba de ocultar la decepción en su cara con aquella sonrisa Sara fue capaz de verla, ella sabía que iba a lamentar esa decisión pero la función debía continuar -Pero si quieres podemos estudiar hoy por la noche- Barbara frunció ligeramente el ceño y Sara se echó a reír -No estoy intentando nada contigo Martínez, tengo planes para esta tarde y en realidad no se si podré desocuparme temprano, me imagino que también quieres pasar tiempo con Micaela, es solo una idea, solo quiero ayudar- Sara se encogió de hombros para luego comenzar a guardar sus libretas y libros en su mochila, Barbara tuvo una mini lucha por un par de segundos, ellas ya habían limado asperezas ¿No? Y no sería como si Barbara iría a su casa para hacer otras cosas, ella solo iría a estudiar, aquellas excusas de ser pareja de estudios y terminar en su cuarto haciendo todo menos estudiar había quedado en el pasado y si Barbara no se sintiera tan insegura y jodida probablemente hubiera rechazado la ayuda de inmediato pero no, la realidad era completamente diferente, la chica de ojos marrones dejó escapar un suspiro antes de alargar su mano y detener a Sara antes de que se fuera.