La novia de mi hermano (barbica)

Capitulo 19

La de ojos azules después de despedir a Barbara entró a su casa con todas las emociones a flor de piel, aún las palabras que Barbara le había dicho hace unos momentos en su cuarto hacían eco en su cabeza, ella tocó el collar que ahora colgaba en su cuello y sonrió tontamente mientras se dirigía a la cocina donde aún sus padres estaban platicando, por más que Micaela intentaba ocultar su sonrisa, todo intento era fallido, la de ojos azules se dirigió hacia el refrigerador, sacando varias cosas mientras tarareaba una canción sin percatarse que los ojos de sus padres estaban sobre ella, Micaela se sirvió un vaso de agua y tomó la kétchup con su mano libre mientras se dirigía hacia la mesa en donde su plato repleto de nuggets la esperaba.

-¿Por qué tan feliz Mica?- Carlos preguntó con cierta picardía en su voz, gracias a dios que Micaela no estaba tomando o comiendo algo porque estaba segura que se hubiera atragantado al momento, Micaela trató de verse serena mientras acomodaba las cosas en su mano para irse a su habitación a tomar su cena

-Voy a comer nuggets papá, ¿Quién no estaría contenta?- La de ojos azules sonrió alegremente hacia sus padres

-Yo pensé que era por aquella chica que se acaba de ir- Micaela tragó en seco, incluso temía mirar a sus padres a los ojos temiendo a que estos vieran a través de ella, Micaela solo sonrió ocultando sus nervios en aquella sonrisa exacerbada

-Barbara y yo no estábamos pasando un buen momento después de lo que paso con Matías, ambas tomamos nuestra distancia- Micaela tomó una suave respiración debatiéndose en que debía o no decir -Así que sí, estoy muy contenta de que ahora todo este arreglado entre nosotras, yo la echaba de menos- Tanto Mirta como Carlos no borraban esa sonrisa en sus labios que para ser sinceros ponían demasiado nerviosa a la de ojos azules, era ese tipo de miradas en donde te sientes totalmente expuesta como si estuvieran leyendo tus pensamientos

-Pude ver que Barbara es una chica muy encantadora, me sorprendió lo fácil que tu hermana se encariñó con ella, no quería dejarla ir, con Matías fue totalmente diferente quizás ella percibía las malas intenciones que tenía contigo- Mirta dice con el ceño ligeramente fruncido después de hablar de Matías, la de ojos azules por su parte solo podía sonreír, recordando las tantas veces que su hermana le hizo la vida imposible a Matías, Belén no soportaba a Matías aún con los miles de intentos del muchacho de ganar a la pequeña, ningún regalo o golosina lograron que Matías ganara la confianza o el cariño de Belén y Barbara sin hacer algún mérito especial hizo que la pequeña cayera enamorada de la chica de ojos marrones en un par de horas.

-Barbara es una gran chica mamá, quizás Belén apreció eso de ella, Barbara es totalmente diferente a Matías, Barbara es... es indescriptible, siempre sabe cómo sorprenderte, siempre sabe que decirte para hacerte sonreír y que los problemas desaparezcan de tu mente, ella tiene un aspecto fuerte pero es la chica con el corazón más dulce que he conocido, Barbara puede robar tu corazón con esos pequeños detalles que nosotros muchas veces olvidamos hacer, ella es... ella, no había conocido nunca a una chica como Barbara y quizás es por eso que me alegra tanto tenerla en mi vida- Micaela bajó la mirada hacia las cosas que tenía en sus manos consiente del pequeño monólogo que había dicho sobre Barbara a sus padres, pero las palabras parecían salir de su boca por si solas, tanto Mirta como Carlos se miraron entre sí, notando la forma en que los ojos de su hija brillaban cuando hablaba de aquella chica, o el sonido de admiración y amor en el que pronunciaba su nombre, las mejillas de la de ojos azules ardían al subir la mirada y ver los dos pares de ojos en ella.

-Quizás quieras invitarla mañana para tu comida de cumpleaños, puedo ver que es alguien especial para ti- Micaela lo sabía, ella debía salir corriendo antes de terminar diciéndole la verdad a sus padres, ella solo asintió con la cabeza