ADDICTION [Jyushiichi]

Voces

Holaaaa, luego de mucho tiempo por fin he actualizado~. No me he olvidado de ustedes, simplemente quería que este capítulo estuviera bien hecho para ustedes.

Que emoción, ¡nos veremos en el ultimo capítulo!

¡Disfrútenlo!

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Su retorcido cuento no era eterno.

—Les pido que me acompañen a la comisaría a testificar acerca de los cadáveres que, por desgracia, su hermano Todomatsu Matsuno ha encontrado.

Esas eran las voces que resonaban en la cabeza de Ichimatsu durante todo el trayecto hacia la comisaría que se le hizo interminable, más aún el tiempo en que los uniformados le hicieron esperar a él y a los demás antes de hacerlos pasar a una sala aún más pequeña que la entrada, donde en un rincón se encontraba Totty, cubierto con una manta. Miraba fijamente el suelo, ensimismado en un estado de shock que probablemente lo habría derribado en el suelo de no ser por la silla que le servía de único soporte. La frase volvía a resonar en la cabeza del despeinado y de inmediato el sudor frío corría por su frente, en cambio, Jyushimatsu se había sumergido en un aterrador silencio.

—¡Totty! ¿Estás bien? —No hubo respuesta alguna para Choromatsu a pesar de que éste le sujeto de los hombros, luego el rostro —Hey, estas pálido.. demonios, ¿Dónde estuviste metido?

—Hey... —Karamatsu propinó unas leves palmadas en la espalda del de verde —Déjalo, aún está asustado.

Totty apenas si alzó la mirada, con un ligero brillo en sus orbes cuarzos, perdidos.

—Oficiales, agradecemos que cuidaran de nuestro hermanito —Dijo Osomatsu, ligeramente perturbado —Pero tenemos que regresar a casa.

—No podemos permitirlo hasta escuchar sus testimonios.

—Aunque quisiéramos ayudar no sabemos nada, es algo repentino, ¿sabe?. Se trata de una horrible coincidencia.

—...no tenía como saberlo... —Todas las miradas se dirigieron al menor de la familia, quien apenas hilaba las frases. Ichimatsu apretó los labios, maldiciéndolo, si llegaba a hablar lo mataría allí mismo.

—¿Qué dices muchacho?

—¡Jyushimatsu no tenía como saberlo...!

—¿Qué dices..? ¿Quién es Jyushimatsu?

El mencionado cerró su boca con una complaciente expresión, dejando que su demencia le acunara entre frases de burla.

"Eres muy listo para matar a alguien, pero no lo suficiente para evadir a la justicia"

¿Qué es la justicia? Se preguntó. Pues solo veía a un par de oficiales tomando notas de forma desinteresada juzgando según su moral lo malo que habían sido los actos del asesino misterioso que tenía su nombre. Todo por un beneficio personal, al fin y al cabo a nadie le importaba lo que hiciera por si mismo, el mundo no estaba interesado en él. No obstante, había incluido a terceros y eso era lo que rompía las reglas que mantenían el orden de la comunidad y "ellas" siempre le habían dejado en claro que al romper las reglas uno es castigado. Eso le hacía preguntarse cuando serían castigados sus hermanos, pues ellos también habían infringido a las normas al entregarse al pecado de la incestuosidad, tenía la sospecha hace tiempo y no fue hasta que cogió la mala costumbre de mirar por las puertas entreabiertas antes de entrar a algún lugar que los descubrió a todos, podía fácilmente denunciarlos aquí y ahora, pero ¿Qué tan efectiva es la justicia?, Karamatsu era sin duda de los peores, aunque lo quería, tenía que ser juzgado, no por caer ante la tentación, si no por no sentir culpa al respecto.