Lo que no se contó esa madrugada.

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—Ichimatsu nii-san.

Aquel nombre fue pronunciado de tal manera que le hizo recordar al mencionado todos los acontecimientos ocurridos durante la mañana de ese día de otoño.


—Nii-san... Nii-san... —Jyushimatsu jadeaba mientras mordía lascivamente el cuello de Ichimatsu, dejando notorias marcas que probablemente tardarían días en desaparecer.

Estaba extasiado de esas manos que recorrían su cuerpo por bajo la camisa, sudoroso, cálido, frotando sus tetillas y pellizcandolas de vez en cuando. Las caderas de movían en un vaivén que hacían chocar las pelvis de ambos, rozando las erecciones que se palpaban en sus ropas, ropa que rápidamente quedó por los suelos, ahora los gemidos y jadeos llenaban la habitación, impregnada del olor a sexo. Ichimatsu rodeó la cadera de su hermano con las piernas mientras este embestía dentro suyo con fuerza, provocándole corrientes eléctricas que atravesaban toda su columna y daban a parar a su goteante miembro de pre semen.

—Jyushimatsu... —El mayor extendió sus brazos hacia él, abrazándole por el cuello, aprovechando la posición para lamer y morder el lóbulo de su oreja, ganándose un jadeo de placer del otro, el miembro de este empujó más profundo, tocándole la próstata —J-Jyushi... ¡Ah!

Como un niño malicioso y sabiendo la respuesta que tendría a cambio Ichimatsu se dedicó a gemir toda clase de obscenidades en ese mismo lugar. El menor se mordió el labio aumentando la fuerza de las embestidas.

—Jyushi... Jyushi! —Hizo una mueca de dolor, algo se clavaba en su pecho y a pesar de no poder verlo, sentía la sangre tibia correr por su abdomen, algo era arrancado de su interior. Estruendosas carcajadas se oían de fondo.

"Jyushimatsu lo sabe"

Abrió los ojos confundido, su cabeza ardía, estaba sudoroso, tenía nauseas. Miró a su alrededor; la habitación se encontraba vacía siendo iluminada con blanquecinos rayos de luz solar que se colaban como ladrones por la ventana.

La puerta se abrió y Choromatsu entró al cuarto con un balde de agua fría, algunos murmullos se oyeron detrás, probablemente sus hermanos estarían por ahí comentando la situación.

—Ah, Ichimatsu, ya despertaste, has dormido bastante desde que te desmayaste, nos preocupaste a todos.

—¿Desmayarme?

—Desde la madrugada de ayer.

—Oh.

—Jyushimatsu al subir te encontró en el suelo, tenías una fiebre muy alta y no dejabas de toser.

Choromatsu se limitaba a observarle con reproche, curvando los labios como siempre hacía cuando quería regañar a alguien.

—Fue irresponsable de tu parte descuidarte con este frío.

El despeinado se preguntó si Totty le habría contado acerca de la pequeña "discusión" que habían tenido el día anterior. Lo negó rotundamente.

—Osomatsu hace lo mismo.

—¡No mezcles las cosas! Osomatsu nii-san es... —Dudó un poco, desviando la mirada, como si intentara sacar un argumento en limpio —Él es diferente.

Aquel "diferente" estuvo acompañado por un ligero temblor en su voz, Ichimatsu no quiso poner en aprietos a Choromatsu preguntando que quería decir con eso, optó por cambiar el tema.

ADDICTION [Jyushiichi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora