Conflicto

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—Te gusta Karamatsu nii-san? —Despreocupado totalmente de lo directo que pudo haber sido, mantenía la vista en sus mangas. Ichimatsu quedó desconcertado, más por la decepción en aquella frase que otra cosa, es decir, si bien era cierto que Karamatsu era un idiota, en el fondo -muy en el fondo- le tenía cierto aprecio que solo su orgullo impedía que saliera a flote.

—¿Por qué preguntas eso?

—Ichimatsu nii-san siempre esta peleando con Karamatsu nii-san, pero de igual modo le presta demasiada atención.

—Estás equivocado, no sé de que estas hablando.

—¡Claro que lo sabes!

Ichimatsu parpadeó un par de veces intentando salir en vano de su asombro, se sentó lentamente en el futon, Jyushimatsu trataba de mantener esa amplia sonrisa con unos ojos que no expresaban mas que tristeza, ¿Acaso iba a llorar? ¿Qué podía hacer si empezaba a llorar?

—Kusomatsu es un idiota, no le hagas caso.

—¿Ibas a besarlo..?

Era un grave malentendido, se estaba preocupando más de la cuenta, por sí mismo, por ambos, por...

Por exactamente ¿Qué?

Se aclaró la garganta.

—¿Y qué si fuera así? —Sonrió de lado —No cambiaría nada, así que déjame en paz.

De momento nada entre ellos había cambiado, solo estaban jugando un juego de tira y afloja con un precipicio esperando al que soltara primero la cuerda.

Eran hermanos, Ichimatsu no tenía porque seguir dejando que Jyushimatsu siguiera acercándosele, tarde o temprano sabía que esto acabaría ocurriendo, se terminaría encariñando de una manera prohibida, asquerosa.

—No te hagas malentendidos, ni en mil años podría estar con un descerebrado como Kusomatsu.

—Ichimatsu nii-san yo...

—¿Tu qué? ¿Qué vas a decir? ¿Por qué sigues perdiendo tu tiempo con un desecho que no vale la pena?

—Es que yo...

—Soy un pedazo de mierda que todos odian y de la cual tienes que alejarte antes de que terminen odiándote por mi culpa.

—¡Estás equivocado!

Se estaba quebrando aquel radiante girasol, podía notarse debido a las gruesas lágrimas que se estaban asomando en los ojos del muchacho.

—¡No busco confundirte! —Prosiguió —¡Hay tantas cosas que no sabes...!

—¡No me trates como si fuera un estúpido niño! Escoge a otro para tus mimos, ¡A mi no me hace ninguna gracia!

—Pero es que nii-san...

—¡Lárgate y déjame en paz!

—Yo...

—¡Qué! ¡¿Tú qué!?

Entonces al encarar a Jyushimatsu vio como su sonrisa temblaba en medio de unas mejillas enrojecidas y húmedas; se había puesto a llorar.

—Estoy enamorado de Ichimatsu nii-san.

—¡Brother! —Karamatsu entró al cuarto —¡No había nadie al teléfono! ¿Qué broma tan cruel es ésta?

ADDICTION [Jyushiichi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora