6 meses.

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No se como lo hice, pero con gran dolor, logré que mis uñas se alargaran, y eran tan filosas como una navaja, perfectamente podían atravesar y desgarrar la carne de este vampiro. Eran muy similares a las uñas de Zeth durante el incidente, cuando intentó aferrarse a los arboles para no hacerme daño.

Comenzando la pelea, íbamos a la par. Ambos recibíamos y dábamos golpes. Nos cortábamos y volvíamos a regenerarnos, constantemente.

— ¡¿Qué es lo que tienes contra mi?! — le gruñí furioso.

-¡Por que el es mío!

— ¿Él? — lo medite por un momento —. Espera, te refieres a ... ¿Zeth?

— Tu lo incitaste a beber tu sangre, y ahora el se fue y no quiere nada conmigo. Además noto como te mira, él es mío, solo puede beber mi sangre y yo la suya, no deberías haberte metido entre nosotros, haré que te arrepientas.

¡¿Cómo?! ¡Qué demonios esta diciendo! Que el y Zeth...¿Están juntos?

Estaba en shock pensando en como podía ser eso una realidad, y como podía ser ese su motivo para odiarme. Vió un momento de vacilación y me atacó. De un momento a otro, sin saber como, su mano atravesaba...

— ¡ZETH! — gritó estrepitosamente Tears, mientras le caían unas cuantas lágrimas. Intentaba retirar su mano del estómago de su amado, pero el pelinegro no le dejaba — ¿Qué haces?. ¡Suéltame, por favor!

— No vuelvas a intentar hacerle daño a Damon, o te las veras conmigo — se lo dijo en seco, con frialdad. Sacó la mano de su vientre, empujándolo con fuerza —. Y tu... — ahora se dirigía a mi —. ¡Vamos!, tendrías que estar descansando para la lección de mañana — me tomó de la muñeca y me apretó fuerte. Me quejé, pero no me escuchaba. Ya estando fuera, donde se había esfumado el bullicio, paró y me miró a los ojos.

— ¿Qué...?

— ¿Por qué hiciste eso?

— ¿Qué cosa?

— Pelear, exponerte así, no tienes experiencia en combate. Tears podría haberte matado, podrían haberlo hecho los otros vampiros que estaban locos por probarte. Eres un imbécil por pensar que podrías ganarle.

— ¡Pero es que el...!

— ¡Pero es que nada! — me interrumpió.

Estaba preocupado por mi.

— Lo siento, no volveré a ser tan precipitado.

— Vale, hmmp... de todas formas, lo hiciste muy bien — esa última parte lo dijo muy bajo, pero pude escucharla y sonreí.

Estaba muerto, no literalmente, bueno literalmente también, era un vampiro después de todo, pero me refiero a muerto de cansancio. No hice mas que tirarme en la gran y cómoda cama. Al fin volvió, pensaba. Sonreía como un imbécil (como el me había llamado) al recordar sus palabras, un pequeño alago de parte de él, eso me agradaba. Me puse los auriculares y escuché una canción que me gusta bastante hasta quedarme dormido.

Abrí mis ojos y vi la cara de Hayley.

— ¡Hola guapo! ¿Qué hace un hombre como tú en un lugar tan solo como éste? — me preguntaba bromeando con una voz grave, intentando imitar una voz masculina.

— Será que...¿Dormía tranquilamente en mi cuarto? — corrí su fea cara; y con fea me refiero en realidad a hermosa; con mi mano empujándola con fuerza —. Que horrible levantarse en la mañana y lo primero en ver sea tu rostro.

— De seguro que te encantaría si es que fuera la cara de Zeth — rió estrepitosamente al verme sonrojar, con los ojos abiertos por que no me esperaba esa respuesta y me colocó una almohada en la cara — ¿Te gusta, no?

— ¿Cómo va a gustarme si apenas lo conozco?

— Tú le gustas.

— ¿Por que lo piensas? ¿Te ha comentado algo sobre mí?

— No, solo quería ver si te gustaba y con esa reacción me lo confirmaste.

— Estúpida — sonreí y le lancé la almohada que me había puesto en la cara —. Y a todo esto ¿Qué haces en mi cuarto?

— Quería ver como te encontrabas después de la pelea. Te ves de buen ánimo, así que me retiraré a hacer mis quehaceres.

Después de que se fue, pensé en la situación de que yo realmente le gustara a Zeth, ¿Cómo seria tenerlo?. Comencé a pasar la mano por mi cuello hasta llegar a mi torso desnudo y me espanté.

— ¿¡Qué demonios!? — levanté las sábanas para observarme, y noté como se me veían grotescamente las costillas, me levante como pude hacia el espejo y vi que estaba realmente pálido, ¿Hace cuanto no comía?, además, en el transcurso de la batalla perdí mucha sangre. No me sentía para nada bien.

-¿Damon?, ¿estas mejor?

-¿Que me... - vomite, y le vomite encima a Zeth, y era ¿sangre?

-No sabia que mi sangre era tan asquerosa, siento no ser un manjar para ti.

-¿Me diste de beber tu sangre?

-Si, lo siento. Se que no es muy buena.

-No te disculpes, me ayudaste, gracias...y siento haberte vomitado.

-No hay problema, es mi sangre después de todo.

Zeth se levanto del suelo donde me había encontrado y se saco la playera que estaba manchada de sangre. Casi que vi en cámara lenta como realizaba tal acto, mire su espalda detalladamente y al sentir como salían mis colmillos, me tape la boca con las dos manos y mire hacia otro sitio.

-¿Pasa algo?

- Te esperare fuera - Corrí velozmente hacia la puerta y salí, mi respiración sonaba agitada.

Cuando salio de mi cuarto, vi que tenia puesto una de mis camisas a cuadros que le quedaba divertidamente pequeña y apretada.                                                                                                           

-Espero no te moleste que haya tomado una de tus camisas.

-Te queda bien - trate de contener mi risa - Además, fue mi culpa el que te mancharas.

Comenzamos a caminar hacia el valle y en el trayecto me atreví a preguntarle.  

-Oye, si estas con Tears, ¿Porque me defendiste?

-No estoy con el, solo fue algo de unas pocas noches, y no te defendí, es mi deber protegerte, estas bajo mi cargo, si algo te pasara seria yo el culpable.

¿De unas pocas noches? y lo dice como si nada significara.

- Entonces, ¿Te gustan los hombres?

-No, solo me gusta follar.

- Osea ¿Mientras tenga hoyo te sirve? - Oh no, se me había salido sin pensarlo y es que él comenzó diciendo ese tipo de cosas.

-Podríamos decir que si - y se atrevía a contestarme el muy maldito.                                                      

Pasando los días me iba acercando mas a Zeth, a veces colmaba mi paciencia y es que era egocéntrico y engreído, también fui conociendo mejor a los demás chicos, excepto a Tears que se alejo del grupo y me echaba la culpa de su exclusión, ya iban 6 meses desde que estaba en el instituto para vampiros y pronto comenzaría a aprender sobre mi parte demoníaca.

Estaba ansioso.

Pandemonium.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora