La novia de mi hermano (barbica)

Capitulo 7

Juro que lo intenté, tomé el consejo y no me cerré a las posibilidades, había invitado a Jazmín por una razón y para ser sincera en ciertos momentos funcionaba, hacía que mi atención estuviera en ella olvidándome por momentos de la otra chica, pero en este preciso momento, mis pensamientos están fuera de control, la noche es demasiado silenciosa y mi cama demasiado fría y sé que es porque ella falta aquí, no sé qué me pasó cuando me acerqué a ella y comencé a cuestionarla, quizás sólo quería escuchar de sus labios decir que jamás dejaría a mi hermano, quizás si lo escuchaba de ella podría quitarme esta tonta idea de que pudiera tener algún tipo de oportunidad, pero ella jamás respondió, dejando la duda y la esperanza aún ahí, he estado pensando que quizás María tenga razón, quizás estoy enamorada de la idea que tengo de Micaela, a la idea de la forma de amar de Micaela, pero por más que busco algún defecto, algo que no me guste de ella, algo que haga que pierda el interés en ella, pareciera que mis ojos están cegados a no verlas o es que estoy tan enamorada de ella que también lo estoy de sus defectos.
Pero la verdad es que me estoy cansando de lo que siento, estoy cansada de esperar, estoy cansada de incluso tener esperanza, pero sobre todo estoy aterrada, tengo miedo de que todo se salga de control, tengo miedo de herirla, de herirlos, quiero que ella sea feliz ya sea con Matías o con cualquier otra persona y yo quiero ser capaz de hacer lo mismo, todo el mundo merece ser feliz pero ¿Qué pasa si ella es la única que puede darme eso? Estaría demasiado jodida si eso pasara, amar en silencio es lo más doloroso pero al mismo tiempo es el tipo de amor más sincero, no esperas nada a cambio y sin embargo sigues amando hasta el final pero ¿De qué sirve tener todo ese amor si no eres capaz de dárselo ni demostrárselo? No quiero sentirlo, no sabiendo que jamás será correspondido.

Barbara bufó y cerró su pequeña libreta, siguiendo uno más de los consejos de María, escribir todo lo que no se atreve a decir, eso ayudaba un poco, hacía que sus pensamientos se silenciaran poco a poco, ella cerró los ojos y suspiró profundamente, el aroma de Micaela se clavó en sus fosas nasales, Barbara miró hacia las almohadas vacías que estaban a su lado derecho y alargó una mano apretando la almohada contra si, ella inhaló fuertemente sintiendo las lagrimas picarle los ojos, ¿Por qué le dolía tanto? Bar lloró un par de minutos hasta que el sueño se hizo cargo de ella, amar duele y ella estaba confirmando esa teoría en carne propia.

***

-Siempre supe leerte a la perfección Barbara, quizás esa fue la razón por la cual tuvimos y me atrevo a decir que todavía tenemos esta conexión- Jazmín señaló con la mano entre ella y Barbara, ambas chicas estaban en Starbucks, Bar le había prometido hablar correctamente ayer después de dejarla en casa -Sabes que puedes hablar conmigo de cualquier cosa, tal y como lo hacíamos antes- Barbara la miraba sin decir nada, su rostro reflejaba cansancio y sobre todo sus ojos estaban llenos de culpabilidad -¿Sigues teniendo problemas contigo misma?- Bar negó con la cabeza

-Tengo algunos como cualquier otra persona, pero nada como los que llegue a tener cuando-Barbara hizo una pausa tratando de acomodar las palabras, literalmente ellas no habían sido pareja, Jazmín rió levemente

-Sé a lo que te refieres- Las mejillas de Barbara quemaron y la sonrisa de Jazmín creció, le encantaba ver a Barbara tímida, pocos lograban verla o hacerla sonrojar, ella se mordió el labio y dió un sorbo de su Frappuccino, Barbara se mantenía en silencio como si estuviese debatiendo con sus pensamientos, Jazmín arqueó una ceja esperando a que la chica hablara

-Solo estoy pensando la forma en que suene menos atroz- Bar dice bromeando otorgándole una sonrisa suspicaz con un brillo divertido en los ojos, la chica frente a ella arruga la nariz y entrecierra los ojos con gracia, y ahí estaba Barbara pensando en Micaela sin siquiera planearlo, ella bajó la mirada y suspiró, Jazmín notó su cambio de expresión y posó una mano sobre la suya