Now...Fight!

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— Zeth... tu real...realmente no quieres hacer esto — apenas podía hablar, la presión que ejercía su mano en mi cuello era demasiada, lentamente sentía que iba perdiendo la conciencia.

— Oh, no, no, no, no sabes cuanto deseo hacer esto.

Pensaba que iba a morir, y justo cuando vi sus colmillos acercarse directamente a mi yugular, aparecieron los otros cuatro estudiantes que se habían presentado el día anterior.

— ¡Cálmate! — gruñó furioso Brandon mientras agarraba a Zeth por la espalda, pero éste estaba realmente descontrolado, no escuchaba, no era el mismo. En el forcejeo, rápidamente se acerco Hayley, sentí un crujir y me di cuenta de que le había roto el cuello. Luego me sacaron de la sala, para poder hablar con el director, quién entró enfadado a escuchar que había pasado.

Estaba sorprendido, asustado, preocupado, creo que no soporte la presión de todo eso y me dio una especie de ataque de asma, quién lo creería, el "ser mas poderoso" con asma.

— ¡Damon tranquilo! respira profundo — me decía Maxine quién se había quedado fuera conmigo para acompañarme.

Me estaba desesperando, sentía que no podía respirar bien, y mientras más pensaba, menos respiraba.

De la oficina del director salió Tears muy cabreado, con un vaso de agua en la mano, que me aventó en la cara. Fue efectivo, porque me calmé y lentamente recuperaba el aliento.

— Ahora vuelve a tu habitación — me ordenó Tears.

Que pasaría con Zeth, quizá le harían algo peor que matarlo, fue mi culpa después de todo, debería decírselo al director; Asumiré toda la responsabilidad.

Alguien toca la puerta.

— ¿Si? — para mi sorpresa era el director —. Que bueno que esté aquí, porque yo quería aclarar las cosas y contarle que en realidad fue todo mi culpa y que...

— No digas más nada, ya me lo ha explicado todo. Al parecer tienes una sangre exquisita, me he dado cuenta y lo entiendo, porque sin sentir su olor directamente, de tu piel emana un aroma diferente, que enloquecería a cualquier vampiro — me miró por un momento —. Zeth se irá unos días para reivindicarse, así que tomaras las clases que tienen los demás, hasta que él regrese. Adiós y que tengas buena noche.

Suspiré. Al menos no le darían un castigo terrible, como la tortura hasta la muerte o algo de lo que pensaba, y es que estos tipos están locos, cualquiera pensaría como yo, ¿No?.

Ya hacía más de dos meses desde que Zeth se había ido a quién sabe dónde. Mientras tanto yo fui fortaleciendo lazos con Hayley y Maxine. Últimamente habíamos estado hablando mucho más, y es que eran divertidas, teníamos gustos en común, a ambas les gustaba componer música cómo a mi. Max sabía tocar el bajo y el piano, mientras Hayley mucho más ruda, como yo la molestaba, tocaba la batería y la guitarra. Incluso quedamos en que formaríamos una banda cuando tuviéramos más integrantes, casi sonabamos como un trío de adolescentes normales.

— ¡Damon! — gritaba una voz felíz entrando sin permiso al baño, mientras yo me bañaba.

— Hermana... ¿No deberíamos esperarlo fuera? — decía una voz más suave.

— ¡No hay tiempo! — Hayley abría de par en par las cortinas de la ducha.

— ¡HAYLEY! — no podía creer que se atreviera a hacer aquello, alcancé a cubrirme "mis partes" con una toalla que se encontraba cerca, pero vi como Max estaba con la boca y ojos completamente abiertos, y su cara estaba roja como un tomate, creí que se desmayaría, y es que notaba que yo le gustaba un poco, a parte de que la molesta de su hermana me lo repetía reiteradas veces — ¿Qué quieres Hayley?

Pandemonium.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora