Capítulo XVII

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Se acercaron hasta nosotros con paso decidido. Kath traía un vestido azul marino que concordaba a la perfección con sus ojos, mientras que su pelo caía en una coleta alta.
Me sentía observada y aunque no quería mirar en su dirección tarde o temprano debería hacerlo.

Nate se levantó rápidamente de su asiento para darles la bienvenida. Acto seguido, tocaba saludarnos.
Tragué saliva duramente antes de decirle:— Buenos días, Katherine.— Y darle un beso en cada mejilla. Con educación dejé paso a mi compañera para que procediera.
En frente de él, me observaba desde su metro ochenta. Cazadora americana oscura y camisa blanca. Me extrañó no verle vestido de traje, mas si era un asunto de negocios.
Cogí aire, creciendo así mi valor. Le extendí mi mano la cual fue estrechada con una fuerza delicada. Marcaba su rudeza, pero a la vez acariciaba mi piel.

Impenetrable, como de costumbre, no apartó sus ojos de mi. No lo miraba, ni  pretendía hacerlo. Después de lo ocurrido ayer, mi cabeza estaba lo suficientemente revuelta como para querer envolverse más. Fui yo la que dio el primer paso y solté nuestras extremidades.
Después de aquello, ambos nos sentamos en nuestros lugares correspondientes.

—Bien, ahora que estamos todos, me gustaría proceder.— Comenzó Nathan, abriendo una carpeta.— Como sabéis, Derek es un hombre reconocido que visita varios eventos importantes alrededor del mundo y queremos llevar mi empresa a otro nivel de reconocimiento.

¿A otro nivel? ¿A qué se refería?

—Dentro de muy poco, hay un evento en Miami donde podremos promocionarnos aún más, en el cual una de vosotras me acompañará para dicha promoción.

Miré a Alice algo alucinada. Así que de esto hablaba Katherine, de este evento a las afueras. Ni de broma iba a irme de aquí. No estaba dispuesta a dejarlo todo por que el señorito Miss Mundo fuera a patrocinar nuestra línea de ropa.

—El proceso de selección ha sido bastante duro, ya que Derek tiene centenares de multinacionales interesadas. Pero gracias al desfile de ayer, nos eligió a nosotros. En realidad, gracias a ti, Annabella.— Me miró dándome la enhorabuena y yo asentí.

—Muchas gracias. La propuesta es realmente tentadora, pero cedo todo el honor a Alice. Ella es la que tiene que ir.— Digo aun ignorando la elección.

Alice me aprieta la mano por debajo, agradeciéndome ese detalle por mi parte y se lo devuelvo con una sonrisa.
El echo de que Derek esté todo el rato mirándome me pone de los nervios. ¡Por favor que tiene a su mujer delante, un poco de respeto!
Pero al parecer a ella no le molesta para nada, ya que su mirada esta plenamente puesta en Nathan. Parpadeó seguidas veces antes de analizar toda la información.

—En realidad,—dice Nathan pillandome por sorpresa— la elección no es mía.

—Si no mía.

Giro mi cabeza en su dirección, perpleja. No puede ser, no puede ser. ¿Cómo es posible que elija Derek con quien ir y no el jefe?
Ceño mi entrecejo al ver como una media sonrisa se forma en su boca, pero desaparece rápidamente.

—Exactamente. Ya que gracias a él nuestra empresa crecerá, le he dado la opción de elección personal.

Cierro mis dos manos en puños e intento calmar mis estímulos. Yo no puedo irme de aquí y menos dejar mi puesto actual y a mi madre.
Lo fulminó con la mirada, lo tenia todo planeado.

—Además la que venga y haga bien su trabajo, tendrá un ascenso inmediato.— Siguió explicando Nathan.

—De antemano debo dejar claro que no puedo irme.— Mi frialdad se nota a leguas, pero poco me importa ahora.

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